viernes, 2 de agosto de 2024

Se robó el show

-Mírala. Ahí nada más, desnudándose para darse un baño, tan hermosa como el día que la desee...se acostumbró muy bien a su nueva identidad, de hecho ¡Esas pantys yo se las regalé! No puedo creer que ha cambiado tanto, es frustrante verla así-
    Todo este tiempo mis quejas habían sido suaves susurros, que sin darme cuenta iban aumentando su volumen conforme la molestia en mí crecía al espiar a mi hermana mayor desde fuera del baño. En serio que intentaba portarme bien, y espiarla de forma discreta desde fuera del baño, sin embargo cuando vi que mi hermana estaba usando con orgullo las braguitas que yo misma le regale, empecé a apretar los dientes y a frustrarme más por toda está situación.
-Es tan injusto, el primer día no quería usarlas sin importar lo muy linda que ella se vería, ni siquiera las usó porque yo se lo pedí, pero ahora no tiene vergüenza de usar esas bragas o ropa más llamativa de la que él jamás me permitió utilizar-
-¿Estas ahí, hermanita? Ya te he dicho que no me espíes como una loca. Mejor entra, tomemos un baño juntas-
    Tal vez me había emocionado demasiado, lo suficiente como para que mi hermana mayor escuchará mis palabras y me invitará a entrar. Por supuesto que yo me negué y me oculte tras la puerta unos instantes antes de seguir mirando a mi hermana: su cabello era largo y oscuro justo como el mío, además que era alta y muy delgada, quizás no tenía los atributos más grandes pero sin duda era muy bonita, en especial al mirarla de espaldas cuando se quitaba su adorable ropa para entrar en la bañera.
-Debería ser un crimen ser tan linda, espero parecerme un poco más a ella dentro de unos años... pero por ahora me frustra mucho verla, ¡Ella se robó el show por completo!-
    Casi que me mordía las uñas por los celos y frustración que no me dejaban en paz desde que comenzó esto, desde que mi hermana mayor se robó el show, todo el espectáculo y cada pequeña muestra de atención por lo increíble y hermosa que ella es. No pensé que mi hermano sería capaz de disfrutar de ser el centro de atención, ni pude imaginar que él se convertiría en una chica tan femenina e ideal, todo por culpa de mi egoísta deseo.
    Toda mi vida he estado viviendo con mi hermano mayor, Nathan, él tiene 19 años y yo tengo casi 14 años, mi hermano mayor ha cuidado de mi desde que tengo memoria y siendo honesta nunca hemos tenido una pelea que dure más de uno o dos días. Mi hermano y yo somos realmente unidos, cuidándonos entre nosotros y mostrándonos nuestro cariño cada vez más.
    Recuerdo que él siempre compartía la cama para dormir conmigo cuando se lo pedía, también me cargaba todo el tiempo, veíamos películas o jugábamos a lo que yo quería, ahora que lo pienso todo eso lo seguimos haciendo, pues mi gran hermano mayor hace de todo para tenerme contenta, y eso lo aprecio realmente. Así cómo el se esfuerza en hacerme feliz, yo también lo intento al encargarme de la limpieza y de preparar su comida favorita siempre que tengo oportunidad.
    No fue hasta hace algunos días cuando estábamos charlando en el tejado, jugando y mirando al cielo, cuando mi hermano Nathan y yo nos percatamos de algo asombroso: una estrella fugaz iluminó de forma preciosa la noche, al mismo tiempo que mi hermano decía "Mira, hermanita. Es una estrella fugaz, pide un deseo, apuesto a que se hará real".
    En realidad no sé porque dije lo que dije, pero con una gran sonrisa pedí.
-Deseo que mi hermano mayor se convierta en mi linda hermana mayor-
    Me reía de forma alegre y sincera, pensando que mi deseo había sido una broma divertida que dejaría sin palabras a mi hermano.
-¿Que yo sea una hermana mayor?, ¿Qué cosas pides hermanita?, me duele que no me quieras así como soy-
    Respondí mi hermano con un tono triste y juguetón antes de abrazarme, provocando que yo riera un poco más y le explicará.
-Es juego, solo pensé que quizás si ambas fuéramos del mismo sexo nuestra conexión serían aún mejor ¿No? Una unión más unida-
    Él se río y acarició mi cabello, como era de esperar, ambos sabíamos que era solo una broma y no le molesto seguir bromeando al respecto.
-Puede que tengas razón, pero ¿Por qué yo debo ser niña? Mejor hay que desear que tu seas varón para hacernos más unidos-
-¿Que sea un hermano menor? Que cosas tan crueles pides gran hermano mayor, rompes el corazón de tu linda hermanita al no quererme como soy-
    Dije con lágrimas fingidas y de forma dramática, imitando un poco las palabras que él me había dicho para seguir con las bromas que nos hacíamos mutuamente.
-Bien jugado, pequeña. Si yo pidiera un deseo, solo pediría que sigamos siendo felices como hasta ahora. Y por ahora, ya es hora de ir a dormir, te pido a ti que ya te vayas a la cama para descansar, hermanita-
    Mi hermano besó mi frente tras un breve abrazo para que ambos entráramos a casa y yo pudiera tener dulces sueños. Al menos hasta que a mitad de la noche, el femenino y agudo grito de una chica me hizo despertar con el corazón acelerado. Por un instante pensé que mi hermano había metido a una chica a escondidas o algo así, y ya estaba lista para hacer gritar tanto a la chica como a mi hermano mayor, abriendo de golpe la puerta de su habitación para verme cara a cara con la chica entrometida.
-¿¡Tú quien rayos eres!? ¡Hermano! ¡Hermano! ¡Una niña loca se metió a nuestro hogar! ¡Sí es tu novia me enojare mucho con ambos!¡Le daré un motivo para gritar!-
    Debo admitir que perdí los modales un poquito en esa ocasión pero apenas entrar al cuarto de mi hermano, él no estaba por ningún lado, en su lugar, y peor aún, en su cama estaba una chica hermosa con expresión avergonzada vistiendo el pijama de mi hermano, haciendo que me enojara aun más acercándome a ella sin pensarlo.
    A pesar de mi temeraria marcha en contra de la chica, esa hermosa chica de aspecto frágil y asustado logró cubrirme la boca con una de sus manos, reteniéndome con todo su ser mientras intentaba dialogar conmigo.
-Hermanita, no grites, no grites, soy tu hermano y puedo probarlo. Cuando cumpliste 5 años te regale un oso de peluche al que llamaste Sr. Caramelo y hasta la fecha duermes con él cuando vemos una película de terror aunque me lo niegas-
    Cuando esa chica se las arregló para detenerme, empecé a patalear, sacudirme y hasta intentar morder para liberarme, pero conforme ella empezaba a hablar, me detuve por completo cuando la chica revelaba cosas que solo mi hermano mayor saben de mí desde que éramos pequeños.
    No me sentía muy tranquila pero dejé de pelear con ella o con él, algo que le hizo soltarme para vernos de frente y conversar por primera vez. Ella y yo nos parecíamos bastante, cabello oscuro, figura delgada, los ojos de mamá, incluso pude ver un lunar en su cuello justo como el que yo tengo también.
-Gran hermano...¿De verdad eres tú? ¿Qué te ha pasado?-
    Le pregunté a la avergonzada y confundida chica que hizo su mejor intento por responder.
-No lo sé, yo estaba dormido y sentí molestia en el pecho, intente rascarme y bueno, pude sentir que eran más grandes y suaves, eso es lo que me hizo despertar y gritar-
-Fue muy fuerte, me asustaste-
-Lo siento, hermanita. No supe que hacer, de hecho no sé que hacer, mírame ni siquiera me queda mi propia ropa...es...enor...me-
    Mientras se quejaba de su atuendo el cual sostenía para no quedar desnuda, la ropa se fue haciendo mas pequeña hasta ser perfectamente de su talla para ver mejor su esbelta figura.
-No...no....hermanita...también tengo pantys ahora...y sostén.....-
    Tan pronto como su ropa se ajustó, mi hermano se puso rojo de la cara y se dobló de rodillas poniendo ambas manos en su entrepierna como si tuviera algo por dentro. Luego apretó sus pechos al rodearlos con sus brazos para darme la noticia de que tenía lencería, ahora no sólo se veía como una chica, usaba lo mismo que una también.
    Revisamos el resto de su ropa y ocurrió lo mismo, pasando de ropa de hombre a ropa de chica, incluso las fotos que teníamos, en todas mi hermano ahora era una hermana y sin tener una mejor explicación creemos que fue por el deseo o algo más de lo que no tenemos ni idea ni solución.
    Al principio bromear con este problema fue muy divertido pero ahora que era una realidad no era tan gracioso, muy en lo profundo de mi ser tenía curiosidad de cómo serían las cosas si ambas fuéramos chicas y desde ese día lo hemos estado averiguando para bien y para mal.
    Hay tantas cosas que pasaron que me cuesta resumirlo pero esa noche no dormimos, en su lugar hablamos con familia y amigos y todos coincidían de que mi hermano mayor siempre había sido mi hermana mayor con quien hacía de todo al punto que en el colegio y el vecindario donde vivimos, todas y todos nos reconocían como las "hermanas perfectas", apodo que no merecíamos y que solo él y yo sabíamos porque: porque mi hermano no era una chica, algo que solo él y yo parecemos recordar.
    También nos dimos cuenta que mi hermano en su nuevo cuerpo sabía muchas cosas que toda chica debe conocer, no lo entendía completamente pero sin duda podía caminar con tacones, sabía como maquillarse o peinarse, conocía algunos modales y hasta actitudes más femeninas en sus posturas y forma de caminar reflejaban aún más el enorme cambio que Nathan había sufrido.
    Al principio mi hermano no dejaba de sentirse avergonzado por todo lo femenino que se veía y todas las cosas de chica que sabía hacer, incluso yo lo molestaba un poco con eso elogiándola como a toda una señorita y hasta le regale unas bragas y ropa para avergonzarla todavía más.
    Si me lo preguntan ahora, no estoy segura de en que momento comenzó a aceptar todos esos cambios pero sus actitudes han cambiado poco a poco, se comporta más linda, se preocupa por su apariencia, e incluso es más afectuosa conmigo, y esos límites que antes había al ser hermano y hermana, ahora han desaparecido al ser hermana y hermana, dándole la oportunidad de dormir juntas o bañarnos en la misma bañera.
    Soy consciente de que yo pedí esto, si la estrella fugaz lo cumplió o no, no me interesa. Yo pedí una hermana mayor y ahora que día con día tengo una hermana mayor, debo admitir que es agobiante, no pensé que todo esto llegaría tan lejos, no imaginé que mi hermano se convertiría en una chica tan femenina que me terminaría opacando, ni pensé que buscaría estar todo el tiempo conmigo al punto de ser agobiante estar siempre en sus brazos. En ocasiones la he llamado hermano o Nathan como siempre hice, pero ella me corrige y me pide llamarla hermana o Natalia. 
-Te lo prometo hermano, yo te salvaré...todo volverá a ser como antes y... ¿A donde se fue?-
    Me volví a asomar por la puerta para ver a la chica pero no estaba, lo que me hizo adentrarme gateando un poco más para ver donde se encontraba, algo que terminó por salirme mal.
-¿Pero quien te salvará a ti?-
    Me preguntó sonriente Natalia, atrapándome y saliendo de su escondite tras la misma puerta donde la espiaba. Me perdí tanto en mis pensamientos y en los recuerdos de las últimas semanas que ni siquiera me di cuenta de que mi hermana también planeaba algo y mi error me costaría caro.
-Que bueno que hayas venido, ya te he dicho que prefiero te bañes conmigo a que me espíes, ahora deja de luchar que tu hermana mayor no piensa dejarte ir-
-No, no te espiaba, fue casualidad porque quería ir al baño-
    Decía en los brazos de mi hermano que poco a poco me iba desvistiendo lanzando mi falda, mis zapatos, mis bragas y todo lejos para que no huyera de la hora de la bañera.
-Aún así hay que tomar un baño juntas, el agua ya está lista y no aceptaré un "No" por respuesta-
    Usando todo lo que sabía de mi, mi hermana mayor me domino por completo, metiéndome desnuda a tomar un baño con ella.
    Me siento muy ofendida de ser tratada como una niña pero no despreciare el baño, es un buen momento donde puedo hablar con él, donde puedo meditar que hacer y donde puedo ver cuanto su cuerpo ha cambiado desde la última vez. Cuando se transformó de chico a chica era obvio pero incluso ahora siento que esta mas linda cada vez y me hace desear que una vez yo crezca me pueda parecer mucho mas a ella.
    Rayos, por momentos como este es cuando dudo sobre lo que debo de hacer: no sé si debo recuperar a mi hermano mayor, o si debo dejar ser a mi hermana mayor, en ocasiones quiero más a uno que a otro, y en otros momentos solo quiero estar a solas. Toda está situación es un lío en mi cabeza que no estoy segura de como resolver, pero espero que algún día, todo esté bien y tengamos días alegres tal y como siempre ha sido para nosotras. 
Créditos a quien correspondan.

6 comentarios: