sábado, 20 de enero de 2024

Una mujer de verdad

Daniel nació siendo un chico común y corriente como cualquier otro. Sin embargo, él nunca se sintió feliz así, siendo su mayor deseo ser una chica, deseo el cual había confesado a su mejor amiga Adriana cuando eran niños pero que con el paso de los años ambos se distanciaron por ese mismo deseo que fue haciéndose posible con diversas cirugías y demás cosas volviéndose en Daniela en sus últimos años en la universidad. No obstante, su antigua amiga comenzó a despreciarlo, sentir asco de él y lo que había hecho, siendo así quien tomará la iniciativa ante el abuso contra Daniela, empezando con distanciarse o ignorarlo en la escuela y posteriormente, ella era quien encabezaba las burlas en el colegio contra Daniela burlándose de él y contándole todo la historia de como se "volvió una falsa mujer" además de enviar a sus amigos o amigas para complicarle la vida en más de una ocasión maltratándola física o psicológicamente.
Daniela mucho tiempo se había aguantado todos esos malos tratos por el cariño que le había tenido a su mejor amiga pero no fue hasta cuando mostró imágenes de su cuerpo desnudo antes de sus cirugías cuando se cansó de todo lo que le hacía, tomando así medidas para vengarse de Adriana, siendo está una droga experimental que le permitía cambiar de cuerpo inyectando una muestra de su sangre en el cuerpo de la persona deseada, un intercambio bastante simple pero que solo funcionaba una vez en las personas impidiendo que vuelvan a sus respectivos cuerpos.
Fue algo muy difícil y tuvo que planearlo por semanas pero cuando lo logró, entró a escondidas al cuarto donde dormía Adriana para usar la jeringa ya preparada despertándola en el proceso pero sin oportunidad de gritar por la ejecución inmediata del intercambio. Para cuando todo el líquido había llegado al cuerpo de Adriana, el intercambio se completo, intercambiando así los cuerpos de las viejas amigas, dejando a Daniela en el cuerpo de Adriana, y Adriana quedando en el cuerpo de Daniela que tanto odiaba.
Siguiendo su plan, Daniela ahora en el cuerpo de Adriana gritó lo más fuerte para pedir ayuda porque quería ser atacada por "la mujer falsa", siendo su llamado respondido por todos los chicos y chicas con quienes compartía residencia que de inmediato sacaron a la fuerza a su antiguo cuerpo donde Adriana estaría atrapada de por vida, por lo que ahora  su también antigua enemiga, ya no podría darle problemas de ninguna forma porque con las evidencias, testimonios y actuación de ambas pudo asegurar la expulsión de Daniela mientras ella disfrutaba una nueva vida como Adriana; podría cambiar como quisiera física o personalmente con el pretexto de que sus problemas eran por esa mujer falsa y ahora que no estaba se sentía miles de veces mejor. Algo que sin mayor problema logró.
Lo último que supo sobre su antiguo cuerpo es que la tenían en un manicomio por todo lo que decía acerca de que ese no era su cuerpo y que era Adriana, testimonios que solo hacían más y más seguro que él que se quedará más tiempo ahí. Por su parte, Daniela, o mejor dicho Adriana, se sentía muy feliz, finalmente era una mujer de verdad y aún si el cuerpo que tenía no era suyo y tenía una mala reputación había mejorado eso, ahora era conocida en el colegio por ser de las mejores alumnas, buena persona que ayuda a los demás y sobre todo buena físicamente ya que no le molestaba usar vestidos escotados o mini faldas aunque pocos chicos eran los que se atrevían a confesarse por sentirse muy fuera de su nivel. Aún así, con esas altas y bajas Adriana era muy contenta como la mujer que siempre quiso ser.
Créditos a quien correspondan.

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