Bueno, ha pasado un año o dos, o creo que menos, no lo sé, el punto es que ha pasado un largo tiempo desde que me convertí en la perra de mi novio y desde que nos mudamos a este nuevo hogar y debo decir que aprendí mi lección y no volveré a burlarme de algo así aunque no estoy segura de si eso importe ahora, después de todo no hay ni rastros de que yo pueda volver a ser una humana, desde hace mucho deje de quererlo y mi amo esta muy lejos de estar interesado en volverme a la normalidad, ambos nos queremos mucho más ahora que no somos novios sino amo y mascota.
Mi cuerpo es obediente con mi amo y yo cada vez más pierdo mi forma de razonar, de pensar y de creer por formas más sencillas de cada cosa, por ejemplo la última vez que me escondió mi dildo de plástico; el amo fingió lanzarlo para esconderlo tras su espalda pero no me di cuenta y salí corriendo como loca al patio para buscarlo hasta que después de un rato él me lo lanzó, haciéndome feliz al atraparlo y morderlo con la boca antes de volver a sus pies.
Pero eso no es todo, también me he ido acostumbrando a hacer lo que me pida, o mejor dicho que me ordene, ya me enseñó varios trucos como dar la pata, hacerme la muerta, llevarle cosas y más, que son recompensados desde una caricia, mejor alimento, lencería, juguetes o sexo, siendo todos una pieza fundamental y exitosa en este adiestramiento al que me ha sometido.
Hoy en cuanto me sacó de la jaula donde duermo le pareció buena idea darme un baño para maquillarme un poco, peinar mi cabello diferente a lo habitual y ponerme un conjunto de lencería azul que me a acababa de comprar haciéndome feliz por todo eso y moviendo el culo de un lado a otro como prueba de ello sin importar que yo misma me apriete un poco más con este atuendo al moverme así.
Sin embargo ya me he acostumbrado, no sólo esa sensación con mi ropa, o andar en 4, o a dormir en el suelo y la jaula decorada. Entre más lo pienso más cuenta me dio de que me he acostumbrado y vuelto feliz con absolutamente todo lo que me sucedió, antes lo había aceptado por la lujuria que tenía mi cuerpo pero ahora en mis "5 sentidos" y con un pensamiento tan claro que hace mucho no tenía, es que me doy cuenta que en serio me convertí en una perra llamada Bibi que es mascota de un grandioso amo el cual nunca me a dejado sin comer ni maltratado o algo así, de hecho estoy empezando a creer que acepté esta vida por lo maravillosa que me resulta; sin problemas ni estrés mayor al de querer jugar con mi amo, comiendo cuando quiero y jugando igual, sino simplemente puedo dormir a lado de mi amo que siempre me acaricia hasta quedarme dormida o me agota jugando con la pelota o teniendo asombroso sexo.
Creo que esta vida no es tan mal, Vickie odiaría verme así como si yo fuera un reemplazo de la última perra que el amo tuvo, sin embargo Vickie ya no existe, más bien es solo un muy pequeño recuerdo dentro de mí que se ve opacado por la genial vida que tengo como Bibi y de la cual no pienso despedirme, me encanta ser una perra y de ahora en adelante mejor no lo negaré y disfrutaré plenamente de esta gran vida que mi amo es tan gentil de darme.
Enserio me encanta sata historia y por lo que veo este fue el capitulo final me gustaría concideres darle unos episodios más quizá desde la perspectiva del amo de bibi te agradezco mucho por haber echo esta historia, me encantan tus historias sigue así.
ResponderBorrarCreo que debo ser más directa y escribir "FINAL" cuando acabe cada historia pero con lo que pide, no se me había ocurrido darle más en la perspectiva del amo pero haré una última parte así, sin embargo no se extenderá mucho más la historia.
BorrarAún así espero que la disfrute cuando llegué.
Me encantó la resolución, buena historia
ResponderBorrarGracias, fue una historia entretenida de escribir y que creo les gustó como lectores.
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