martes, 27 de agosto de 2024

De regreso al preeescolar

    Bueno, resulta que nunca he sido la alumna más brillante de cualquier generación académica en la que estuve, por no decir que más bien apenas y cumplía con lo mínimo para aprobar año con año... Esta bien, siendo totalmente honesta eso también es una mentira, ya que mi madre es maestra en una gran y exclusiva escuela que abarca desde preescolar hasta universidad, por lo que ella logró meterme ahí desde pequeña y hasta la fecha con mis 21 años ha estado ayudándome a aprobar materias que había reprobado año con año.
    Todo eso no había sido un problema para mí hasta ahora, al menos no hasta que llegué a mi último año de universidad, donde comencé a ponerme un poco presumida sobre lo excelente alumna que era, que nunca habría otra estudiante igual y que sería de las pocas prestigiosas e intelectuales mentes de la escuela que se graduaría de la universidad sin haber reprobado ni una sola materia en todo el tiempo que estudie.
    Cuando mi madre se entero de esto, intentó reprenderme y me dijo que me disculpará por todo lo que había estado presumiendo, a lo que yo respondí que nunca necesite su ayuda para aprobar las materias; si ella me ayudó fue su culpa por ser una tonta que dudaba de mis capacidades, que estaba celosa de lo buena estudiante que era, y que si no tenía nada mejor que hacer, ella debería estudiar algo más para intentar igualarme ya que con o sin su ayuda, yo hubiera logrado tener notas perfectas como hasta ahora. 
    Mamá se veía molesta pero no dijo nada más, solo suspiro con una expresión enfadada antes de irse a su habitación. 
    Pensé que nuestra discusión había terminado ahí, sin embargo esa misma noche mi teléfono comenzó a vibrar como nunca; por un momento pensé que ya estaban organizando la fiesta de graduación los chicos de mi generación o quizás un viaje para celebrar, pero no, todos los mensajes eran correos electrónicos de mi escuela; cada correo tenía un mensaje similar, hablando que tras una revisión en mi historia académico se encontraron muchos errores y anomalías en un montón de materias que habían sido corregidas, y que ahora debía de solucionar.
    Todas esas "incoherencias" que decía la escuela, eran todas y cada una de las materias que yo había reprobado y que mamá de alguna forma cambió a notas aprobatorias. De hecho creo que hasta había más materias reprobadas de las que recordaba en toda mi vida académica, y que de no aprobar, no podría graduarme de la escuela durante el próximo par de años.
    Completamente en pánico fui con mamá para pedirle su ayuda, algo a lo cual se negó, argumentando que está era la oportunidad perfecta para demostrar sobre lo que tanto alardeaba, y que si de verdad yo era tan inteligente, no tendría problema en aprobar los exámenes finales o periodos intersemestrales de cada una de esas materias. Si lo conseguía, yo de verdad sería una prodigio, y si fallaba, afortunadamente mamá había guardado la mayoría de útiles escolares que usaba desde niña, y también se tomó la molestia de comprarme mi nuevo uniforme.
    Resulta que gracias a mamá yo no tuve que cursar realmente el preescolar; básicamente era una guardería más que una escuela para mí, por lo que nunca entregué ni un solo dibujo o manualidad en esos años, ni siquiera contaba con las cosas mas básicas que pudieran comprobar que estuve en el preescolar; y por lo tanto, mamá ya me había comprado mi uniforme de preescolar junto a una gran bolsa de pañales.
    Intenté negarme y decir que yo no iría a la guardería a mis 21 años, tampoco usaría el vestido escolar ni mucho menos usaría un pañal, a lo que sin preocuparse mamá dijo que estaba bien, que no era problema de ella, sin embargo, si yo no cumplía con ese requisito, se anularían todos mis estudios posteriores. En otras palabras si no pasaba por el preescolar por lo menos un año y cumplía con mis actividades educativas, yo no tendría ningún estudio válido, ni podría aspirar a un buen trabajo, por lo que tal como una niña pequeña, dependería por completo de mamá para comer, vivir y tener dinero; podía ir al preescolar por un año y después encarrilar toda mi vida; o podía negarme a ir al preescolar, y ser todavía más dependiente de mamá de forma indefinida.
    Por si toda esa situación fuera poco, el último clavo sobre mi ataud fue saber que mamá pensaba jubilarse el próximo año; por lo que yo podía ingresar a preescolar en clase de mamá o esperar al próximo ciclo escolar para tener un maestro o maestra diferente, quien me tratará tal como a una niña pequeña y me enseñará todo lo esperado para alguien de preescolar; leer, escribir, dibujar, tener modales y hasta me enseñará a dejar los pañales para usar el baño como una niña grande. 
    Lo único peor que usar pañales y ensuciarlos, ir al bañito entrenador, tomar la siesta y jugar con niños delante de mi madre, sería tener que hacer todo eso delante de un desconocido que sería mucho más estricto conmigo, por lo que mi decisión, por humillante que fuera, también era clara.
    Así que desde hoy estoy de regreso en el preescolar, donde pasaré por lo menos un año que según mi progreso puede extenderse hasta tres años aquí como una niña pequeña más en la clase de mamá
    Mamá me despertó está mañana al quitarme la ropa y cambiarme tal como cuando yo era una cría; en cuanto me quitó la pijama, me levantó las piernas para deslizar un pañal debajo de mi, ponerme un montón de talco en el trasero y después asegurar mi pañal; después de eso me puso unas calcetas blancas con moñitos que iban a juego con mi nuevo uniforme escolar, el cual dejaba ver un montón de mis piernas y de mi pañal sin ningún problema, mamá dice que de esa forma es más fácil ver si tengo un "accidente", cosa que espero nunca tenga que experimentar; mamá también me peinó tal como cuando yo era una niña con una larga cola de caballo; por no decir que antes de salir de casa se aseguró de que yo no tenga nada de maquillaje, perfume, mi teléfono o cualquier cosa de "niña grande" que pueda distraerme en clases, amenazando que en caso de romper esas reglas o ser una niña mala, no dudará en azotarme frente a la clase y luego mandarme al rincón.
    Una vez que mamá me vistió y me amenazó, me llevó hasta mi nueva escuelita, donde por ser la niña más alta de todas me toca estar hasta el final de la fila, un sitio donde siento que destaco mucho más del resto de mis "compañeras".
    Supongo que tendré que acostumbrarme a destacar, y a pesar de ello, seguir actuando como una niña pequeña más del preescolar. Estoy muy segura de que mamá no cambiará de decisión, veo más probable que esto llegué más lejos y que incluso estando en casa deba comportarme como una niña pequeña, cosa que quiero evitar al cumplir como es debido durante mis clases especiales.
    Con todos estos cambios, lo mejor que puedo hacer es aceptar que está es mi nueva vida por el próximo año, sin olvidar que todavía debo re cursar un montón de materias de primaria y secundaria antes de volver a la universidad. En estos momentos todos en mi generación ya deben estar graduados y pensando en como celebrar, mientras que yo solo puedo "celebrar" entrar al preescolar donde mamá no deja de "consolarme" al decir que de verdad seré la niña más lista de está clase, o que al menos eso espera, ya que si una niña pequeña de la clase logra ser mejor estudiante que yo, se cuestionaría muy seriamente de lo que soy capaz. Yo misma estoy algo nerviosa de que algo así llegué a pasarme, no podría negar que merezco estar en preescolar si una niña pequeña logra superarme.
    Como sea, no debo pensar tanto en eso, debo concentrarme en ser la mejor estudiante de está clase para irme cuanto antes, y quizás así, recupere mi vida como la conocía dentro de algunos años.
Créditos a quien correspondan.

10 comentarios:

  1. Me encanto!!! Ya extrañaba este tipo de historias

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    1. ¿En serio? No pensé que hubiera pasado tanto tiempo desde la última historia de está temática. De cualquier modo me alegra que le haya gustado, Chimada.
      -Nero.

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  2. Con todo respeto esto me parece asqueroso.

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    1. Hola, anónimo. Lamento que se sienta así, sé que no es un tema para todos, por lo que espero pueda disfrutar de alguna otra historia de este nuestro blog.
      -Nero.

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    2. Pinche anónimo culero, si no te gustó haz algo mejor a ver si puedes y respeta una historia

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    3. Anónimo, muchas gracias por compartir su opinión usted también, pero intentemos mantener la calma, ¿si? No pasa nada por una opinión distinta a lo habitual.
      -Nero.

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  3. Wow me encantó nwn me parece un castigo ejemplar y justo

    -pastel

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    1. Muchas gracias por compartir sus pensamientos, pastel. Espero haya disfrutado la historia.
      -Nero.

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  4. Da material para una secuela. Me encanto jeje

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    1. Para una historia de varias partes en mi opinión, pero su petición está a la vuelta de la esquina V, y sigo con bastante pendientes para un par de semanas más. Por lo que si retomo esta historia, será hasta dentro de un par de meses.
      -Nero.

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