Enamorándome como mujer

No puedo creer que me encuentro en esta posición con las piernas levantadas por los brazos de mi fuerte hombre que también me asfixia un poco con sus manos al cerrar el enganche con mi cuello, dejándome inútil y a su merced, penetrándome por el ano por primera vez; muchas veces ya hemos tenido sexo pero esta ocasión es la primera anal y en esta posición que me hace gemir como loca cada vez que mis pechos rebotan y mi trasero impacta con su pelvis, sintiendo el recorrido que hace su pene por todo todo mi interior ejerciendo dolor pero mucho más placer que hacía tentador para mi el empezar a babear como un animal en celo deseando su semen. 

Pero por mucho que quisiera no podía, tampoco gritar a gemidos por querer más o decir el nombre de mi amado puesto que Lilian estaba en la sala haciendo tarea, ¿Quién diría que en vez de volverme el chico ideal de Lilian me terminaría volviendo en su madre?.

Todo comenzó hace unos meses, o mejor dicho más de un año porque yo entonces Leo con 17 años terminé enamorado de Lilian la joven más bella de la ciudad y con 22 años. Por si la diferencia de edad fuera poco, ella tenía muchos y mejores pretendientes que yo pero no estaba listo para rendirme ni aceptar la derrota, quería que Lilian fuera mía a cualquier costo. 

Por esa razón terminé optando por usar una poción mágica de un libro de hechizos, la idea era volverme el chico ideal que ella quisiera para estar juntos por siempre pero para lograr ese sueño necesitaba un cabello de mi amada en la pócima para moldear mi cuerpo acorde con sus deseos, así que tuve que buscar en su basura encontrando unos cuantos cabellos hermosos y rubios que creía eran de ella. 

Con eso preparé la pócima y la bebí de un solo sorbo pero lejos de que me volviera musculoso, con barba o como fuera que le gustan los chicos a Lilian, yo me transforme en una mujer madura con grandes senos, buenas piernas y caderas con un aspecto muy similar a ella pero más vieja parecía que me había vuelto su madre o alguien mayor que ella que compartía belleza y rubia cabellera. 

Me di cuenta entonces que el hechizo que hice estaba mal y que al no saber que fallo no lo puedo revertir, sospeché que me equivoqué de cabello así que tome un poco de la ropa de mi mamá para de nuevo ir a hurgar en la basura de mi amada. 

Pero apenas estar cerca de su hogar, me encontré caminando justo hacia mí al padre de Lilian, un hombre musculoso, con barba, un largo cabello y tatuajes por todo el cuerpo a quien caí rendida a sus pies en ese mismo momento. 

Lejos de buscar más cabello para volver a mi cuerpo, salude al padre de Lilian, Vince, él me trató como a toda una dama y con un rato hablando y sonriendo ahí en la calle logró hacerme olvidar mi objetivo para ir a cenar con él. 

Al día siguiente me llevó al cinema, luego a jugar bolos, la siguiente semana a un karaoke, en un mes pasamos la noche juntos donde le entregue mi virginidad de chica como muestra de afecto o más bien profundo amor que correspondió llenando mi vagina de placer y semen, al próximo mes me presentó a su hija que alguna vez fue mi gran amor y en tan solo medio año se volvió mi hijastra al unirme en matrimonio con su padre. 

Yo dejé atrás mi vida e identidad como chico pasando de hombre a mujer, de 17 años a 39 años y de estar enamorado de la chica más linda de la ciudad a volverme su madre al ahora enamorarme, entregarme y ser esposa de su padre. 

Nunca me di cuenta de que fallo en mi pócima y hechizo que intente realizar pero con esta grandiosa vida llena de sexo tampoco me puedo quejar, estoy feliz de vivir así, tengo un increíble esposo que me ama y me evita trabajar, una maravillosa hija que no me ve como una madrastra sino como su verdadera madre y aunque mi esposo y yo ya somos un poco mayores, estamos pensando en probar suerte y tener otro pequeño o pequeña, de verdad que lo pensé y me muero por ser madre pero hasta que mi marido esté seguro de intentarlo, probamos un montón de cosas nuevas en la cama como ahora, esta posición me hace sentir que estoy flotando aunque segura que voy estar adolorida una vez que acabe dentro mi marido pero hasta que lo haga seguiré conteniendo mis gemidos para que Lilian no sé de cuenta de lo que hacemos sus viejos padres.