domingo, 17 de marzo de 2024

La nueva dominante

-Por favor no pares, ve más rápido y duro-
-Te acostumbraste muy rápido a esto amor y pensar que al inicio no estabas muy seguro. Ahora puedo oír tus dulces gemidos-
Comentaba con una sonrisa dulce Andrea mientras movía sus caderas de atrás hacía adelante para arremeter contra su novio, convertido en una linda chica de cabello rubio temporalmente.
Era el cumpleaños de Andrea una linda y esbelta chica de cabello oscuro y la piel bronceada, con un maravilloso y atractivo novio, que prometió como regalo de cumpleaños, hacer lo que Andrea quisiera por ese día.
El mayor deseo que podía tener Andrea, era tener sexo con otra chica aunque sea una vez. Sin embargo, no quería que fuera con una chica cualquiera, ni tampoco quería engañar a su novio, por lo que su mejor opción era pedirle a su novio tomar unas pastillas capaces de cambiar al sexo opuesto de manera temporal.
Roberto, su novio, estaba incrédulo tanto de la situación como de la eficacia de dichas pastillas, pero él había hecho una promesa y si eso era el deseo de su novia, se armó de valor para tomar las pastillas de cambio de género.
Al poco rato en su habitación, el chico se comenzó a sentir mareado y pasados unos minutos, los cambios en su cuerpo se empezaban a reflejar; sus caderas se ensanchaban ligeramente, sus pechos y el cabello le crecía, también su cuerpo se hizo más suave y pequeño, entre muchos cambios más que dejaron asombrados al chico, pero especialmente, dejaron fascinada a su novia, quien llena de emoción se limito a ver como el hermoso y varonil cuerpo de su novio, poco a poco se convertía en el precioso cuerpo femenino con el cual se divertiría toda la noche.
Su novio apenas empezaba a entender que era una mujer temporalmente gracias a las pastillas que tomó, tocando su cuerpo con cuidado para comprobar su estado con sus finas y suaves manos que recorrían desde su largo cabello rubio hasta sus nuevos pechos que le hacían estremecer con tan solo tocarlos.
Roberto quería poner resistencia, al menos hasta conocer un poco más su propio cuerpo, pero todas esas sensaciones que le recorrían ahora como mujer, eran mucho más fuertes que él y en consecuencia, dejó de oponerse a las caricias que le daba su amada, quien de forma habilidosa y amorosa, llevó a Roberto hasta su cama para ir por un pequeño juguete que Andrea había guardado para la ocasión.
-Amor...todo esto me ha gustado pero...¿No crees que usar uno de esos es demasiado?...-
-Para nada, además, ni siquiera es uno de verdad como para que te preocupes, así que solo déjame todo a mi y disfruta de esto, Rebeca-
Sin decir más, Andrea se acercó de manera seductora para dar unos cuantos besos a su actual novia antes de ponerla en cuatro contra la cama y colocarse el arnés que sujetaba el enorme dildo que estrenaría Rebeca.
Su cuerpo estaba listo, la temporal chica estaba muy húmeda por lo que el juguete intimo entró sin problemas y acompañado de unos gemidos con algo de dolor que rápidamente pasaron a ser de placer con cada arremetida que le proporcionaba su querida novia dominante. Roberto o más bien Rebeca, realmente estaba disfrutando de su cuerpo y de todo el placer que podía darle su novia mientras ella siguiera gimiendo.
-No tenía idea de que así se sentía...podría volver a ser chica si tú lo quisieras amor...-
-Y pensar que tú me hacías gemir hasta hace unos días...supongo que si mi linda Rebeca lo quiere puedo seguir complaciéndola por mucho tiempo...-
Apenas era su primera vez y a ambos les estaba gustando. Andrea estaba siendo dominante algo que nunca había ocurrido pero que sin duda alguna le estaba gustando mientras que Rebeca complacía todos los caprichos que su novia tenía y de los cuales seguramente vendrían más.
Por ahora le queda una larga noche de placer a ambas para celebrar el cumpleaños de Andrea, en el cual ambas chicas han tenido el mejor regalo que nunca pudieron imaginar.
Créditos a quien correspondan.

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