martes, 16 de enero de 2024

Señora J

Yo era un gran fanático de los cómics y el amor de mi vida era el personaje Harley Quinn, ella siempre me había gustado tanto emocionalmente como por su excelente cuerpo que era envidiado por todos dentro y fuera del mundo de los cómics.
Sin duda mi mayor sueño era tenerla solo para mi en una relación como la que sostenía con el joker pero ya que eso nunca pasaría decidí hacer mi propio cómic donde Harley complaciera todo lo que el Sr. J le ordenará con un pequeño cambio en el personaje, volviendo al príncipe payaso del crimen en una princesa payaso del crimen, asemejando lo más posible todas sus características masculinas en un cuerpo tan bueno como el de su novia para una hermosa relación lésbica.
Cuando estaba por terminar de dar los últimos detalles un profundo sueño me invadió y en pocos minutos caí dormido sobre el escritorio donde trabajaba.
Al despertar pude sentir un gran frío en mis piernas, cabellos largos por mi espalda y lo más llamativo de todo era el contacto que sentía. A mí costado Harley Quinn estaba agarradando con fuerza y emoción una de mis nalgas mientras se recargaba tanto sobre mi que sus pechos oprimían un poco a los míos desde abajo y su cabeza quedaba en la parte superior de los mismos.
-Señora J ¿Qué haremos ahora? El odioso de Batman parece que nunca vendrá, nuestro plan de matarlo nunca se hará real si él nunca aparece-
Harley hablaba de manera dulce como para el tema de matar al murciélago pero eso no me importaba ahora. No sabía muy bien que es lo que ocurría pero iba tal como en el cómic que estaba dibujando, y si esto se basa en mi cómic y tengo control de mis acciones no quiero perder el tiempo con Batman.
Abrace con una de mis manos a la rubia con coletas, cosa que le sorprendió y la dejó viéndome de forma curiosa.
-¿Señora J?-
-Suficiente de buscar al murciélago por una noche ¿Aún tienes esa lencería roja de la otra noche?-
-Así es, incluso conseguí una para ti pero estabas tan ocupada que me sacaste del edificio-
Respondió ella a mí pregunta aferrándose más a mí con un tono melancólico.
-En ese caso vamos por ella y divirtámonos esta noche, si el murciélago no está aquí, seguro está divirtiéndose con la mujer gato así que ¿Por qué nosotras no nos divertimos también?-
Harley casi se ponía a llorar y se fue sobre mí unos segundos por la felicidad pero decidí quitarla de encima, ahí no era un lugar para tener sexo, además que moría de ganas de ver todo lo que había comprado para Joker y que nunca valoró, mi mejor momento para disfrutar de esto apenas acababa de comenzar.

Créditos a quien correspondan.

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