jueves, 17 de agosto de 2023

La pervertida

Desperté sin saber que demonios me pasaba, yo me fui a dormir por la noche y hoy en día desperté en el cuerpo de una niña que cuando mucho sería mayor de edad sin tener la menor idea de quien era o donde estaba.
En mi intento de saber que me ocurrió, empecé a revisar lo que parecía el departamento de la chica pero lo único que encontré fue cosas de la escuela y mi ropa. De alguna manera logré ponerme una falda y blusa para no seguir en ropa interior y de cierta manera violando la privacidad de este cuerpo que apenas y conocía.
Paso el rato sin dar ningún buen resultado hasta que alguien llamó a la puerta y que sin pensarlo fui a abrir solo para ver a un chico pelinegro que de inmediato me besó en los labios y me abrazaba desde mi trasero por debajo de la falda. Naturalmente me lo quise quitar de encima pero fue inútil, con este cuerpo que aceptaba eso, no podía hacer nada más que desear que se quitará de encima lo más pronto.
-¿Quien es mi pervertida favorita?-
-¿Eh?-
-No te hagas la tonta, cielo. Sabes que tienes que decir que eres tú-
-¡Ni loca!-
-Sí no dices lo que quiero oír, nos iremos de paseo-
-No hay forma de que diga algo así, idiota-
Dije con mi aguda voz de chica al que parecía ser el novio de esta chica o al menos alguien con quien tiene una relación tan cercana como para besarla, tocarla y decirle que respondiera a como él la llamaba.
-Entonces no tengo de otra-
El chico rápidamente impuso su fuerza contra mi y me desnudo arrancándome la ropa y arrojándola por todo el lugar hasta llegar al dormitorio donde me arrojó a la cama mientras sacaba una caja de debajo de la cama. Me quede congelado al ver que había, eran muchos juguetes eróticos que parecían ser usados en este cuerpo y por las condiciones, sobre mi ahora que estoy en este cuerpo.
-N-no, no uses eso-
-¿Entonces que dirás?-
Mi estúpido orgullo pudo más que el resto en esos instantes y preferí quedarme callado a lo que el pelinegro suspiró y prosiguió con lo que hacía, intente defenderme pero a su lado parecía una niña pequeña y con suma facilidad fue tomándome para ir haciendo amarres de bondage en mi cuerpo actual, sellando todo su trabajo poniéndome un collar rojo que me jalaba por la cadena que tenía conectada, todo eso ya me hacía bastante sumisa pero por su fuera poco el cuerpo reaccionaba muy bien por todas las cuerdas, le gustaban y se empezó a mojar dejándome sin ninguna forma de ocultarlo.
-Ni siquiera hemos comenzado y ya estas mojada, sí que eres una pervertida-
No podía decir nada por frustración y que seguramente gemiría antes de siquiera terminará una oración por lo que de nuevo me quede en silencio viendo al chico.
Él empezó a caminar jalándome por mi cadena, con cada paso que daba para no caer sentía como las cuerdas rozaban y apretaban todo mi cuerpo; mi entrepierna se humedecía y con cada paso mis pechos rebotaban hasta donde la cuerda se los permitía pero lo que más me preocupaba era que de verdad se veía decidido a sacarme así.
-¿¡Qué crees que haces!?-
-Lo que dije, como no quieres admitir la verdad, como castigo te llevaré de paseo-
No parecía que fuera broma ni que tuviera un límite con cada paso más cerca de la puerta que nos llevaría fuera de la residencia a lo que con algo de pánico me tuve que rendir para no seguir con esa humillación.
-¡De acuerdo!¡De acuerdo!¡Soy tú pervertida favorita!...¿Ahora podrías soltarme?-
Hubo un rubor innegable cuando dije eso y en cuanto abrí los ojos vi como el chico se me acerco para acariciar mi cabello.
-Así se hace, bien ahora podemos comenzar-
Dicho eso dio media vuelta y empezó a caminar hacía la recamara nuevamente pero yo para no quedarme con esa duda pregunté.
-¿Comenzar con que?-
-¿No es obvio? Con el sexo, ya que eres una pervertida que incluso se humedeció sin importar estar desnuda con cuerdas en su cuerpo lo menos que puedo hacer es calmar tus deseos así que date prisa-
Ni siquiera pude quejarme, con el último tirón que dio a la cadena interrumpió mi débil intento de pararlo y no tenía oportunidad de escapar. creo que solo me queda esperar que sea gentil en la cama conmigo, después de todo será mi primera vez teniendo sexo como mujer pervertida.
Créditos a quien correspondan.

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