miércoles, 20 de abril de 2022

Bibi 2

Cuando me burlaba y peleaba con mi novio por la muerte de su perra no era algo personal, simplemente creí que no era necesario llorar la muerte de un animal y ya, creí que si lo minimizaba él lo aceptaría más rápido pero no, solo ocasionó peleas en las que debo admitir que estaba muy molesta por su culpa al darle más atención al animal que a mí, si yo era su novia desde hace unos meses debía quererme, preocuparse y cuidarme más a mí y no a un sucio animal que quien sabe cuanto tiempo tuvo, no mucho hasta donde yo recuerdo.
Pero nunca imagine que después de esa pelea su nueva perra sería yo, simplemente no se que pasó, de repente sentí mucho dolor en la boca del abdomen y me fui al suelo por el dolor unos minutos. Después me intenté levantar pero no podía, en su lugar vi como mi cuerpo se acercaba al de mi novio para que me acaricie y respondí moviendo el culo como una idiota ante esa sencillez.
Estoy bastante segura que mi novio se dio cuenta de lo que pasaba, al menos de la parte en la que no controló mi cuerpo pero no ha dicho nada hasta ahora y esta horrible situación lleva ya un tiempo.
Intente pedir ayuda pero no podía hablar y desde entonces mi vida cambió sin remedio, yo no puedo ni levantarme, hablar, joder si hasta la ropa que uso él me la elige, no me gusta dormir en la cama y me voy al suelo y obedezco como una idiota lo que él me pide por un pequeño trozo de carne que tenga en su mano y por el cual salivo.
Desde que sucedió el cambio han pasado unos dos meses cuando mucho, la noción de los días se pierde de esta forma pero no he perdido la humillación de mi situación, a pesar de que mi cuerpo se a ido acostumbrando yo no. Sigue siendo tan degradante estar de esta forma como lo fue el primer día, que mi amo me obligue a usar ropa interior o bikinis para su disfrute sin siquiera oponerme pero puede que entre todo esto, lo peor es su más reciente idea; pensó que sería buena idea moverme un poco para no engordar así que todos los días sin falta, justo al medio día, él abre la puerta del patio trasero y me pone a jugar con una pelota, él la lanza y yo corro tras de ella para tomarla con mi boca y dársela. Lo peor de todo es que también yo empiezo a disfrutarlo, al punto de que mi cuerpo le gusta estar tirado en el pasto bajo el sol.
No tengo idea de que vaya a pasar en el futuro, si volveré a ser humana o si incluso puedo dejarlo para ser una perra totalmente pero hasta que eso suceda, seguiré intentando olvidar que soy Bibi, digo que no soy Bibi, soy Vickie y como puedo recuperar mi vida.

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