"Esa hija de puta si que lo ha conseguido, me la ha jugado por completo"
Pensaba al admitir que no tenía escapatoria ni forma de ganarle, ella me había atrapado y derrotado por completo, por mucho que odie admitirlo la he subestimado y como consecuencia de ello no obtendré lo que deseo.
Convencí a mi hermana Ramona de intercambio de cuerpos por un día, solo para explorar cosas del otro sexo y más ideas así fueron las que sugerí para que aceptará darme su cuerpo por un día, y yo darle mi cuerpo por un día. La única cosa que me pidió no hiciera en su cuerpo era tener sexo, ya que al hacerlo no podríamos regresar a nuestros cuerpos originales.
Sin dudarlo le mentí y prometí no tener sexo en su cuerpo, después de todo yo soy un hombre y no quería estar en la cama con otro hombre. No obstante, sí que quería estar con otra mujer y también quería quedarme con el cuerpo de mi hermana para siempre, así que una vez hiciéramos el intercambio de cuerpos yo buscaría una chica linda para tener sexo con ella y de paso volverme mi hermana Ramona para siempre al quedarme con su cuerpo, era un plan perfecto.
"O eso es lo que pensaba"
Volví a decir para mis adentros al verme en tan penosa situación.
Y es que al despertar del intercambio de cuerpos, contaba con que yo fuera el primero en despertar para hacer con el cuerpo de Ramona lo que quisiera pero no sucedió así, ella en mi cuerpo despertó mucho antes de lo previsto y tomo algunas medidas preventivas para asegurarse de que volvería a su propio cuerpo al final del día.
Cuando yo me desperté en su cuerpo fue horrible ver como me dejó; antes de cambiar de cuerpos ella tenía puesto un vestido y de ropa interior lo iba a averiguar yo, pero ahora que tenía su cuerpo bajo mi control usaba la cosa más terrible que nunca me imaginé.
Todo lo que tenía puesto era un maldito traje de castidad, repleto de candados y conectado entre si: los pechos bajo unas copas de metal, en la cintura un par de cadenas que llegaban hasta los muslos y los pechos, donde limitaban mi movimiento y se aseguraban con candados de no dejar ese lugar, pero el peor candado de todos era ese que bloqueaba la entrepierna y que por ende hacía imposible tan siquiera ver la intimidad de mi hermana.
"¿Donde demonios y por qué tendría esto guardado?"
Es lo que no puedo dejar de pensar mientras veía el ridículo atuendo con el que me dejó atrapado y humillado, no sólo porque arruinó mi oportunidad de quedarme con su cuerpo, también por lo incómodo que resulta para cualquier cosa.
Esta cosa no es muy cómoda y la ropa no ayuda, de hecho ni siquiera puedo ponerme ropa ya que los grilletes en mis tobillos no dejan pasar muchas prendas como pantalones o bragas, y por la parte de arriba hay una maldita cadena que no deja pasar prendas como sus vestidos, por no mencionar que dicha cadena conectada a un collar que limita horriblemente mi movimiento solo a la habitación de Ramona y su balcón.
Entonces sí, puede que sea una mujer y que tenga el cuerpo de mi hermana pero no voy a poder quedarme con su cuerpo, ni poder disfrutarlo, ni siquiera voy a poder salir de nuestro hogar si no me logro quitar el maldito collar pero no tengo ni idea de donde podría estar la llave, o llaves.
Apuesto lo que sea a que ella tiene la llave para quitarme todas sus malditas medidas preventivas pero tampoco sé dónde está mi hermana, ella despertó antes que yo y supongo que una vez me puso este maldito traje, salió a disfrutar de mi cuerpo, negándome la posibilidad de hacer lo mismo con el suyo.
"No cabe duda de que supo arruinar mis planes de quedarme para siempre con su cuerpo, y creo que la única forma de cumplir ese deseo mío, es que ella dentro de mí cuerpo tenga sexo con alguien más pero si puso este traje de castidad, dudo mucho en que ella tenga sexo en mi cuerpo".
Esos eran pensamientos que no dejaban mi cabeza al mismo tiempo que volvía a suspirar con tan solo mirarme, sabiendo que estaba atrapado, limitándome a aceptar que el resto del día lo pasaré en su cuerpo pero muy lejos de la diversión, simplemente estaría en su cuerpo atrapado en su habitación sin nada interesante que hacer.
Créditos a quien correspondan. |
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