-Así que... Estés es mi nuevo cuerpo... Me gusta, es mucho mejor de lo que esperaba-
Con una orgullosa y triunfante sonrisa, Víctor disfrutaba de haber intercambiado de cuerpos, dándose el gusto de ver a detalle su nuevo cuerpo frente al espejo de su baño.
-No pensé que esa aplicación funcionará de verdad, creí que solo era un juego o una página fetichista. Me alegra mucho haberle dado una oportunidad, ¡ahora tengo una interesante vida por delante!-
Sonriendo y dándose una nalgada en su nuevo trasero, Víctor estaba más que satisfecho con el intercambio de cuerpos, recordando lo rápido que todo sucedió.
Víctor era un joven de 19 años, un chico en últimos años de universidad que no disfrutaba para nada su día a día por una simple y absoluta razón.
Para él, su vida era aburrida y monótona, sin nada que lo desafiara ni nada que le interesara, lo cual simplemente lo hacía sentir aburrido todo el tiempo y que las cosas no valían la pena.
Cansado de esa situación, buscó todo tipo de maneras de entretenerse o pasar el rato, sin ninguna que logrará hacerlo disfrutar de su vida o estar orgulloso de lo que hacía.
Fue saltando de pasatiempo en pasatiempo, de actividad en actividad, de amigos y novias a muchas cosas más sin que algo fuera de su agrado, abandonando todo sin mirar atrás a lo mucho en algunos meses.
Su intento más reciente, fue el más absurdo a su parecer, pues al escuchar de una aplicación que permite intercambiar de cuerpos, decidió poner a prueba su veracidad. El joven pensó que solo era una estafa o una especie de rol play en línea, por lo que estuvo genuinamente impresionado al darse cuenta que la app swap funcionaba de verdad.
-Carolina Reyes, ese es mi nuevo nombre-
Víctor se hablaba frente al espejo, con su teléfono en mano para repasar toda la información que tenía de Carolina gracias a sus mensajes en la app.
Conoció a Carolina hace algunas semanas en la app swap, ambos congeniaron bastante rápido, y sin darle muchas vueltas al asunto, ambos aceptaron intercambiar de cuerpos permanentemente.
-Edad de 27 años, ejecutiva de una compañía bastante importante y conocida, soltera, sin hijos, con las medidas perfectas... Me sorprende que una mujer tan bella y exitosa decidiera intercambiar de cuerpos de forma permanente, supongo que decía la verdad-
Al hablar con ella, Carolina decía estar aburrida con su vida, que estudió algo que no le gustaba y que cambiaría su buena vida por el hecho de ser joven otra vez para dedicarse a lo que ella en verdad quería, algo que casualmente era la carrera que estaba cursando Víctor.
Carolina y Víctor entendieron fácilmente los sentimientos del otro, por lo que cambiar de cuerpos era algo que harían, incluso si el chico no creía que fuera posible.
Sin embargo, fue posible, era más que evidente para Víctor al mirarse en el espejo con el mismo cuerpo que el de la chica con quien estuvo hablando las últimas semanas.
Largo cabello oscuro, con una encantadora lencería qué iba a juego, además de una belleza que no necesitaba ningún filtro de la app swap para destacar. No era exagerado decir que Víctor se sacó la lotería al intercambiar de cuerpos de forma tan sencilla con Carolina, pero hasta este momento es cuando el joven se da cuenta de lo que logró fue toda una hazaña.
-No solo tengo un hermoso cuerpo, también tengo un departamento para mi sola y un trabajo con salario excelente. Ese trabajo podría ser interesante, estaré un tiempo ahí para darle una oportunidad, y si me aburro, simplemente buscaré algo nuevo-
Al pensar en sus posibilidades a futuro, Víctor sonrió de forma encantadora, viendo una vez más su cuerpo de pies a cabeza mientras negaba sus propias palabras.
-No, para nada... Algo me dice que no voy a aburrirme tan fácilmente con este cuerpo. Ahora que soy Carolina tengo un mundo nuevo de posibilidades que nunca pensé que fueran posibles, incluso si me aburro y renunció a mi trabajo, tengo tantas cosas por hacer que ni siquiera se por donde podría empezar. Eso es emocionante, nunca me había sentido de está manera-
Con miles de ideas recorriendo su cabeza, Víctor confirmaba en la aplicación estar satisfecho con el intercambio de cuerpos, despidiéndose así de la antigua Carolina que felizmente viviría en el cuerpo de Víctor de la forma que ella más quería, tal como ahora haría el chico en el cuerpo de Carolina para deshacerse se su aburrimiento y gozar al máximo de su nueva vida.
Créditos a quien correspondan. |
Que suerte
ResponderBorrarBastante diría yo, pero uno nunca sabe que depara su futuro.
Borrar-Nero.