lunes, 14 de agosto de 2023

Castigo divino FINAL

-Muy bien, muy bien, corazón. Lo estás haciendo asombroso, ¿mis pechos te gustan tanto? Ya siento que viene algo-
Dije con total tranquilidad, incluso algo de soberbia al animar a Orlando a terminar en mis pechos, tal como si de una madre animando a su hijo a dar sus primeros pasos se tratara; para mi me parecía de lo más tierno del mundo pero Orlando estaba lleno de rabia, al punto que parecía una bestia. Una bestia agotada y en sus últimos respiros.
-¿Ah? ¿Ya terminaste? Si recién estaba comenzando, ni siquiera pude utilizar mis pezones-
Un suspiro de decepción salió de mis labios al sentir un poco de líquido caliente ser disparado a mis pechos, pero no como la primera vez que Afrodita me cogió, está ocasión apenas y salió algo, por no decir que fue mucho más rápido y más que sorprendente, decepcionante.
-Una lastima, supongo que hasta aquí has llegado. Después de todo, un simple humano no puede ponerse al nivel de una diosa-
Tras esas palabras que lejos de consolar, solo hacían enfurecer a Orlando, él me respondió.
-¡Déjate de bromas, humano! ¿Cómo es esto posible? ¿¡Como!?-
Los gritos y desesperación de Afrodita en mi cuerpo eran desgarradores, pero ya no como antes, ahora apenas y me grita, por no decir que ni siquiera se puede poner de pie.
Afrodita-Record of Ragnarok. Créditos en la imagen
-Orlando, es muy riesgoso para ti que sigas con esto, ¿Sabes? Es dulce que lo intentes pero un mortal no puede competir con una diosa, a este paso terminaras desmayado; el sexo es una actividad física agotadora, y te has corrido un montón de veces, tu cuerpo no podrá con el cansancio-
Mis palabras eran dulces pero tenían un significado especialmente humillante y doloroso para la diosa Afrodita, quien tras no lograr hacerme tener un orgasmo en su cuerpo, ella lo intentó, y lo intentó, y lo intentó sin éxito alguno. Ella utilizo cada posición, cada maniobra, cada recursos qué como diosa del amor pudiera conocerme para hacerme sentir la cima del placer en su cuerpo, pero simplemente no lo logró; yo lo disfrutaba pero no tanto como para llegar al orgasmo, mientras que ella en mi cuerpo, hace mucho perdí la cuenta de todas las veces que se corrió, dentro o fuera de mi cuerpo, agotando su energía tras cada intento.
Aquella diosa lo siguió intentando, quería completar su ritual antiguo cueste lo que cueste. O tal vez ella quería hacerme pagar con un castigo divino al no haber tenido un orgasmo, supongo que la diosa del amor sea incapaz de hacer tener un orgasmo a su propio cuerpo controlado por un humano, era algo que pegaba de lo más duro en su orgullo el cual intento recuperar sin éxito alguno. Al menos no hasta el momento pero dudo mucho que con las pocas energías qué le quedan, sea capaz de lograr su ambiciosa meta.
-Te lo juro, sucio humano. Si te atreves a irrespetarme una vez más, yo-
-Sí, sí, tu me darás un castigo divino o lo que sea-
Interrumpí las palabras de la rubia en mi cuerpo, al usar sus enormes pechos para seguir envolviendo, acariciando y estimulando su miembro masculino, comentando algo que me pareció gracioso.
-Vaya, ya ni siquiera te pones duro, pequeño humano. Es obvio que he sido demasiado-
Afrodita tensaba su cuerpo, soltaba gemidos y sin previo aviso, una vez más terminaba en mis pechos, algo que me hizo reír porque la situación era más que obvia.
-Basta, por favor. Ambos sabemos la realidad, he ganado, Orlando-
Esas palabras fueron algo que la diosa no me pudo negar. 
-Orlando, una pregunta. Ya que has fallado en tu objetivo, ese ritual extraño qué decías, ¿Qué sucederá?-
Afrodita, derrotada en el cuerpo de un humano, solo desvió la mirada, suspiro y me contó todo.
Afrodita-Record of Ragnarok
-Muy bien, plebeyos. Su diosa quiere tomar un relajante baño antes de complacerlos-
Tras decir mi orden, mis sirvientes me desnudaron con cuidado, prepararon el agua y lavaron por completo mi cuerpo de la manera más perfeccionista qué cualquiera pudiera imaginar. Era increíble pero lo mejor era cuando entraba a la enorme tina con agua caliente para mi sola, era como tener una piscina privada en la cual solo me acuesto, me lavo o tengo algo de diversión en compañía o en solitario.
-Al final, las cosas me resultaron de maravilla-
Me decía a mi misma al entrar en la tina para descansar y relajarme, mientras mi servidumbre esperaba desnuda y con emoción al momento en que yo estuviera lista para darles una ligera recompensa, satisfaciendo sus deseos carnales con mi cuerpo perfecto, nadie mejor que la diosa Afrodita para encargarse de esto.
-Y ahora soy Afrodita-
Me decía a mi misma una vez más, sonriendo con satisfacción mientras pensaba en como mi vida cambió tanto en apenas unas semanas.
Ya qué una vez que Afrodita intercambio de cuerpos conmigo para su ritual, y fracasó, no pudo volver a la normalidad.
Básicamente su soberbia y arrogancia fue lo que la condenó, usó sus divinos poderes para hacer el intercambio, y una vez en mi cuerpo podía volver a la normalidad bajo una condición. No obstante, al no lograr hacerme llegar a un orgasmo, el ritual era un fracasó y forzó tanto sus límites qué cuando quiso regresar a su cuerpo, no tenía las fuerzas necesarias para ello, agotando todos sus poderes de diosa para quedarse solo con el cuerpo y características de un humano promedio.
-Puede que la única que recibió un castigo divino, fue la antigua Afrodita, y dicho castigo vino de si misma-
Me decía a mi misma con una ligera sonrisa, tras haber ganado una disputa a una diosa, que ahora había perdido su estatus como deidad.
Afrodita-Record of Ragnarok
La única opción que le quedaba a Afrodita para volver a su cuerpo y vida de diosa, era pedirme a mi que usará los divinos poderes de su cuerpo para regresarla, algo que me negué. Después de todo lo que viví como mujer y como diosa, ¿Por qué motivo volvería a mi vida ordinaria? No había nada que valiera la pena, y no dejaría esta nueva vida que fue un regalo de los dioses.
Mi única y gentil oferta como agradecimiento para la antigua diosa, era perdonarle la vida.
Ella era libre de poner fin a su vida y ser enviada al tártaro, aceptar su nueva vida como Orlando y vivir como una humana, o volverse uno más de mis leales súbditos para quedarse como uno más de mi servidumbre en el olimpo.
Afrodita lo pensó mucho pero, su única y última decisión, fue volverse parte de mis súbditos con la ciega esperanza de un día recuperar su cuerpo.
Aún me sorprende su determinación, de pasar de ser una diosa a servidumbre, incluso le hice afeitar, vestirse y actuar como el resto de mis sirvientes de los cuales no distingo uno del otro. Toda esta humillación la aceptó con la inútil idea de algún día volver a la normalidad, cosa que juro por los dioses no pasará.
De hecho, ni siquiera es algo personal, le guardo mucho cariño a la antigua Afrodita, y si por aluna razón la reconozco, intentó ser gentil como muestra de gratitud por otorgarme la vida de una diosa. Misma que disfrutó y protejo a capa y espada, ni el mismísimo Dios de la guerra podría oponerse a mi si de defender esta vida se trata.
Para eso, usaré mis dos mayores armas qué sólo como humano pude experimentar; la voluntad de nunca rendirme y el aceptar mis errores para aprender de ellos. Con esas cosas que tanta falta le hicieron a la antigua Afrodita, ella hubiera seguido siendo una diosa y no mi sirviente sin nombre.
Yo no pienso cometer esos errores, y no voy a subestimar a mi querida humanidad.
Después de todo, el ritual qué fracasó la última vez, yo lo llevaré con éxito de una forma que no ponga en riesgo mi valioso y perfecto cuerpo.
Haré lo que sea para conservar esta vida, y sea quien sea la persona que intente quitármela, sentirá un inolvidable castigo divino por parte de Afrodita, la más grande diosa de todas.
Afrodita-Record of Ragnarok

2 comentarios:

  1. Wow me encantó reina 👑 definitivamente eres la mejor escribiendo historias body swap sobre todo con es final espectacular en dónde ambos obtuvieron su recompensa y castigo.

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    1. Muchas gracias por comentar, anónimo. No creo ser la mejor, pero me hace muy feliz que alguien más lo crea un poco. Gracias de todo corazón, espero haya disfrutado de está historia.
      -Nero.

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