jueves, 14 de diciembre de 2023

El castigo de Trisha

-Vamos, déjame ir ya, aprendí mi lección-
Decía con la voz entre cortada y los ojos cristalinos la chica con anteojos, completamente sometida a Melisa, una de las tantas compañeras de clase a las que siempre molestaba.
-¿En serio? Aún si la aprendieras ¿Tú dejaste ir a alguna de esas chicas?-
No hubo ninguna respuesta por parte de Tristán o mejor dicho, de Trisha.
Cuando era chico intentaba tener "algo" con todas las chicas por su buen aspecto físico pero rápidamente las chicas lo notaron y empezaban a rechazarlo, cosa que lo enfurecía bastante.
Su nuevo plan fue chantajearlas de una forma u otra, con dinero o fotos comprometedoras de las chicas que pudo conseguir gracias a que las espiaba. Así fue como logro besar y toquetear a muchas, algunas incluso habían tenido que satisfacerlo pero sin éxito en que su chantaje se detuviera. 
Melisa, una de las tantas chantajeadas y junto con más chicas idearon un plan, juntando algo de dinero compraron un arma especial y juguetes para la ocasión. Lograron engañar al chico para que fuera a verla en el salón varias horas después de clases, ahí cuando menos lo esperó, la chica le disparó con un dardo de la pistola que lo puso de rodillas y poco a poco lo fue transformando.
Con un cuerpo bastante modesto, quizás uno o dos años menos que los que tenían sus compañeras de clase, su cabello se volvió castaño y creció hasta quedar atado en dos trenzas, también consiguió unos lentes por lo que la calidad de su visión igualmente había cambiado y por último, de pies a cabeza llevaba un uniforme escolar como el suyo pero de chica.
Aún estaba muy débil como para moverse, los efectos de la bala tardarían un rato en pasar, tiempo suficiente para que Melisa pudiera contener a la chica atándola de pies a cabeza, poniéndole una correa en su cuello y empezar así su venganza al levantar la falda de la chica para hacer de lado sus bragas y meterle un pequeño vibrador que no dudo en encender.
-Ah...por favor, quitármelo, no lo soporto, sácalo de ahí...-
Suplicaba la chica con aspecto nerd. 
-No solo tú cuerpo y tu ropa, hasta tú voz es linda, un gran cambio para la horrible persona que eras-
-Por favor...ah...lo que hice no fue tan malo...solo quería un poco de diversión...-
-¿Usando a las chicas como juguetes?...Vaya diversión...-
Melisa siguió un rato reprochando al chico, subiendo y bajando la intensidad del vibrador para su placer cada vez mayor, como para empezar a dejar sus fluidos en el piso.
-Bien, yo ya terminé contigo ¿Ves está pistola? Tómala y disparate, eso te volverá a la normalidad-
La chica le mostró el arma, dejándola a un par de mesas de distancia para luego atar la correa a una pata de la silla.
-¿Qué haces?¿Me puedes dar el arma? Al menos no me ates...con esto dentro no me puedo ni levantar.
Melisa le ignoró un poco mientras usaba el celular y cuando lo guardó le volvió a hablar.
-Cierto, gimes como toda una puta por ese pequeño vibrador. Aún así tendrás que levantarte y tomar el arma tú, tienes como 10 minutos-
-¿Por que?-
-Por que: Karina tuvo que hacerte una manada, Sofi una rusa, a Daphne la hiciste salir a la calle sin bragas ni sujetador, Daniela uso la ropa que querías y claro, tú querías que te diera unos sentones... Todas las chicas han traído a alguien; hermano, primo, amigo o demás para que tú les hagas lo mismo a todos, tardarán unos 10 minutos en llegar así que a menos que te guste la idea de ser la puta de ellos, deberías darte prisa en transformarte de nuevo, bye-
Sin hacer caso a los gritos de ayuda de Trisha, Melisa se fue del salón. Si todo salía bien para ellas, la pobre Trisha no sería capaz de levantarse y todos los chicos enviarían una foto o vídeo de cómo se han divertido con la puta de la clase.
Créditos a quien correspondan.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario