jueves, 8 de agosto de 2024

Los efectos de un anillo

-Ya veo.... entonces no era una alucinación o una clase de sueño post mortem... al menos no del todo-
    Me decía al mirar el anillo en uno de los dedos de mamá, cuerpo que estaba bajo mi control mientras mi cuerpo verdadero se quedaba tendido en la cama sin la más mínima reacción.
    Cuando venía de camino a casa algo en el suelo llamó mi atención, era un peculiar anillo brillante y con joyas que me hicieron pensar era de un buen valor, por lo que lo tomé y guardé para revisar más tarde. El problema es que después de meter el anillo en mi bolsa, no logró recordar nada, todo era oscuro y supongo que me desmayé por mucho tiempo, volviendo a abrir los ojos después de lo que pareció una eternidad, pero mirándome de una forma completamente distinta a la que yo estaba a costumbrado.
    Cabello rubio y largo, con grandes pechos al bajar la mirada y una excelente figura para su edad, resaltando aún más por los tacones y vestido que ella usaba, tenía un cuerpo, cabello y ropa que conocía a la perfección, después de todo era imposible confundir a mi mamá con tantos años juntos. Al despertar me había convertido en ella, o veía todo como ella, dándome cuenta que en una de sus manos estaba ese extraño anillo que había encontrado.
    No tenía garantía alguna, solo un presentimiento de que ese anillo tenía que ver, o era directamente responsable, de que yo estuviera dentro del cuerpo de mi madre. Para intentar averiguarlo, no tuve mejor idea que quitarme el anillo, provocando que tal como sucedió en mi cuerpo, todo se volviera oscuro y yo terminará desmayado.
    Sin embargo, una vez más me desperté en el cuerpo de mamá usando este problemático anillo que me deja tener su cuerpo, mientras que mi verdadero cuerpo, parece descansar plácidamente en mi cama.
-Supongo que este anillo me deja poseer el cuerpo de quien lo utilice, pero si nadie me utiliza, no es que yo pueda estar en mi cuerpo.... ¿Será posible que ahora estoy ligado con el anillo o algo así?-
    Me preguntaba con la suave voz de mamá, viendo sus largas uñas decoradas y el anillo que comenzó todo este problema, sin poder estar seguro de si el anillo estaba maldito, estaba encantado o sea lo que sea que provocará esto.
-Aún no lo entiendo por completo.... sí o sí el anillo tiene que ver en esto... más allá de eso no tengo alguna idea-
    Al mismo tiempo que hablaba para mi mismo, mis manos comenzaron a recorrer el cuerpo de mamá, algo que me emocionó y asombró por partes iguales. Mis suaves manos fueron desde los brazos hasta la cintura, bajando cuidadosamente por sus muslos y abriendo un poco las piernas como si quisieran que tocará bajo el vestido, momento en el cual me detuve por las emociones abrumadoras.
-¿Qué demonios estoy haciendo? ¡Es mamá! N-no debería hacer algo como eso....-
    A pesar de que yo mismo intentaba controlarme, no podía estar completamente de acuerdo con lo que decía. Sabía que no debía hacer algo como eso, sin embargo, la emoción y el simple hecho de poder hacerlo, eran muy tentadores.
-No, no puedo hacerlo, no estando sola... si mis ideas son correctas, creo que tengo una idea-
    Así, dando un último vistazo a mi antiguo cuerpo, tomé el bolso de mamá y con un paso seguro en sus grandes tacones, salía de casa hacía mi próximo objetivo.
Créditos a quien correspondan.
-Profesora Nicole, me alegra haberla encontrado-
-¿Señora Martha? Usted es la madre de Sebastián, ¿correcto?-
    Preguntaba con sorpresa por mi llegada la maestra Nicole, la hermosa maestra de historia en la escuela donde yo estudiaba hasta esta mañana.
    La maestra Nicole era un rayo de luz en la escuela; además de ser hermosa, era amable y paciente con todos, sus clases eran divertidas, y aunque algunas veces mis compañeros de clase se aprovechaban de la buena voluntad de la maestra, no le quitaba algún mérito a su proceso de enseñanza; la maestra Nicole era perfecta y sensual, con algunos años menos que mi mamá, junto a una personalidad sumisa, por lo que de inmediato pensé en ella para poner en prueba el problema por el que estaba pasando.
-Sí, soy yo, profesora. Lamento la interrupción, hay algo de lo que me gustaría hablar con usted-
-Oh, ya veo. ¿Acaso se trata del desempeñó de Sebastián en mi clase?-
    Me preguntó la profesora al dejar de guardar sus cosas mientras yo entraba al salón de clases, armando de valor para acercarme más a la docente, y antes de que Nicole pudiera decirme algo o protestar, la sujete de la barbilla para besarla en los labios. Pude notar como ella se ponía nerviosa, su cara se puso roja e instintivamente se puso tensa, sin embargo, ella nunca intentó apartarse del beso hasta que yo lo terminé.
-¡S-s-señora M-Martha!.... ¿Por qué ha hecho eso? Usted-
    Una vez más me acerque para besarla, poniendo mi mano en su pequeña cintura, acercando su cuerpo al mío para interrumpir sus palabras y empezar yo con las mías.
-Por que me gusta, profesora. Desde que la vi quedé enamorada de usted, y aunque mucho tiempo intenté ocultarlo o negarlo, hoy no pude resistir las ganas de venir hasta usted-
    La profesora se sonrojó aún más con mis palabras, ella parecía un desastre nervioso que nunca antes había visto, no pensé que el beso y mi declaración causarían tantos estragos en ella, sin embargo, tener así de vulnerable a la maestra será perfecto para seguir con mi idea.
-Señora Martha... y-yo... yo me siento halagada... solo que-
-Antes de que termines de hablar; yo estoy soltera, y sé muy bien que tú también lo estás-
    Mi mano que antes descansaba en su cintura, poco a poco bajó hasta sus glúteos, tocándolos y acariciándolos suavemente para provocar más a mi antigua profesora, quien una vez más, no parecía descontenta con lo que yo le hacía.
    Nicole se sonrojó aún más, ladeando la cabeza de un lado a otro, como si tuviera un dilema muy complicado en mente antes de tomar una decisión y decir.
-¿Puedo invitarle un café? No quiero problemas en la escuela, vayamos a mi departamento.
    Dándose prisa en tomar todas sus cosas, yo seguí a la maestra hasta a fuera de la escuela y a su departamento, donde como podía imaginar, no íbamos a tomar café.
    A pesar de su apariencia sumisa y pura de la maestra, en cuanto llegamos a su departamento, me dirigió en silencio hasta su habitación donde amablemente me pidió que fuera gentil con ella.
    De cierta forma era mi primera vez, como chico no había tenido mucha suerte, y aunque el cuerpo de mamá debe tener alguna experiencia, para mí es la primera vez que tengo relaciones en más de una manera.
    La maestra Nicole era muy suave y cálida, dejándose guiar por mis manos y mis palabras, complaciéndome con besos, caricias, abrazos y dejando que tomará pleno control sobre de ella, intentando sobre ponerme a mi propia inexperiencia.
-Usted luce preciosa, maestra-
    Dije al colocarme detrás de ella, llenando de besos sus labios y de caricias a su cuerpo.
-No me llame "maestra", solo dígame Nicole, no quiero que la escuela se mezcle con mi vida privada-
-Entonces, Nicole, ¿Ya me consideras parte de tu vida privada?-
    El silencio invadió por un momento el cuarto de Nicole, quien tras un par de besos más me respondió.
-Mientras lo nuestro no interfiera con mi trabajo ni con su hijo, supongo que podríamos intentarlo-
    La honesta respuesta de Nicole me tomó por sorpresa, sabía que ella era un blanco fácil, pero no imaginé que fuera tan fácil. Ya sea por su personalidad, porque se sentía sola o por lo que fuera, en cuestión de horas ya estaba en una relación con ella, que desafortunadamente tendría que romper en cuanto terminará nuestra apasionada noche donde yo llevo el mando.
Créditos a quien correspondan.
-¿Sebastián?, ¿Estás bien?-
    Después de algunas horas, un sobresalto en la cama me hizo despertar, escuchando la voz de mamá preguntar por mi. Quiero decir, por su hijo.
-¿Tuviste una pesadilla, cielo?-
    Respondí al sentarme en la cama justo a lado de mamá, que se veía totalmente confundida y avergonzada, una excelente señal para mí.
-¿¡Maestra Nicole!?, ¿¡Qué hace usted aquí!?, ¿¡Por qué estamos desnudas!? Yo...-
    Entre más hablaba mamá, más confianza ganaba yo, dándome cuenta que las cosas iban mejor de lo que tenía pensado y que no dude en seguir guiando hacía el resultado que deseaba.
-¿Qué preguntas son esas, Martha? Me haces sentir mal por todo lo que dices, ¿Acaso no recuerdas que pasó anoche?-
    Pregunté de forma tímida, tratando fielmente de imitar a mi maestra, sacando ventaja de la confusión que mamá tenía en estos momentos.
-L-Lo siento mucho maestra.... no recuerdo nada... lo último que recuerdo es a mi hijo Sebastián y un anillo muy raro y...-
-Señora Martha... usted está diciendo cosas muy extrañas. Si solo fue un momento de pasión, lo entiendo, pero no hace falta mentir sobre lo que vivimos anoche-
    Mis palabras cuidadosamente meditadas hacían más y más eco en mamá, haciendo que ella cayera por completo en lo que estaba planeando conforme avanzaba nuestra conversación.
-¿Q-qué paso anoche?-
    Solté el suspiro más triste y pesado que mi cuerpo me permitió, desviando la mirada y asegurándome de ocultar mi mano con el anillo antes de responder.
-Ayer por la tarde, usted llegó a la escuela y me besó, me declaró su amor incondicional y le pedí hablarlo en un lugar más privado. Yo la invité a mi casa donde usted... bueno, tomó bastante la iniciativa-
    Mientras mis palabras seguían, podía ver el rostro de mamá enrojecer cada vez más, buscando su ropa con desesperación por los alrededores de la cama.
-NO, NO, NO. Es imposible que yo hiciera algo como eso. Maestra, usted es muy linda pero-
    Tal como hice en el cuerpo de mamá con Nicole, ahora que tengo el cuerpo de Nicole, hago lo mismo con mamá, deteniendo sus palabras con un beso apasionado que es alegremente correspondido.
-Señora Martha, la escuela tiene cámaras, también mi puerta del departamento. Si hace falta puedo demostrarle que usted fue quien comenzó todo esto ayer por la noche-
    Tras decir eso, volví a besar a mamá, apretando sus muslos con mis pequeñas manos, restregando mis pechos con los enormes pechos de mamá y haciendo que sus protestas y confusión poco a poco se convirtieran en sumisión.
    Sé que dije que no podía hacer cosas inapropiadas conmigo mismo en el cuerpo de mamá. Sin embargo, usar el cuerpo de mamá para jugar con mi profesora, y ahora usar el cuerpo de la maestra Nicole para doblegar a mamá, es algo mucho más estimulante.
    Anoche pasé un buen rato haciendo gemir a la profesora, su cuerpo era adorable y suave, además que era muy honesta, suplicando felizmente por más placer o pidiendo que fuera más dura con ella. Durante horas pude experimentar el placer de una mujer con otra mujer, haciéndola tocar las nubes, a la vez que yo me sentía como una mujer satisfecha de varias maneras.
    Una vez que la profesora no pudo continuar y nos acostamos, aproveche para hacer un intercambio, uniendo nuestras manos y deslizando lo más rápido que pude el anillo en el dedo de mamá, hasta el dedo de Nicole.
    El resultado fue mejor de lo esperado, yo solo esperaba quedarme con el cuerpo de mi profesora si es que el anillo funcionaba. Sin embargo, no solo me convertí en la maestra Nicole, sino que también era claro que mamá no recordaba nada de lo que sucedió mientras yo poseía su cuerpo, lo cual me daba toda la libertad del mundo para manipular la historia a mi completo beneficio donde una sumisa Nicole aceptó una noche íntima con la señora Martha, quien ahora probará el otro lado de la moneda al ella ser la sumisa en la cama.
-Maestra Nicole... si usted dice la verdad yo lo siento mucho-
-Está bien... podemos hablar más tarde de eso, ¿si? Por ahora, déjame agradecerte la velada anterior con mi "manera especial" de dar los buenos días-
    Una última vez mamá intentó alejarse, a lo que hábilmente la sujete en sus puntos más sensibles, los cuales descubrí anoche de primera mano al poseer su cuerpo.
    Martha soltó un gemido cuando mis manos acariciaron sus pezones y bajaron hasta su entrepierna, donde ella finalmente comenzó a ceder y a buscar un beso de mi parte para pasar un rato más antes de que toda la diversión terminará.
    Con el cuerpo de mamá pude experimentar muchas sensaciones que como hombre ni siquiera hubiera imaginado, y ahora lo menos que podía hacer era devolverme el favor, haciendo que Martha suplique sin aliento tras una apasionada forma de levantar los ánimos por parte de Nicole.
Créditos a quien correspondan.
    Después de algunas horas, besos, abrazas, caricias y mucho más, Martha entró a la ducha, después lo hice yo, y casi al medio día, empezamos a preocuparnos por que pasaría.
-Yo... yo lo siento mucho, profesora. No tengo forma de dar la cara o explicación que me sucedió las últimas horas. Lamento mucho mi comportamiento, pero esto no se debe repetir-
    Explicó con timidez la señora Martha, sujetando su vestido mientras nos acercabamos a la salida de mi departamento.
-Entiendo... supongo que yo también me dejé llevar. Fue una noche agradable con usted, pero como usted dice, lo mejor sería que no nos volvamos a ver de forma extraescolar-
    Fingí tristeza y volví a suspirar al "romper" mi relación que apenas duró unas horas, y que sin dudas, me daba más beneficios no estar con Martha que seguir con ella.
-Sí... De hecho hay algo que creo debo revisar con Sebastián, por eso debo darme prisa e irme-
    Dijo la hermosa rubia antes de darme un último beso y acercarse a la puerta, donde una vez que salga, quizás nunca vuelva a entrar. Con algo de suerte, así será.
-Espero que todo esté bien con su hijo. Si puedo ayudar en algo, no dude en decirlo. Me preocupo por él tal como con cualquiera de mis alumnos-
    La mujer me sonrió con empatía ante mis palabras, unas que dije por mera cortesía, esperando que de verdad no viniera a mi por ayuda si es que la necesitaba, después de todo yo soy quien mejor sabe todo lo que ha pasado. 
    Ese anillo que encontré me hizo perder mi cuerpo de chico, pero me dio la oportunidad de poseer el cuerpo de la persona que use el anillo; mamá sin saberlo me ayudó a confirmar está idea, y ahora que estoy seguro, dejaré a mamá en su cuerpo para yo quedarme con el precioso y sensual cuerpo de mi antigua maestra; siempre soñé con tenerla, y ya no solo pasé la noche con ella, también poseo su cuerpo hasta que yo quiera.
    De esa forma, despidiendo a la que alguna vez fue mi madre con una sonrisa y viendo mi cuerpo con un lindo babydoll rosado y de encaje, mi cabeza se llenaba de ideas sobre el futuro.
    Supongo que me quedaré como la maestra Nicole un tiempo, su cuerpo es muy sexy y siempre estuve enamorado de ella, no es como esperaba pero no pienso dejarla ir tan fácil. Tendré que volverme una experta en historia, pero valdrá la pena ser maestra para conservar su cuerpo. Y en el peor de los escenarios, lo único que tengo que hacer es engatusar a otra mujer hermosa y sensual para pasar la noche, robar su cuerpo y dar inicio a una nueva vida más maravillosa que la anterior las veces que sea necesario. Sin duda usar este anillo es lo máximo, y para haber sido un plan improvisado, mejor no pudo terminar.
Créditos a quien correspondan.

4 comentarios:

  1. Gracias por hacer mi peticion te lo agradezco

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    1. No es nada, anónimo. Me alegra que le guste, fue divertido escribir está historia.
      -Nero.

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  2. Respuestas
    1. Una petición más que me hicieron, fue entretenido escribirla y espero la hayan disfrutado.
      -Nero.

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