Durante un viaje de vacaciones en grupo se me ocurrió lo más extraño que jamás creí. Yo iba solo con mis amigas, siendo el único hombre en el lugar, o eso creí hasta que desperté.
Justo al primer día donde iríamos a la playa y las aguas termales, yo desperté siendo una hermosa chica, de una edad y aspecto muy similar al de mi grupo de amigas, ninguna sabía que ocurría al verme sin tener palabras o explicación para lo que me sucedió.
Sin embargo yo sí, después de todo lo había planeado, conseguí una droga para feminizar mi cuerpo y a escondidas la tomé, el resultado es obvio y maravilloso, perdiendo cada grano de mi hombría para dejarme como toda una sexy señorita igual que a ellas.
No obstante fingí no tener idea de lo que pasaba, asustarme y preocuparme por mi cuerpo para no levantar sospechas con mis amigas que tras consolarme un rato me dijeron que me apoyarían en todo para volver a mi cuerpo lo antes posible, incluso querían cancelar el viaje para buscar como ayudarme pero fui capaz de convencerlas de seguir el viaje a pesar de mi aspecto ya que sería muy difícil tener otra oportunidad como esta y tenía una gran idea para todo este tiempo.
Mi plan era verlas desnudas, bañarme y dormir con ellas, sería un desperdicio estar rodeado de tanta belleza si no podía tocarlas así que con este cuerpo podría hacerlo y unos días después del viaje tomaría la pastilla que me vuelve a la normalidad, un plan perfecto para unas vacaciones perfectas.
De alguna forma tras convencerlas de seguir con el viaje y gran parte del camino fueron hablando conmigo para explicarme todo lo que debía saber con respecto a mi cuerpo fingiendo poner mucha atención, ya que todo lo que me decían lo conocía de sobra por haber estudiado un poco al respecto sin embargo seguro que me encontraría con la enorme diferencia entre vivirlo y solo haberlo leído.
Cómo ahora que la primer parada antes de llegar al hotel fue en una tienda de ropa y trajes de baño, mis amigas me ayudaron a elegir ropa de mi talla no tan vergonzosa o ajustada pasando por sostenes y pantis discretas hasta lo más atrevido que llevaría, bikinis.
Al comienzo fingía no estar de acuerdo en usar ropa de mujer pero tras hablar conmigo y "convencerme" la elección fue mucho más rápida, dejándome sin problemas en elegir lo que quisiera para vestir en la playa.
Elegí un par de trajes de baño muy lindos y llamativos pero sin duda el que más me gustó es el que uso ahora, un diminuto bikini azul celeste que resalta mi nuevo cuerpo, era hermoso al igual que yo y no dude en ponérmelo en cuanto lo vi, de alguna forma me hace sentir más segura y sexy así que disfrutaré al máximo estarlo usando.
Con un sentimiento de satisfacción que solo crecía más con cada segundos de mis vacaciones como chica, me puse una blusa corta y unos shorts encima del traje porque apenas llegáramos al hotel sería para dejar las cosas y luego nos quitaríamos la ropa para divertirnos en la playa, la sonrisa en mi cara no puede ocultar la felicidad que tengo de que ese momento llegue ya.
Buena historia n.n
ResponderBorrarGracias Karina, me alegra ver cuando comenta por aquí.
BorrarVa muy bien, pero creo lo descubrirán o usar su mentira en su contra
ResponderBorrarEl resultado ya está hecho y creo que no fue lo que imaginaba.
BorrarOjalá la historia continúe todas las vacaciones
ResponderBorrarAsí fue y hasta más, espero disfrutará el resto de la historia.
BorrarBuenas historias
ResponderBorrarGracias, de verdad lo valoró. Hacía semanas nadie comentaba, que alguien lo haga me hace feliz.
Borrar-Nero.