miércoles, 20 de diciembre de 2023

La doncella del templo

Podía considerarme un hombre no religioso y que no respetaba nada relacionado con cualquier religión. Sin embargo, por azares del destino tuve que mudarme a otra ciudad para poder trabajar, ya que no tenía familia fue algo fácil pero lo difícil era estar en ese lugar, la gente era muy religiosa y creen en una especie de deidad gatuna que cuido a sus antecesores.
Me molestaba mucho eso, sobre todo porque el templo dedicado a esa deidad estaba cerca de mi oficina y siempre había gente que entraba y salía cuando miraba por la ventana.
Un día fue pésimo en el trabajo para mí y por un error fui despedido como consecuencia dejándome sin nada en esa horrible ciudad. Sin más que perder me acerque al templo, por un momento pensé en rezar e incluso había pensado unas palabras que decir pero un gato negro se me acerco a lo que respondí con enfado pateándolo lejos, eso hizo estremecer el templo y en los siguientes minutos me paso algo horrible; mi cuerpo comenzó a cambiar, de ser el de un joven oficinista al de una mujer muy joven con orejas gatunas en la cabeza, vistiendo kimono y algunos accesorios gatunos, siendo el más humillante de todos para mí uno que llevo en el cuello parecido a un collar con campana en forma de gato, puesto en los animales para sonar y ubicarlos en caso de perderse.
Desde ese momento no he podido controlar mi cuerpo a mi voluntad, este actúa como lo que conocen como doncella de templo, sirviendo únicamente para limpiar el lugar y teniendo como recompensa comida y leche de los que frecuentan el templo además de un pequeño hogar dentro del templo.
Tampoco he podido hablar desde entonces haciendo que los del pueblo me conozcan por "la doncella del templo" que ahora esta a punto de realizar un rito tradicional, para fomentar la fecundidad y el lazo especial que hay entre deidad y pueblo, la doncella del templo habrá de entregar su cuerpo a quienes quieran usarla, dando su pureza a cambio de protección para todos los creyentes.
Yo no quiero hacer esto pero mi cuerpo ha estado bebiendo mucho sake desde temprano y ahora escuchó como terminan la ceremonia afuera del templo las personas para entrar, yo o más bien mi cuerpo, se siente muy caliente y esta listo para cumplir la voluntad divina de todos los que quieran entrar y cogerme.
Sinceramente no sé que es lo que tengo más miedo; si de salir embarazada después de esto y criar a los bebés sola en el templo o volverme adicta al placer de tener sexo. Mi cuerpo se ha masturbado en unas ocasiones y se siente fantástico, ahora que será con otra persona tengo miedo que la sensación de verdad me vuelva loca y me deje deseando que esta tradición se repita más seguido.
Créditos a Chiroichi Ikemura

2 comentarios:

  1. Estoy contento de ver otra mis viejas historias favoritas de tu blog de regreso. :)

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    1. Vaya, anónimo. Debo confesar que su comentario me hizo muy feliz, no imaginaba que alguien recordará está historia con cariño. Muchas gracias por hacérmelo saber.
      -Nero.

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