miércoles, 2 de agosto de 2023

Castigo divino

-Vaya, vaya. Entonces, estos son los humanos qué viven en la Tierra actualmente. No los veía de cerca desde la caída de la Antigua Grecia; los espartanos eran implacables, fuertes y guapos... Aunque algo salvajes para mi gusto, pero ahora que te veo a ti, me doy cuenta que deje pasar una mejor oportunidad-
¿Quién rayos era esta mujer? ¿Y por que habla con tanta arrogancia? Viéndola es innegable su belleza pero eso no le da derecho de sentirse por encima de cualquier persona, incluyéndome a mi, quien estaba de visita por Grecia y lo que quedaba de sus templos dedicados a los dioses antiguos, tomando fotos y notas de lo que veía.
Yo emprendí este viaje solo, y por lo temprano que es, no había visto a nadie más en todo el día. Simplemente, mientras tomaba fotografías y hacia anotaciones en mis diarios, esta mujer apareció y me comenzó a hablar.
-¿Disculpe? ¿Quién es?-
-Bueno, al menos tienes la educación de hablarme con respeto, pero antes de responder, tú debes presentarte-
Dijo con tranquilidad aquella mujer rubia, con flores en el cabello y que la viera por donde la viera, simplemente podía pensar o decir que era hermosa. Su belleza era tan abrumadora qué incluso ese "vestido" qué más bien parecía tela desgastada, la hacía ver como la mujer más hermosa del planeta. 
Seguramente ella es consciente de su belleza y por ello habla con tanta arrogancia. No obstante, sea cual es su motivo, no pienso soportarla mucho tiempo. 
-Mi nombre es Orlando, solo soy un turista qué quería conocer estos lugares, ¿Tú quien eres?-
Mi respuesta pareció no gustarle a la mujer que suspiro y señaló. 
-"Usted" quisiste decir, que sea amable, no implica que me debas rebajar a tu nivel-
La respuesta que ella me dio, me hizo apretar un poco los dientes antes de preguntar otra vez. 
-¿Y que tú te crees para exigirme tanto a cambio de tan poco?-
Una vez más ella suspiro, sus suspiros eran especialmente molestos, sonaban lleno de lastima y condescendencia, como si de un animalito tonto se tratara y que no castigaba por la misma pena que le producía el solo verlo de esa forma. 
-No me creo, soy la diosa Afrodita. Y soy consciente de que las cosas en el mundo han cambiado, ustedes humanos ya no veneran como es debido a las deidades más antiguas como yo. Si cuando compartíamos lazos con ustedes, destruyeron todo a su paso, ahora que les interesan otras cosas, es natural que sean ignorantes de su historia-
Afrodita-Record of Ragnarok
Ella habla con una arrogancia y soberbia qué rosaban lo ridículo, como si ella fuera la perfección absoluta... Bueno, incluso si su cuerpo fuera perfecto, su personalidad dejaba mucho que desear, por no mencionar los sinsentidos qué decía. 
-¿Tú? ¿Afrodita? Debes estar jugando, ¿En serio quieres que crea que estoy hablando con una diosa?-
La supuesta afrodita, con un suspiro y sonrisa arrogante volvió a hablar. 
-No, en realidad no me importa lo que quieras o creas. Lo único que importa es que tomaré prestado tu cuerpo un rato; he estado tan ocupada cuidado de la naturaleza qué ustedes arruinan, qué termine descuidando un poco del amor que puedo dar y recibir. Naturalmente, yo soy la única digna de disfrutar mi cuerpo de diosa, por lo que tomaré tu cuerpo un momento para asegurarme que sigo siendo tan buena diosa del amor como siempre lo he sido-
Para este punto, por muy confiada qué esa chica pueda sonar, simplemente la ignore y seguí con lo mío, pensando que eras un nuevo tipo de estafa o algo parecido. 
-Tú... ¿De verdad estas dándome la espalda?... Vaya insolencia-
Su tono gentil y condescendiente de hablar estaba acumulando algo de ira, pero poco me importó y la seguí ignorando hasta que fue demasiado tarde. 
-Eso me pasa por ser bondadosa con una criatura tan irrespetuosa como tú. Por ello, este es tu castigo divino-
Antes de poder voltear y pedirle que se vaya, todo se oscureció; recuerdo caer de rodillas y luego al suelo, mis ojos no veían nada más que oscuridad hasta que quede inconsciente a los pies de esa mujer. 
-Pero... ¿Qué me ha pasado?-
Pregunte al despertar en la enorme cama de un blanco palacio, era como si aquel templo en ruinas qué visite volviera a la vida, y a quien todos prestaban atención era a mi. 
Pechos tan grandes que rosaban el ridículo pero sin duda eran naturales, una delgada y perfecta cintura qué se cruzaba con un trasero y muslos de ensueño, mi estatura cambio a una más pequeña y mi rubio cabello con flores tapaba mi visión. 
No había duda alguna, yo estoy en el cuerpo desnudo de aquella misteriosa y problemática mujer. Me había convertido en una chica, y si ella decía la verdad y es la responsable de esto. 
-¿Significa que si ella es Afrodita? ¿Ahora soy Afrodita?-
Me preguntaba aun incrédulo de la verdad, pensando que todo esto era un mal sueño y que en cualquier momento iba a despertar, algo que no iba a suceder de nuevo. 
Ya he despertado, y lo hice en este cuerpo, un cuerpo digno de una diosa, en un palacio para una deidad. 
Una situación imposible y que aun no puedo asimilar, en especial porque alguien ha llamado a la puerta. No estaba seguro de que decir o hacer y todo lo que pude responder fue. 
-¿Quién es?-
La respuesta de quien es esa persona, la conocí cuando abrió la puerta.
Afrodita-Record of Ragnarok

2 comentarios:

  1. No puedo esperar por saber que pasa más adelante 😃

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    1. Muchas gracias por comentar, anónimo, Me hace muy feliz saber que a alguien le pareció llamativa está historia, me esforcé un montón, y en los próximos días estaré publicando la siguiente parte.
      -Nero.

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