Pijamada feminizadora

Un grupo de chicos problema atormentaban a todos por igual en la pequeña ciudad donde vivían, los cuatro eran quienes siempre hacían cosas indebidas, logrando salirse con la suya antes de ser atrapados, esto gracias a que en las afueras de la ciudad tenían un pequeño cuarto donde siempre se escondían hasta poder volver a pasar desapercibidos después de algunos días.

Sin embargo, en su último escape cruzaron el camino con algo inesperado, una extraña neblina morada estaba en medio de su camino. Los chicos tenían que decidir entre cruzarla o ser atrapados, eligiendo prontamente todos aguantar la respiración y cruzar sin respirar la neblina. Sin embargo, la neblina Tg basta con cercanía para hacer su efecto y al atravesarla no había forma en que pudieran estar más cerca como para sentir de forma efectiva sus efectos.

Los cuatro amigos llegaron sanos y salvos a su refugio donde cerraron la puerta y empezaron a hablar entre ellos para mofarse de lo que habían hecho.

-Jajajajaja, esos tontos policías, creyeron poder con nosotros y fallaron en el intentó, así que hay que celebrar como merecemos; Finn trae las botanas, Samuel ve por algunos juegos, Gabriel asegúrate de que todas las puertas y ventanas estén cerradas, yo por lo mientras esconderé el botín-

Con sus tareas asignadas cada uno de los chicos se separó, quedando solos cuando su transformación empezó silenciosamente yendo de su ropa a su físico hasta cambiar partes de su mente, dejándolos sin forma de pedir ayuda y viéndose una vez más de una forma completamente diferente.

-Amiguitas, tome todos los dulces y chocolates que pude, espero nos alcancen para toda la noche-
Dijo Fiona, que de ser el chico más alto del grupo y con tatuajes paso a ser una chica pequeña, de cabello rosa atado en dos chonguitos y bastante infantil, la cual llegó dando saltitos y arrojando la comida sobre la cama más grande que había para proseguir quitándose el vestido rosa que llevaba y quedando en bragas y sostén blancos con lazitos.

-Creo que no deberíamos comer tanto de eso...aunque una vez al mes no hará daño y nadie podrá vernos, me aseguré de que cada puerta y ventana este bien cerrada para que ningún chico sucio pueda espiarnos-

Anunció Gabriela, quien siendo chico nunca se preocupaba por su aspecto o cuanto comía, ahora como chica pelirroja era lo que más le importaba para poder lucir su figura con escotes y mini faldas pero justo ahora se quitaría todo eso para quedar en su bra de encaje, bragas con medias y liguero de color negro.

-Me alegra oír eso, me moriría de la vergüenza si cualquier chico me ve de esta manera...se que siempre hemos sido buenas amigas pero nunca me acostumbraré a estar semi desnuda...-

Samuel de ser el chico más atrevido que se metía con cada chica en cada oportunidad que tenía, ahora que era una, Samy era una rubia extremadamente tímida y sumisa, pero por más vergüenza que le diera estar solo con su ropa interior con estampado de florecitas, se sentía alegre porque sus amigas siempre la apoyaban.

-Vamos, Samy. No tienes porque estar tan roja siempre, eres hermosa y estamos entre amigas así que nunca, nunca, nunca, dejaremos que algo malo o vergonzoso te ocurra ¿Cierto chicas?-

Malcolm nunca en su vida hubiera dicho algo así, él era el líder y utilizaba a cada uno del resto para conseguir lo que quisiera gracias a su inteligencia, por otro lado Mary conservaría su inteligencia pero ella la usaría para mejores cosas además de que sí sería una buena amiga, siendo el sostén más grande para que las amigas permanecieran unidas y siendo también quien use el sostén más grande y de paso las braguitas más ajustadas para remarcar su figura.

-Gracias, Mary. Por todo tu apoyo, junto con el de Fiona y Gaby es que me anime a elegir twister, verdad o reto y bueno...como me lo habían pedido antes...quizá hoy podríamos jugar a ser modelos como cuando éramos niñas...-

Todas dieron un grito agudo lleno de emoción seguido de abrazar a su amiga para darle las gracias y siendo Mary la primera en hablar.

-En serio muchas gracias a todas, esta pijamada será genial pero quiero empezar de una forma diferente ¿Qué tal si primero hablamos de los chicos que nos gustan?-

Ofreció la chica con lentes, teniendo gritos de emoción como respuesta, suficiente para apagar las luces y prender una vela, así era como cada una de las chicas empezaría a hablar en voz bajo de quien más les gustaba. 

Pero eso solo era el inicio, su larga pijamada apenas estaba por comenzar.

Créditos a quien correspondan.