Mucho tiempo ha pasado desde que me volví la reina de los 7 mares, la mejor en mucho tiempo, y debo decir que nunca creí tener una vida tan buena después de la anterior, ni siquiera creía en la reencarnación pero soy la prueba viviente de su existencia pasando de ser un humano llamado César a ser Mera, alguien quien sin presumir es superior a cualquier humano.
Al compartir los recuerdos de la antigua u original Mera fue muy fácil tomar su lugar, lo sabía todo: su vida, gustos, disgustos, dotes y debilidades además de tener un profundo amor por mi rey de los 7 mares al que no puedo resistirme, incluso siento lo mismo que antes ella sentía haciendo más fácil para mí aceptar esos dotes y rasgos femeninos que antes me parecían desconocidos o imposibles de aceptar pero que ahora son cotidianos para mi.
Sin embargo y a pesar de todo el tiempo que ha pasado, sigo recordando mi vida anterior, a veces más y a veces menos pero siempre lo recuerdo muy bien.
Cuando eso pasa voy a la superficie, volviendo a la tierra firme que antes fue mi hogar pero que ahora es tan lejana para mi, aunque no suelo ir más lejos de la orilla del mar quedándome entre las rocas o arena que hay.
Estar a solas observando un rato desde aquí me calma y me da fuerzas para continuar, sin mencionar que es muy bonito ver las playas vacías en ocasiones o averiguar todas las cosas que han cambiado fuera del océano, sencillamente me encanta hacer esto.
Pero de igual forma también me encantan las profundidades del océano, salir a la superficie es entretenido pero conocer toda la vida en el mar es majestuoso e inigualable, incluso cosas perdidas por los humanos he llegado a encontrar como lo son barcos y aviones pero sobre todo la Atlántida que es donde yo gobierno con mi esposo; ese alto, fuerte y encantador hombre me vuelve loca ante él con su largo cabello y cuerpo marcado.
Y después de contenerme por tanto tiempo estoy lista para entregarme a él, estoy muy segura de lo que quiero y es mi mejor momento para darle hijos, también estoy segura de que con este atuendo modificado lo seduciré a la orilla del mar cuando venga a buscarme tal como le pedí, para así completar el acto y nuestra prueba de amor en las profundidades de nuestro reino.
Me gustaría tener un varón y ponerle el mismo nombre que alguna vez fue mío, o quizás una niña y tener una relación madre e hija mucho más cercana que la que tendría con un varón.
Pero estoy pensando un poco a futuro, mi única prioridad por ahora es seducir a mi marido para tener hijos, aunque con mi atuendo escotado de arriba, ajustado de abajo y el profundo amor que nos tenemos, casi igual de intenso que el amor por nuestro reino, no tengo duda de que será un éxito nuestro encuentro desde la orilla hasta lo profundo del mar.
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