lunes, 11 de marzo de 2024

Los deberes de mamá

-Entonces... ¿Qué puedo darle de comer a mamá?-
Se preguntaba de forma curiosa y algo maliciosa el pequeño Cassidy, una vez que se adueñó por completo del cuerpo de su madre Cassandra.
Cassidy era un niño que comenzaba una edad caprichosa con su madre Cassandra.
Cassandra como madre soltera, pensó que consentir a su hijo sería lo mejor para que él se sintiera como un amado rey. Sin embargo, esos años permitiendo que él hiciera todo lo que quisiera, comenzaba a pasarle factura al volverse un niño muy arrogante, tanto que hasta su propia madre que permitió ese comportamiento, ahora tenía problemas para lidiar con su hijo.
Los desacuerdos e intentos de poner reglas por parte de la madre, de inmediato se volvieron berrinches de su hijo que podían durar horas o hasta que mamá cumpliera con lo que él niño exigía.
Su última discusión fue muy temprano por la mañana, cuando el pequeño subió a la cama de su madre para despertarla al saltar y sacudir a la mujer.
El niño exigía a la mamá que hiciera de desayunar helado y galletas de chocolate, algo a lo que mamá se negó rotundamente por ser un desayuno lamentable para un niño.
Cuando mamá se negó, el niño comenzó a sacudirse y saltar mientras gritaba haciendo una de sus ya bien conocidas rabietas que mamá no podía controlar sin importar lo mucho que se esforzara.
En un intento desesperado de la mujer de ignorar a su hijo, cerró los ojos y se oculto en las sábanas para seguir durmiendo, algo que solo hizo enojar aún más al niño, quien finalmente tropezó en la cama y se dio un golpe muy duro contra la cabeza de mamá.
El silencio invadió el cuarto un momento hasta que la madre gritó, no solo por el golpe que su hijo le había dado por accidente, gritó al darse cuenta que ella estaba en el cuerpo de su hijo pequeño y malcriado.
Todo indicaba qué el golpe qué ambos se dieron el la cabeza, provocó que cambiaran de cuerpos entre si, dando una preocupación más a la madre que no sabía como reaccionar.
Por un instante se planteó darse otro cabezazo con su hijo para regresar a sus respectivos cuerpos, sin embargo, antes de que ella pudiera intentar cualquier cosa, su hijo Cassidy en el cuerpo de la mujer, ya había comenzado comenzado a moverse.
Cassidy sonrió de forma maliciosa al darse cuenta de que estaba en el cuerpo de su madre, con una expresión burlona que apuntaba a que el niño ya tenía en mente su próxima travesura, la cual su madre no iba poder detener, ya que ahora mamá es el niño, y el niño es mamá.
La madre en el cuerpo de su hijo quiso plantarle cara y detenerlo, pero con un rápido movimiento Cassidy salió de la cama y habitación de su mamá, dejando a la mujer atrapada en su propia habitación sin poder alcanzar el pestillo de la puerta para salir de ahí.
-¡Cassidy! ¡Hablo en serio, jovencito! Ábreme la puerta o estarás en graves problemas-
Amenazaba a gritos y golpeando la puerta una y otra vez la madre, quien en el pequeño cuerpo de su hijo, no era capaz de abrir la puerta de su propia habitación.
-¿En problemas? Para nada, mamá no puede ser castigada, ¡yo soy mamá ahora! ¡Y tú eres quien está castigado!-
Explicó entre risas el niño que al estar en el cuerpo de mamá, se sentía lleno de confianza, haciendo lo que quería sin cuestionarlo, después de todo, nadie puede desobedecer a mamá, y ahora que él era mamá, esperaba que su hijo obedeciera a todo o aceptará el castigo.
-Mamá sabe que odio las verduras y aun así quiso darme eso en lugar de helado, si tanto quiere comer verduras, ¡que ella las coma!-
En cuestión de segundos, el niño ya había sacado una enorme cacerola qué lleno de verduras, agua, frutas y algunos otros ingredientes que no servían de nada para una receta tradicional.
-Pondré algo de sal, ¿o debo usar azúcar? Pondré ambas cosas, seguro que sabe bien... ¿El limón es verdura o fruta? No hará daño ponerlo, ¿y si agrego helado? Apuesto a que sabe mejor y mamá se dará cuenta que sí puede desayunar helado, es la mejor idea-
De esa forma, el niño siguió agregando más y más ingredientes raros al desayuno qué preparaba y que solo se veía sabroso para él.
Una verdadera lástima que él no lo probaría, ese desayuno era para su hijo, y ya que él es un adulto ahora, puede cumplir con su capricho y comer todo el helado que quiera sin ningún problema. 
Se hacía evidente que Cassidy se puso muy cómodo con su nuevo cuerpo, lo veía como un juego; jugar a ser la madre que solo da órdenes y castiga a su hijo, se veía mucho más sencillo que ser el hijo que obedece reglas tontas o es castigado; algo a lo cual tendrá que acostumbrarse Cassandra a vivir si no encuentra una forma de volver a intercambiar de cuerpos. 
Así como van las cosas, su hijo no está dispuesto a volver a su cuerpo, se está divirtiendo mucho con su rol de mamá y hará todo lo posible para mantenerlo, por lo que Cassandra solo puede encontrar la forma de recuperar su cuerpo y volver a la normalidad, o aceptar su nueva normalidad como Cassidy y aprender su nuevo rol de hijo.
Créditos a quien correspondan.

4 comentarios:

  1. Me encanta! Mas historias de madre hijo porfavor

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    1. Gracias por comentar, Adsd. Aunque no estoy haciendo peticiones, estaré publicando historias según los temas que me han mencionado.
      No será de todos los días, pero puede que encuentre más historias madre e hijo para el futuro.
      -Nero.

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  2. Excelente historia gracias

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    1. Vaya, hace mucho que no me daban las gracias, no tiene idea de lo feliz que me hizo leerlo después de tanto.
      Muchas gracias por comentar, anónimo. Me hace feliz saber que le gustó está historia.
      -Nero.

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