Yo era un chico torpe pero normal, no era nada destacado y mucho menos popular, lo cual de hecho era lo que más quería en este mundo. Por otra parte, mi hermana mayor Yukio, era todo lo contrario a mí; sumamente inteligente y sociable, sin mencionar su cuerpo tan hermoso que causaba envidia en las chicas y deseos en los hombres pero que ella no le tomaba ninguna importancia y lo ocultaba en ropa larga y anticuada todo el tiempo como si de una abuela se tratase, siempre se quejaba de todo lo que podía conmigo hasta que un día de la nada me suplico por cambiar de lugares.
Ella quería vivir en mi cuerpo de ahora en adelante por alguna razón que sin duda ignoraba, y que yo viviera su vida, no había forma en que le dijera que no, no tenía nadie realmente cercano y había envidiado todo de mi hermana hasta ahora como para negarme ante eso aunque fuera una aparente locura de mi hermana, quien tras recitar un conjuro uniendo nuestras manos eso cambio. Nosotros cambiamos.
En pocos minutos veía a mi cuerpo sujetando las manos de mi hermana o mejor dicho mis manos, el hechizo había servido y ambos estábamos muy felices por eso, pasamos el día entero diciendo todo lo necesario para poder acoplarnos, sobre todo yo a tener tetas y algunos días complicados al mes pero fue cuestión de tiempo para que eso se volviera normal y que hasta cierto punto cada uno tomará todas las decisiones que quisiera sobre su cuerpo y vida que ahora tiene.
Llevamos casi medio año así, mi hermana o mejor dicho mi hermanito, ya tiene una linda novia y en la escuela le va mejor que antes ganándose un lugar en una academia privada para hombres que ahora entiendo era su meta al intercambiar de cuerpos. Yo por mi parte, sigo con mis buenas notas y con una figura aún mejor que era envidia con cualquier ropa que tenía, no usaba la ropa de anciana de mi hermana, cambiando toda esa anticuada ropa de señora por ropa más juvenil e incluso atrevida que cuando me vestía de manera sexy, como ahora, me convertía en el centro de atención en todas partes.
Justo como hoy que estoy en el yate de un compañero de la universidad en una fiesta popular a la que pocos pueden entrar, usando un blanco y apretado bikini que resaltaba mis pechos y culo, hay chicos lindos así que quizás pueda conocer alguno bueno para tener algo más, después de todo tras estar tanto tiempo en este cuerpo ya quiero saber lo que es tener un novio, sentir sus labios y caricias y quien sabe, quizás lleguemos a algo mucho más intimo así que todo lo que debería hacer hoy es lucirme tanto como siempre.
-¡Yukio, sal ya! La fiesta esta por comenzar y ya hay algunos chicos preguntando por ti-
Decía mi mejor amiga a través de la puerta del vestidor donde estaba disfrutando de verme en mi nuevo traje de baño super ardiente.
-Claro, ya voy-
Respondí y con la idea bien en mente de que yo aprovecharía más el cuerpo de mi hermana de lo que jamás ella imaginó y en todo lo que ella no quiso y que yo tanto amaba.
Créditos a quien correspondan. |
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