jueves, 14 de abril de 2022

Mi castigo de por vida

Maldición me cuesta creer que acabe así, es decir, en serio que la cague y me busque algo malo pero verme así en serio que me duele. 
Un hombre alto, fuerte, con mis brazos y abdomen bien marcado por el ejercicio, un cabello y barba bien arreglados para que en conjunto con mi dinero y personalidad, me volviera irresistible para cada mujer, era perfecto. 
Pero ahora nada de esos orgullos masculinos me quedaban, solo eran un recuerdo y emociones debajo de este horrible disfraz de niña tetona.
Mi cuerpo se encogió como 30 o 40 centímetros haciéndome más bajito que el promedio de chicas pero con un cuerpo fuera del promedio, tenía tetas enormes y un culo aún peor que resaltaba a la vista de quien lo viera, incluso yo podía ver un poco con tan solo levantarlo y girar la cabeza, ni me hacía falta un espejo como a varias chicas que conocí. 
Pero me estoy adelantando en los hechos, todo esto empezó cuando mis amigos y yo decidimos irnos de viaje a la playa, solo queríamos pasar el tiempo entre chicos y claro que llegado el momento si había alguna chica disponible para mí lo hacía mejor. 
Todos estuvimos de acuerdo aunque ellos siempre han tenido buenas intenciones, son mucho más respetuosos que yo, mientras ellos buscan tratar bien a las chicas yo solo deseo tenerlas y usarlas cuanto me plazca antes de sacarlas de mi vida, después de todo para eso las mujeres están y siempre hay una mejor que la anterior. 
Nuestro último día de vacaciones pudimos conseguirnos citas todos menos uno de esos tontos a quienes le cancelaron de última hora y cada quien con un plan en mente decidió ir a pasarla bien con sus chicas. 
Pero yo no quería perder el tiempo en una de esas guarras que encontramos en la playa así que tan pronto como pude, puse un fuerte somnífero y afrodisíaco en la bebida de la chica para empezar cuanto antes. 
La cosa era fácil, antes ya lo había hecho: poner la droga a escondidas, ella la bebe, la llevas a su cuarto u hotel para coger y te vas dejándola ahí sin rastro tuyo. 
El plan iba bien, ni terminamos de comer cuando ella quería ir a su hotel para pasarla bien, cosa que acepte una vez me confirmó que su cuarto estaba solo, nadie debía verla, con mirarla un poco cualquiera podría darse cuenta que la chica no estaba en sus 5 sentidos. 
Llegamos al hotel y su habitación, lugar donde casi al tocar la cama, cayó dormida, ocasionando un accidente para mi desgracia. 
Después de tantas aventuras mi compañero se volvió algo débil y tenía una pastillita azul que le daba los ánimos suficientes para continuar activo por horas. Sin embargo la estúpida chica al tambalear se chocó conmigo y luego con una mochila de donde una pastilla idéntica a la mía cayó al suelo junto con algo de ropa masculina y femenina. 
Las observe unos segundos a las dos pero eran iguales y no sabía de que era la otra, así que por la lujuria del momento tomé la peor decisión que pude, tomando ambas pastillas a la vez esperando que surgieran sus efectos. 
Quería que mi verga se pusiera enorme pero con unos segundos pasó todo lo contrario y pude sentir como rápidamente se encogía, para que al quitarme los pantalones o mejor dicho estos cayeran al ahora ser enormes, pudiera ver como ahora tenía una vagina rasurada. No pude ver esa hendidura más que unos segundos, ya que tan pronto como mi pene se perdió, dos enormes bultos empezaron a salir de mi pecho, creciendo y creciendo hasta taparme la vista sin dudar se volvieron pechos de mujer. No sólo eso, mi cuerpo se hacía más pequeño, el enorme culo me crecía al igual que mi cabello, con horror pude verme cambiar de sexo en cuestión de segundos por tomar esa medicina de aspecto idéntica a la mía. 
Todo mi plan se vino abajo al igual que la ropa de caballero que ya no me quedaba y caía al suelo o me colgaba por lo grande que ahora era. Por si fuera poco la chica despertaba, el camino fue muy largo y no tendría tiempo ni forma de explicar lo que pasaba.
Entre en pánico y robe un poco de la apretada ropa interior que se cayó para ponerme con la esperanza de que pudiera pasar a la vista por un traje de baño antes de tomar mi ropa y salir corriendo del lugar.
Creo que aprendí mi lección, solo quería divertirme un momento y ahora tengo un castigo de por vida a menos que encuentre una pastilla igual que invierta lo que me hicieron. Pero para ello debo esperar a mis amigos no quiero que vean lo que me hicieron pero no puedo salir a la calle en lencería otra vez, pensaran que soy una exhibicionista o incluso peor, usándome como una muñeca justo como yo solía hacer con las chicas.
Solo espero que los chicos tengan mejor suerte que yo, dudo que esto fuera planeado y que nos ocurra a todos pero no quiero ni imaginar que vengan frustrados o borrachos y me encuentren paseando en lencería pensando que podrían desahogar sus deseos en esta bella y sensual mujer a lo que todo el cuerpo le estremecía por tan erótica idea.

4 comentarios:

  1. Increíble como guarda relación con anterior historia de la playa

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    1. Me hace feliz que lo notará, no lo hice tan implícito como en otras historias futuras o pasadas pero me alegra que se entendiera, gracias.

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