miércoles, 27 de marzo de 2024

¿Era un castigo?

Mi novia pensó, por alguna extraña razón, que me molestaría y haría un escándalo al convertirme en mujer; que yo recuerde no hice algo malo para tener este "castigo", así que imaginó ella pensó que sería una broma pesada dejarme como una chica durante una semana mientras ella se iba de vacaciones con unos amigos. 
Ciertamente estaba confundido al tener un cuerpo de mujer aún más bello y mejor dotado que el cuerpo de mi novia, sin embargo, lo primero que hice fue sonreír con malicia y ponerme uno de sus mejores vestidos para salir en la noche. 
Mi buen cuerpo, elegante porte, personalidad atrevida y un sin fin de cosas más que me esforcé en hacer siendo una chica dieron como resultado ser el centro de atención en el bar, no había hombre o mujer que no me viera por unos segundos con deseo o envidia, lo cual me hacía sentía genial. 
Lo mejor de está situación recién estaba por comenzar cuando Jeff y Cristian se me acercaron para charlar, invitándome tragos al igual que a bailar, esos dos hombres morenos y apuestos volvieron mi noche aún más maravillosa. Aún cuando el bar cerró, ambos supieron continuar con el buen ambiente llevándome a su departamento. 
No pensé mucho en la situación, simplemente me divertí como una chica hasta que las cosas subieron de tono y terminé siendo su muñeca por un par de horas. 
Me trataron como nunca antes lo había pensado, ellos me enamoraron y a su vez, yo los enamore a ellos. No tengo idea de si fue por ser mujer, si eran sentimientos de hombre que no sabía que tenía o qué fue lo que sucedió, solo sabía lo que yo quería. 
Desde entonces soy su pareja, de ambos, todos estuvimos de acuerdo y eso solo fue el inicio de nuestra relación: ambos me ayudaron a llevarme algunas cosas de la casa "de mi novio" a mi nueva casa; me lleve mis ahorros, pertenencias y algo de la mejor ropa de chica que tenía mi ahora ex novia, para poder mudarme al hogar de mis nuevos novios quienes me han dado todo lo que una mujer puede querer. 
Apenas me mudé con ellos, comenzaron a comprarme ropa de marca, lencería de lujo y joyas preciosas, me había vuelto su mayor tesoro y yo no podía estar más feliz de serlo. 
Por si pagarme todo fuera poca cosa, tampoco debía de trabajar, ya que ambos eran empresarios con tanto dinero que podían mantenerme sin problemas. Debo admitir que era un poco extraño no tener que preocuparme por nada o tener que pedir lo que yo quisiera en lugar de comprarlo por mi misma, pero ambos chicos me dijeron que era una reina y debía ser tratada como una, así que bastaba con pedirlo para que yo lo obtenga.
Que cuidaran tanto de mi, que me dieran todo, me enamoraran, ser la pequeña que abraza un fornido cuerpo, que me hicieran genuinamente feliz y un montón más de emociones y pensamientos pasaban por mi cabeza de forma rápida sin poder darle un orden completo a todos ellos. Pero al final, me di cuenta que ya había tomado mi decisión desde el primer día, yo en verdad quería esta vida, de verdad amo a mis dos hombres, en verdad me había vuelto feliz y eso es lo que más me importaba, eso me ayudó a tomar mi decisión. 
Han pasado dos años desde entonces, no supe nada más de mi novia ni ella de mí, supongo que no se imagina lo feliz que soy atendiendo a mis caballeros, ya que así como ellos cuidan a su reina, ella cuida a sus reyes y hace todo para complacerlos y mostrarles su afecto que cada día es más fuerte en comparación del primer día que me conocieron y me hicieron sentir mujer, me hicieron sentir feliz y amada, y me hicieron sentir que ellos merecen lo mismo de mi parte. 
Desde entonces y hasta ahora, no imagino una vida más feliz que la vida que vivo con cada uno de mis hombres a mis lados, pensando que sea lo que sea que hubiera en la mente de mi ex pareja, volverme mujer no fue un castigo.
Créditos a quien correspondan.

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