martes, 15 de agosto de 2023

Un día en la playa

Kass era un joven estudiante que pasaba todo el día y noche estudiando, aunque no era por elección, sus padres le exigían demasiado cuando no era necesario y como consecuencia siempre estaba haciendo algo para el colegio, dándole una nula vida personal como salir con amigos o al menos tener amigos y una pareja. El colegio era su vida.
Una noche, exhausto de tanta tarea de la cual no llevaba ni la mitad, cayó rendido a dormir sobre su escritorio con algunos vagos pensamientos de poder descansar un día en la playa.
Para su sorpresa, sus deseos se hicieron realidad pero no como esperaba, abrió los ojos por el sol que le daba en la cara y la suave brisa del mar que se oía de fondo, era un lugar de ensueño con una vista maravillosa que inspiraba paz y tranquilidad. No obstante, no todo era perfecto, en cuanto se quiso levantar se dio cuenta que ese cuerpo no era suyo. Era una asiática joven de cabello claro, que solo usaba una blusa y sus pantis transparentes azules tal como el mar que le rodeaba.
Era muy extraño y algo vergonzoso ser mujer, en especial por su vestimenta; le dolía un poco la espalda por el pecho tan grande y en su delicada piel le daba más fuerte el sol. No obstante de las obvias diferencias en un cuerpo ajeno, tenía por delante el mar que había querido visitar desde hace mucho tiempo y era mucho mejor de lo que jamás pudo imaginar.
En un comienzo se movía torpemente, no estaba acostumbrado a ese cuerpo pero con el paso del tiempo supo controlarse mejor, inclusive le tomó el gusto a hacer rebotar sus pechos y sacudir sus caderas mientras corría de un lado a otro por la playa o el mar. Y por encima de todas las cosas, disfrutaba de su asombroso día en la playa con ese sensual cuerpo que levantaba bajas pasiones al ser visto o mejor dicho vista así.
No le importaba en lo absoluto volver a su cuerpo, si se quedaba así por siempre no se quejaría, solo le faltaba conocer a algún chico atractivo y con dinero el cual pudiera hacerse cargo de ella y las necesidades que poco a poco su cuerpo le empezaba a pedir pero eso lo dejaría para después, ahora seguiría disfrutando de la playa que tenía para ella y de su cuerpo hasta caer la noche.
Créditos a quien correspondan.

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