martes, 20 de agosto de 2024

Un cambio en el plan definitivo

-¿Ya se largaron?, ¿Ya se fueron?-
-No, todavía no, pero no deberían tardar. Esos idiotas están jodidos-
    Decía con orgullo y malicia el hombre de familia, que miraba por la ventana junto a su esposa, como un par de delincuentes eran arrestados; el sonido de las alarmas policiales junto a las distintivas farolas de los carros de policía podían verse y escucharse a la perfección a varias calles de distancia; así que la pareja, como vecinos de los criminales, podían ver con lujo de detalle todo lo que acontecía.
    De un momento a otro la puerta principal fue derribada, pasando algunos minutos con gritos e instrucciones del departamento policiaco que tras varios minutos, salieron con los criminales aprensados; una pareja de problemáticos rufianes que intentaban resistirse al arresto, diciendo cosas sin sentido que nadie de la fuerza policial tomó en serio; después de todo, los criminales dirían cualquier cosa con tal de salir impunes, y este par de delincuentes no era la excepción.
-¡Los tienen!, ¿Lo ves?, ¡Los jodidos maderos se los están llevando!, ¡No sospechan nada!-
    La emoción al hablar era evidente en la mujer, quien gritaba y casi se ponía a saltar al ver que los criminales finalmente eran detenidos por todas sus fechorías. Sin embargo, el hombre de la relación no titubeó en regañar y calmar a su mujer.
-¿Quieres cerrar la puta boca? Hemos llegado muy lejos con este plan como para que vengas a arruinarlo, imbécil. Solo falta que grites quien eres en realidad-
    Las duras palabras del hombre controlaron de inmediato a la mujer, que se quedó en silencio para seguir espiando por el rabillo de la ventana como la pareja de delincuentes eran ingresados en una patrulla para seguir con su arresto.
    Nuevamente, la pareja de criminales intentaba salir impune, diciendo que ellos no eran los responsables de los robos, incluso decían que esos no eran sus verdaderos cuerpos, pero nada de lo que decían parecía ser importante para los protectores de la justicia que metieron a los delincuentes en una patrulla para llevarlos a la comisaria. 
    En cuestión de minutos todo el ruido y luces provocados por el trabajo de la policía empezaba a desaparecer; las patrullas se dispersaban; sus sirenas se apagaban, los agentes se largaban y así, la feliz pareja se abrazó y comenzó a celebrar que su plan fue un completo éxito con el cual si tenían cuidado, ya se habían resuelto la vida al deshacerse de los criminales.
-Ahora sí, ¿Verdad?, ¿Ya está hecho?-
     Preguntaba la mujer a su pareja, dando juntos un último vistazo, asegurándose completamente de que no quedaba policía, paramédicos, cámaras o cualquier cosa que pudiera arruinar sus planes.
-No queda nada, sin duda está hecho, ¡Hemos ganado!, ¡Nuestro plan ha funcionado!-
    Fue la respuesta llena de emoción del al anunciar su victoria y la de su buen amigo, tras ambos haberse librado de ir a la cárcel, dejando sus cuerpos originales atrás a cambio de un asombroso futuro lleno de riquezas por todo el esfuerzo que ambos hicieron.
Créditos a quien correspondan.
        Los criminales conocidos como "El Tabu" y "El Mochomo" eran unos problemáticos delincuentes de perfil bajo, un par de criminales que a pesar de su historial, rara vez veían las consecuencias de sus actos al huir o encontrar la manera de destruir toda evidencia que los pudiera incriminar, la gente sabía que ellos no eran muy buenas personas, pero no tenían más opciones que evitarlos y esperar que algún día ellos mismos cometieran un error para que finalmente pagaran por sus crímenes.
    Su último plan, "el plan definitivo" era el más ambicioso que nunca habían tenido, con un enorme riesgo de pasar el resto de sus días en la cárcel, pero que de hacer funcionar, ambos tendrían resuelta la vida para siempre. 
    Tabu y Mochomo dedicaron meses en robar todas las tiendas que podían; llevándose dinero, joyas, juguetes y videojuegos; mientras las cosas fueran valiosas ellos las robarían, y si los juguetes o videojuegos eran nuevos o llamativos también se los llevarían para ganarse la confianza de un aliado que haría funcionar su plan.
    El par de criminales se hicieron "amigos" de Jorgito, un pequeño niño del vecindario que confiaba en ellos, ya que los delincuentes se esforzaban por ser amables con el niño, dándole todo tipo de juguetes, videojuegos o golosinas, a cambio de que el niño escondiera en su casa todo lo que los delincuentes se llevaban. 
    Que sus vidas, sus robos, su dinero y todo su plan dependiera de un niño no era algo que hiciera muy contento a Mochomo, sin embargo, exactamente por lo absurdo que era confiar por completo en un niño, es que Tabu pensaba que su plan iba a funcionar. Y lo hizo.
    Cada que los delincuentes completaban un robo, llevaban "bolsas de tesoros piratas o de fantasía" para que el niño fuera su "guardián", y a cambio de su valiente ayuda, el niño ganaba juguetes, videojuegos o lo que él pidiera, tan solo por ocultar los tesoros de sus amigos y no contarle a nadie lo que estaban haciendo.
    Una vez que los criminales estaban satisfechos con todo lo que robaron, y que estaban seguros de que Jorgito era un chico con el cual podían contar, decidieron comenzar su siguiente fase del plan.
    Para ello, Tabu y Mochomo le dijeron a Jorgito que sería un placer para ellos convertirse en su papá y mamá, para jugar con él todos los días, para comprarle todo lo que quiera, y para ser los mejores amigos por siempre, una idea muy prometedora que Jorgito quería volver realidad. Afortunadamente para Jorgito, había una forma de hacer eso realidad, pues el Tabu y el Mochomo habían conseguido un par de pócimas muy especiales, que si hacía que sus papás las bebieran, un día sus dos mejores amigos, se convertirían en su papá y su mamá para cumplir con todo lo que le prometieron.
    Ese día finalmente había llegado, ya que los criminales fueron sorprendidos por una patrulla de policía que se las arregló para arrinconarlos y encerrarlos en su escondite, no tenían escapatoria, al menos no con sus auténticos cuerpos. A los hombres les hubiera gustado quedarse un poco más de tiempo con sus verdaderos cuerpos, pero llegados a la situación que estaban, ambos se atrincheraron en su escondite, armándose de valor y esperando volver a verse en un par de cuerpos diferentes tras beber las pócimas, lo cual sin duda, había funcionado.
-¿Lo ves?, ¡Te dije que esto funcionaría! Tuvimos que hacer el cambio antes de lo previsto, pero todo ha salido a la perfección; ahora tenemos todo el dinero que Jorgito ha escondido para nosotros, y tenemos los cuerpos de sus padres que son más jóvenes que nosotros-
    Decía con alegría el Tabu, ahora con el cuerpo juvenil de Víctor, el antiguo padre de su pequeño amigo mientras festejaba con el Mochomo, quien ahora tenía la identidad de Kathia, la madre de Jorgito.
-Para mi mala suerte me tocó a mi ser la mujer, la perra es algo sexy pero no me emociona demasiado ser una mujer, ¿Sabes?-
    Aunque la alegría era evidente en ambos, también podía verse la decepción del delincuente que ahora tenía el cuerpo de una madre joven.
-Bueno, discutir por un cuerpo sería una perdida de tiempo entre nosotros, así que lo dejamos a la suerte para que Jorgito le diera la pócima que quisiera a cada uno de sus padres. Cuando nosotros usamos la otra parte de la pócima, cambiamos de cuerpo con la persona que bebió la primera parte-
-Lo sé, lo sé, pero sigue siendo raro. Sabes que me gustan las tetas grandes, pero tenerlas pegadas a mi cuerpo será un cambio-
    Sin cuidado ni delicadeza el sujeto apretaba sus nuevos pechos y hacía énfasis en su nuevo cuerpo, lo cual hizo pensar a ambos un poco más en toda la situación.
-Ya lo imagino, pero ¿Qué prefieres?, ¿Tener tetas o estar en la cárcel?-
-Por supuesto que prefiero las tetas, Tabu. Solo déjame recordar que hasta hace poco era un hombre... ahora me llamo Kathia, ¿Verdad?-
-Sí, y yo me llamó Víctor, y juntos tenemos un hijo-
-Jorgito-
    La pareja hablaba de forma precisa, reflexionando y pensando que harían a partir de ahora.
-Primero hablemos de nosotros: solo cuando sea necesario actuaremos con pareja; nada de besos, abrazos, sexo o dormir juntos, solo haremos lo que haga falta para que nadie sospeche de quienes somos en realidad-
-Estoy de acuerdo, te quiero mucho, amigo, pero todavía no estoy listo para dejar que me la metas, ¿Sabes? Por ahora quiero hacerme a la idea de que está es mi vida, nuestra vida-
    De una forma directa y hasta algo vulgar, los antiguos delincuentes quedaban de acuerdo sobre que harían a partir de ahora con sus nuevas vidas, acordando que por ahora mantendrían las distancias de "cosas de pareja" por lo raro que sería estar haciendo todo eso con su amigo.
-Entonces hay que hacer lo mejor que podamos para encubrirnos, ¿y si nos largamos? Tenemos tanto dinero que podemos ir a cualquier lado-
    Proponía Mochomo una idea interesante pero que antes tendrían que pensar un poco más debido a un pequeño detalle.
-Mudarnos sería perfecto, comenzar de nuevo donde nadie nos conozca, no es algo nuevo para nosotros pero... ahora tenemos un hijo, ¿Recuerdas?-
    Aunque un rastro de decepción apareció en la pareja, rápidamente se esfumó, al estar de acuerdo en algo que habían pensado y prometido desde hace tiempo.    
-Cierto, Jorgito. Al principio me daba miedo tener que confiar mi vida en él, pero nos ha ayudado, tiene todo nuestro dinero escondido, incluso nos entregó los cuerpos de sus padres a cambio de juguetes y cosas valiosas... es algo inocente pero es un buen chico-
    Decía Mochomo, aún acostumbrándose a su nueva y femenina voz.
-Sí, yo mismo tenía mis dudas pero mira que lejos hemos llegado con su ayuda... ese mocos se merece algo mejor-
    Dijo el Tabu, haciendo que la habitación se llenara de silencio de nuevo antes de hablar.
-Perdón, tal vez me estoy poniendo hormonal o una mierda así... pero no quiero que ese niño termine como nosotros, Tabu-
-Ni yo... supongo que podemos esforzarnos... Las calles no olvidan, le hicimos una promesa a ese mocoso, y además de mimarlo, supongo que podemos intentar ser buenos padres para que no termine como nosotros... nuestros anteriores "nosotros"-
-¿En tus planes estaba encariñarte con el mocoso?-
    Pregunto de manera burlona Mochomo, a lo que su pareja no pudo contener la risa y responder.
-Tenía pensado venderlo o tirarlo, pero Jorgito sabe ganarse el cariño de las personas, incluso nosotros que somos unas mierdas estamos preocupados por él y le hicimos una promesa-
-Sin saberlo, ese niño nos ha jodido-
    La complicada pareja no podía hacer más que reír ante la encrucijada en la que estaban metidos, y en la cual solo parecía haber una solución.
-¿Qué tal si lo hablamos con él? Él sabe lo del cambio de cuerpos y el dinero, podríamos hacer algo bueno por una vez, empezar nuestras nuevas vidas con el pie derecho-
-"Hacer algo bueno"...-
    Se repitió Mochomo antes de asentir.
-Supongo que podemos intentarlo, peores cosas de las que ya hemos hecho hay pocas, solo queda mejorar, ¿No?-
    Antes de que la pareja pudiera seguir conversando sobre que harían en su futuro, unos pequeños y veloces pasos se escuchaban en la segunda planta, corriendo para bajar la escalera y llegar hasta la sala donde estaban Víctor y Kathia.
-¡Papá!, ¡Mamá!, ¿Son ustedes?, ¿¡Se llevaron a mis amigos!?, ¡Tengo que ir a ayudarlos!-
    El niño se apresuraba en ponerse las zapatillas y un abrigo, dejando incrédulos a la pareja de criminales por lo que Jorgito estaba haciendo, pues nunca antes alguien había intentado ayudarlos. Solo era un crio, un mocoso que no tenía nada, y aún así, estaba listo para salir corriendo a la comisaría en rescate de sus amigos.
-¿A donde crees que vas, Jorgito?-
    Preguntaba Kathia, obteniendo una pronta respuesta.
-¡Por mis amigos! No son tan malos como piensan, solo son algo torpes pero son buenos-
    Víctor hizo un esfuerzo por no reír y Kathia ciertamente estaba sin palabras, incrédulos de que ese niño causará una diferencia considerable en su plan, una diferencia que entre más pensaban, no era tan mala.
-¿A quienes llamas "torpes", mocoso? Además, es un insulto para nosotros que pienses somos fáciles de capturar-
    La forma de hablar de su padre hizo que el niño se sintiera confundido, acercándose un poco a la pareja para preguntar.
-¿Ustedes son?-
-¿Tus mejores amigos?, ¡Por supuesto! Pero ahora puedes llamarnos mamá y papá, mocoso guardián-
    La extraña muestra de afecto de Tabu hizo que los ojos de Jorgito se llenaran de emoción antes de abrazar a sus nuevos padres, quienes una vez más, estaban más seguros del cambio que harían sobre sus planes en su nueva vida,
-¡Lo lograron!, ¡Me alegra mucho que estén bien!, ¿En serio son ustedes?-
-Sí, somos nosotros, Jorgito. Mañana te explicaremos bien que fue lo que pasó, pero ¿Qué tal si nuestro querido guardián nos entrega nuestros tesoros que protegió todo este tiempo? Usaremos un poco del botín para cenar pizza-
    Prometió Mochomo, metiéndose poco a poco en su papel de madre, una más atenta y permisiva que la autentica Kathia, algo que sin duda emocionó a su nuevo hijo.
-¡De inmediato, jefe!...¿o jefa?...¿mamá?-
    Pregunto confundido el niño sin saber muy bien como llamar a su antiguo amigo que ahora luce y actúa como su madre.
-Llámame, mamá. Ya hablaremos esos detalles cuando cenemos, ¿Pizza está bien o te gustaría otra cosa?-
-¿Pizza con helado?-
    La pareja de adultos se miró un momento antes de asentir.
-Solo por está vez, hijo. Cumpliremos nuestra promesa y te compraremos los juguetes que quieras por ayudarnos, pero también vamos a cuidarte, con algo de suerte mejor que como lo hacían tus padres-
    Amenazó de forma bromista Mochomo, viéndose sorprendido por la amable respuesta de su nuevo hijo.
-¡Eso será sencillo! Mamá y papá nunca estaban en casa, así que con estar conmigo ya harán un mejor trabajo-
    Tras esas palabras Jorgito salió corriendo al piso de arriba, dejando sin palabras por un momento a sus nuevos padres, cada vez más determinados con su decisión.
-Así que no lo vigilaban... así empiezan los criminales, ¿Sabes?-
    Señaló Mochomo y Tabu asintió.
-Sí, por eso confié en él, aunque encariñarme no estaba en mis planes... hay que darle una buena vida. Disfrutemos nuestros nuevos cuerpos, hagamos de todo con nuestras nuevas vidas, y hagamos feliz a este mocos que hizo posible lo que estamos viviendo-
    Propuso con seriedad Tabu, a lo que ahora Mochomo asintió.
-Por supuesto, hagamos las cosas mejor, Víctor-
-Sí, hagamos las cosas mejor, Kathia-
Créditos a quien correspondan.

11 comentarios:

  1. Q bonita historia quedo 🥰💖💖 si pudieras ojalá una segunda parte :3

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    1. Gracias por comentar, Jacg. Sin embargo está es una petición que me parece bien tal como la hice, y añadir más solo hará que pierda su encanto.
      -Nero.

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  2. Otra noche sin poder cojerse a la escritora :(

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  3. Esta historia merece segunda parte, muy buen trabajo!!

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    1. ¿Cancelo su petición para hacer segunda parte de esta historia, 222? No, ni así tocaría más está historia. Espero la haya disfrutado.
      -Nero.

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    2. Chale xd, eso me recuerda, pa cuando mi petición?
      XDDDDDD

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    3. Para cuando sea su turno, tal como ya había aclarado.
      Publico 5 días a la semana, 3 días de la semana con sus peticiones, le recomiendo hacer cuentas para que se haga una idea dentro de cuantas semanas verá su historia.
      -Nero.

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  4. muchas gracias por hacer mi petición, me encanto y gracias por usar las imágenes, me parecieron perfectas para representar a la pareja, perdon por olvidar ponerme unapodo para identificarme, puedes llamarme Elvis, gracias de nuevo :)

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    1. Hola, Elvis. Gracias por hacerme saber que leíste tu petición, fue un placer escribirla y aún mejor al saber que te gustó.
      -Nero.

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