Feliz con su novio

Cuando mi niña preciosa y pequeña me dijo que tenía novio, era algo que como su madre no podía aceptar, no lo quería aceptar, no lo iba a aceptar.

Por esa razón intenté razonar con ella y me sorprendió que a pesar de tener más de 20 años, sigue comportándose como si tuviera 2, haciendo berrinches y negándose por completo a obedecer a su madre, la cual por su edad y por ser su madre, sabe mucho más que ella y sé mejor lo que a ella le conviene, y lo que más le conviene es nunca tener novio, o al menos no en los próximos 20 años. 

Intenté de todo para que terminarán su relación: sobornos, chantaje, mentiras, engaños pero ninguno de mis amables gestos como madre parecía funcionar para que mi pequeña capacitará de que es solo una niña como para estar teniendo novio.

Así que me vi obligada a darle un ultimátum donde o ella terminaba con su novio o lo hacía yo. Para variar, mi adorable pequeña pensó que solo era una amenaza vacío y se burló de mi, tachándome de loca obsesiva y de que nada impediría que fuera feliz con su novio, cosa que tras decir, se fue de la casa para ir con su despreciable pareja. O bueno, no tanto, realmente no me importa quien sea el chico, lo que me importa es que ella no puede tener novio, y por ello yo seré quien termine por ella. 

Para conseguir mi objetivo, use un hechizo antiguo de magia, con el cual podía cambiar de cuerpos temporalmente, siempre y cuando la persona con quien haga el intercambio sea de mi familia. 

El plan era de lo más sencillo y directo, tomar el cuerpo de mi hija para romper con su novio, hacer que ella vuelva a casa para reflexionar de sus actos, y yo estar satisfecha por cuidar de mi pequeña. 

Entonces, con un plan tan sencillo y bien establecido, ¿Por qué tuve que fracasar?

El intercambio salió tal como esperaba y de repente dejé mi cuerpo para estar en el cuerpo de mi hija, quien estaba en algún lugar a solas con su novio, probablemente en su habitación. Me aleje de él y le comencé a insultar, diciendo que no podíamos estar juntos y que mi perfecta y bella madre no aprobaba la relación y que como su perfecta y obediente hija estaba terminando la relación para nunca vernos más. 

Todo iba a la perfección pero lejos de rendiste o sentirse ofendido, el chico se veía más decidido que nunca a estar conmigo, quiero decir con mi hija, jurándole amor eterno, prometiendo que se esforzaría, que sería el mejor hombre que mi hija y yo pudiéramos desear y que haría lo que fuera para estar con mi niña.

No sé cómo las cosas terminaron así, quizás y solo quizás, no es tan mal chico, me recuerda a mi difunto esposo cuando nos conocimos y todo lo apasionado que él era, me siento muy contenta de oír ese tipo de cumplidos y promesas tales como cuando era una joven adolescente enamorada.

Pero más allá de recordarme a mi marido, las hormonas juveniles o lo que sea que haya pasado, termine desnuda dándole una recompensa por ser tan buen novio y haciéndole jurar que se volvería todavía más bueno conmigo, quiero decir, con mi pequeña. 

Hacia mucho tiempo que no hacía algo como esto, y por lo que él dice, parece que mi niña nunca había intentado hacerlo, me siento sucia por usar a mi pequeña para esto pero no tanto como para dejar de hacerlo, además que ambos nos conformamos con usar mi boca ya que lo más íntimo se lo déjate a mi pequeña si es que cree tener lo necesario para lidiar con este tamaño, el cual con todo y mi experiencia me está costando bastante, pero disfrutándolo aún más para seguir esforzándome.

Aunque en realidad no importa, no importa si soy yo en el cuerpo de mi hija, mi hija en su propio cuerpo, o incluso yo en mi propio cuerpo, después de tan buen desempeño del muchacho, puedo decir honestamente que mi hija será muy feliz con su novio.

Créditos a quien correspondan.