-¿Dónde estará? ¿Por donde estará? ¿En donde rayos se habrá escondido, Emma?-
Me preguntaba una vez más, después de llevar horas buscando a mi novia. Bueno, en realidad es mi novio pero la situación ha escalado demasiado en poco tiempo por lo que es difícil de explicar.
Verán, aunque no lo quiero admitir, creo que soy un poquito celosa con mi cariño Emmanuel, un chico increíble con quien salgo desde el año pasado y que nunca me ha engañado, qué yo sepa. No, él no me ha engañado... Es solo que me parece tan lindo, tan apuesto, tan seguro de si mismo y tan valiente, qué sin duda es un imán para chicas, algo que él nunca he querido reconocer.
Eso nos ha traído algunas dificultades, muchas en realidad, pues cada que alguna chica intenta algo con él, yo no respondo de la mejor manera, solo intento protegerlo a él y nuestra relación, pero en el proceso me gané la reputación de ser posesiva y celosa, especialmente cuando insulte a su hermana menor al ver que lo abrazaba.
En un intento de arreglar las cosas, pagué este viaje a la playa con mi novio para limar asperezas y prometer qué cambiaría para mejorar nuestra relación. Sin embargo, apenas llegar me di cuenta que había cientos de personas atractivas, especialmente más mujeres, lo cual me hizo tomar una medida de seguridad para que mi novio se quedará conmigo y que ninguna chica le pusiera un ojo encima.
Use una medicina que convierte en mujer a todo hombre que la tome, engañando a mi novio para tomarla y volverlo mi linda noviecita durante nuestras vacaciones.
Ella luce adorable, incluso cuando estaba roja de rabia al decir que yo estaba loca y que lo devolviera la normalidad, cosa que no podía hacer ya que el efecto de la medicina duraba una semana.
Yo intente ser mucho más linda y amable para hacerle ver que ser mujer no era tan malo, incluso le di algo de ropa y le cambie el nombre a Emma, algo que solo provocó qué ella me arrebate la ropa y salga de la habitación.
Eso fue ayer por la tarde, y aunque la he buscado sin descanso y llamado a su teléfono, no la he podido encontrar.
Esta mañana, seguí con mi búsqueda, y justo antes de tomar un descanso la pude ver.
-¡Emma! ¡Ahí estabas!-
Mi humor cambió por completo, nuevamente me sentía muy contenta y no dude en correr donde mi novia pero conforme me acercaba, me tuve que detener al no entender lo que veía.
-¿Emma?-
Pregunte al verla de espaldas y que mi intención de abrazarla fuera cortada, al ver que un montón de chicos la rodeaban para besarla y tocar su cuerpo.
-¿Disculpa? ¿Eres tú, Emma?-
Pregunte con miedo y timidez, acercándome lentamente al grupo de hombres que rodeaban a mi novia, la cual sin duda era Emma al centro de todos.
-Maldición, esperaba que dejaras de molestarme desde anoche-
Respondió con crueldad y una sádica sonrisa, mirándome de arriba a abajo antes de reír dándome la espalda.
-Emma, ¿Qué te paso?-
Pregunte una vez más, sin poder creer lo que veía: su cabello oscuro había sido teñido de blanco, el cual combinaba perfecto con su blanca piel qué lentamente comenzaba a estar bronceada por el intenso sol, llevaba un bikini negro bastante más corto y ajustado y que sin dudas yo no le regale, junto a unas sandalias y gafas de sol de diseñador.
Para mi pesar, lo más increíble no era su cambio físico, resultaba aun más impresionante ver que tenía un tatuaje bastante sugerente en uno de sus glúteos, mismos que recibían nalgadas y toqueteos de más de un sujeto, en total 5 hombres musculosos la estaba tocando, y Emma parecía de lo más feliz con sus tratos.
-Emma, di algo, ¿Qué significa todo esto? ¿Quiénes son estos sujetos?-
Mis preguntas eran fuertes, no quería gritar pero sin duda levante un poco la voz, misma que se me comenzaba a quebrar, en especial por sus sádicas e indiferentes respuestas.
-Como molestas... Ellos son mis amigos, ¿Verdad, chicos?-
Risas y algunos gritos se escucharon de los hombres, quienes dejaron seguir hablando a la albina.
-Irme de la habitación es lo mejor que me ha ocurrido. Al poco tiempo de salir, encontré a estos guapos chicos que amablemente se ofrecieron a pagarme una habitación, comida, ropa y algunas cosas más, a cambio de pasar el rato con ellos, si sabes a lo que me refiero-
Emma me guiñó un ojo y me mostró su lengua de manera burlona, lo cual vino acompañado de más risas de los hombres quienes seguía toqueteando a mi novia.
-Ellos te obligaron a eso, ¿verdad? Cariño, no estoy molesta... Debes estar confundida, volvamos a la habitación y-
Antes de terminar mis palabras, una fuerte y burlona risa de Emma resonó por el lugar.
-¿Molesta? ¿Tú? ¿Todavía tienes el puto descaro de culparme de todo esto?-
Emmanuel por muy molesto que estuviera nunca me había alzado la voz, y nunca había usado groserías conmigo, así que ahora que lo hacía no sabía como responder.
-Te recuerdo que tú fuiste la maldita qué me engañó para beber eso, ¿Y ahora quieres echarme la culpa? Estas más enferma de lo que pensaba-
Sus palabras era duras y dolorosas, donde lo peor era que por mucho que me gustaría responder, no sabía que palabras decir para convencerle del mal entendido y que solo intentaba hacer lo mejor para los dos.
-No es así... Yo solo quería pasar tiempo a solas contigo, no quería que vieras a otra chica que no fuera yo-
-Y no te preocupes por eso, te aseguro que con estos chicos, no volveré a ver a ninguna chica-
Los hombres se rieron ante su cruel burla, lo cual solo me hundía y me hacia sentir más nerviosa.
-Emma... Debes estar confundida, tal vez la medicina-
-Droga, se llama droga lo que me diste y drogarme fue algo que tú hiciste, y ahora que no quiero estar cerca de ti, no vengas llorando por las consecuencias-
Las risas de los chicos cambiaron por una expresión algo sería, todos me juzgaban con la mirada, a lo cual solo supe decir.
-Yo... Yo solo quería lo mejor para la relación...-
Una risa más salió de los labios de Emma, quien dijo las palabras que más temía desde el fondo de mi corazón.
-¡A la mierda tú y tu relación! No quiero volver a verte en mi vida, ni siquiera quiero decir tu nombre, la única forma de mejorar nuestra relación es terminando; yo disfrutaré de mi vida, y tú te puedes ir a la mierda mientras le explicas a todo el mundo que fue lo que me hiciste; todos saben que eres una celosa de lo peor, así que lo mejor que puedes hacer es desparecer antes de dar la cara en la ciudad-
A este punto, no sabía cómo es que todavía no estoy llorando ante sus brutales palabras.
-Emma... Para... Debes estar confundida por la medicina...-
-No, es momento de pararte a ti y que dejes de arruinar mi vida, he perdido demasiado por tu culpa, y no pienso perder más tiempo contigo. No te molestes en volver a buscarme, qué la próxima vez no seré tan amable, has lo que quieras con tu vida y tus vacaciones, qué yo haré lo mismo con mi vida y vacaciones-
Emma no dudo en darme la espalda, escuchando un poco la conversación que tenía con esos hombres que la rodeaban.
-¿Esa chica hizo todo eso? Se veía bastante linda para ser verdad-
Dijo uno de los hombres, a lo que Emma de forma burlona la respondió.
-A mi también me engañó la primera vez, pero es una bruja controladora de lo peor, si se vuelve a cruzar en mi camino, ustedes me protegerán, ¿Verdad?-
Una respuesta al unísono de los chicos, me hizo saber que me metería en muchos problemas si intentaba volver con Emma, a quien sinceramente no puedo reconocer.
-¡Hasta luego, perdedora! ¡Disfruta de tus vacaciones!-
La escuche gritarme mientras se marchaba con su séquito de hombres, dejándome de rodillas y sintiendo impotencia ante la situación, donde no sabía si Emma cambió por culpa de la medicina y en algún momento mi Emmanuel volverá conmigo a la normalidad... O si Emmanuel esta usando como excusa volverse Emma para alejarse de mi lado... Creo que no importa mucho cual sea el caso, no puedo hacer mucho al respecto, él o ella ya tomó su aplastante decisión sobre que es mejor para nuestra relación.
Créditos a quien correspondan. |
Me gusto!
ResponderBorrarMe alegra saber que le ha gustado, 222.
BorrarCreo que es la primera vez que escribo algo así, y aunque estoy satisfecha con el resultado, no sabía que tan bien o mal podía ser aceptado un tema así.
-Nero.