jueves, 28 de diciembre de 2023

Método experimental

No entiendo como es que pudimos llegar a esto, antes yo era un hombre alto y fuerte, dueño de una empresa con la cual podía mantener muy bien a mi familia; mi hermosa esposa y una pequeña recién nacida. Sin embargo, todo cambió el día de nuestro viaje, íbamos ir de vacaciones a la playa por unas semanas pero la carretera se comenzó a llenar de neblina bastante densa que no me dejaba ver el camino hasta que chocamos y nos salimos de la carretera. A partir de ahí recuerdo muy poco; a mi esposa llorando, abrazando a nuestra pequeña hija, la bebé lloraba muy fuerte y yo me sentía totalmente perdido por un fuerte dolor en la cabeza que pronto me nubló la vista y me dejó inconsciente.
Lo siguiente que supe fue que desperté en un hospital, nos habían encontrado y de alguna forma nos salvaron pero muy pronto descubrí como, mi cuerpo ya no era el de un hombre mayor de cuarenta años, ahora estaba en un cuerpo de mujer; con grandes pechos, cabellera morada que me cubría toda la espalda y mucho más sensible que antes en lugares que resultaban completamente nuevos para mi.
El doctor me explicó que el cuerpo de mi esposa y el mío estaban destruidos, pero bajo un método experimental mandaron nuestros cerebros a otros cuerpos, donde para mi desgracia el mejor acoplado a mi cerebro era el cuerpo femenino y el cerebro de mi esposa quedaba perfecto para el cuerpo de un hombre más joven y musculoso de lo que alguna vez fui yo.
Para mi mujer esto también fue un shock, cuando despertó, yo fui el primero en hablar con ella y explicarle que nos sucedió junto con la mejor noticia que pudimos tener, nuestra bebé salió casi ilesa del accidente por lo que en unas semanas podríamos recuperarla. 
Esas semanas no solo eran para que ella pudiera sanar sus heridas, sino también para que tanto mi esposa como yo fuéramos a terapia para adaptarnos a nuestra nueva situación.
No quiero mentirles, este proceso fue muy difícil sobre todo por los nuevos roles sugeridos. Antes yo era quien mantenía económicamente a mi familia por mi empresa pero ahora mi cuerpo tenía cientos de hormonas que querían trabajar para mi hija, mis emociones eran un caos, yo quería seguir trabajando para ellas pero ahora no podía, debía trabajar cuidando de mi pequeña que necesitaba cuidados maternos por tener apenas unos meses de nacer y nuestro accidente, por lo que de a poco acepté mi nuevo rol como madre.
Mi esposa hizo lo mismo a su manera, sabía que ya no podía hacer algunas cosas de madre con su nuevo cuerpo entonces tomó la decisión de tomar mi puesto en la empresa para cuidarnos a nuestra hija y a mí.
Desde ese punto comenzamos con los cambios más drásticos, comenzando por llamarnos como ahora somos, a ella le comencé a hablar como hombre y ella a mi como mujer, después de todo eso somos ahora cada uno.
Mi marido fue aprendiendo como hacer mi trabajo, en oficina y fuera de esta, además de repartirse los tiempos para estar lo más posible con nosotras mientras que yo aprendí muchas cosas más; las labores domesticas como limpiar y cocinar, cuidar a mi bebé, amamantarla y lo más difícil para mí, controlar mis nuevas hormonas y llevar la cuenta de mis días de cada mes. Con el tiempo cada uno fue entrando más en su nuevo papel e incluso cambiamos un poco nuestra apariencia y personalidad, volviéndome un poco más tranquila y sumisa mientras que mi esposo se volvió más confiado y seguro conmigo, lo que me hace sentir especial.
Pero entre todo había algo que nos faltaba, todavía no damos el primer paso para tener relaciones en nuestros nuevos cuerpos, algo que estoy segura de que él lo quiere, he visto su mirada llena de lujuria cuando estoy en lencería o nos metemos a bañar pero creo que todavía no sabe si estaré bien con hacerlo, así que hoy mi propósito es aclararle esa duda.
Usando únicamente un delantal estoy terminando de preparar la cena para cuando él llegué, seguro estará agotado pero al verme así espero eso cambié.
-Cariño ya lleg....¿Cariño?¿Que haces vestida así?-
Preguntó totalmente incrédulo a lo que intente responder con dulzura.
-Esperándote por supuesto, pensé que tendrías ganas de cenar....pero también pensé que te gustaría hacer el amor-
-¿Cómo dices?-
-Cielos....es vergonzoso explicarlo aún si me ves vestida así... sé que quieres intentarlo.... incluso yo lo quiero intentar, tal vez sea pronto, apenas llevamos unos meses así pero ¿No te gustaría tener una hija más?¿O quizás un varón esta vez?-
Quise voltear con una sonrisa para ver su reacción, hasta el momento le había dejado disfrutar de la vista trasera, pero antes de poder verle la cara sentí como estrujaba mis pechos con fuerza con ambas manos.
-¡Ah!-
-Cariño, no sabes cuanto espere que dijeras eso, tenía miedo de que fuéramos demasiado pronto pero ahora...-
Comenzó a masajear mis pechos para hacerme estremecer mientras soplaba muy de cerca en mi nuca dejándome totalmente a su merced, cosa que estaba disfrutando bastante.
-Debiste decirlo antes...¡AAAHHH!...soy tu esposa y te amo, yo tampoco sabía si hacía lo correcto con esto pero ya no podía soportarlo más, quería ser tuya en la cama-
-Entonces no se diga más, yo también te amo muchísimo y te lo quiero demostrar ¿Dónde está la pequeña?-
-Dormida en su cuarto ¿Por?-
-Entonces comencemos aquí-
-¿¡EH!?-
-Sí, apaga la estufa y empecemos aquí en la cocina, terminemos hasta el amanecer en la cama ¿Te parece? Creo que a tu cuerpo sí que le gusta mi idea-
Tenía toda la razón por más vergonzoso que fuera, quería hacer el amor con mi esposo, incluso tener a su bebé además que no creía poder llegar hasta nuestra habitación para comenzar.
-Esta bien....solo se gentil-
-Por supuesto cariño, todo saldrá bien-
Susurro cerca de mi oído antes de comenzar a besarme cada vez más apasionado que antes.
Puede que nunca creyera que fuera a pasarnos esto, no entender la situación y aún así vivirla pero ahora, a pesar de todo sigo amando a mi pareja y aunque hemos cambiado de roles y cuerpos el sentimiento no ha cambiado y nunca lo hará, seguiremos siendo una hermosa familia feliz con muchas ganas de cuidarnos y crecer juntos otra vez.
Créditos a quien correspondan.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario