martes, 11 de junio de 2024

Puedo explicarlo

Llegaba antes de lo previsto a mi hogar donde debería estar mi hermano mayor; José de 17 años, delgado, lampiño y bajo de estatura para su edad, casi siempre estaba en casa encerrado por alguna razón mientras que yo; Ximena de 16 años siempre llegaba más tarde a casa por alguno de los tantos clubes a los que estaba inscrita después de clases, dejando a solas a mi hermano en la casa; en algunas ocasiones llegué a especular o simplemente pensar que hacía todos los días tantas horas sin nadie alrededor pero nunca le pregunté por no querer invadir la privacidad de mi hermano mayor.
Un buen día de lluvia no tuve los ánimos de quedarme al club y con mi buena asistencia y desempeño, una falta no me perjudicaría en lo absoluto, así que tome mis cosas para ir a casa unas 3 horas antes de lo habitual sin preocupación alguna.
Todo el camino fue muy silencioso, cosa que intenté ocultar con mis audífonos hasta llegar a mi hogar, entrar en mi habitación y encontrarme con la sorpresa más grande de mi vida al encontrar que mi habitación no estaba vacía.
-¿¡Hermano!? ¿¡Qué estas haciendo en mi habitación!?-
-¡Ximena, no es lo que parece!-
Grite sorprendida por la escena, atrapando a mi hermano con el cabello atado en coletas laterales con una horquilla para su fleco, un leve maquillaje en su rostro, una de mis faldas por encima de sus boxers y su pecho totalmente descubierto, al menos por el momento ya que tenía uno de mis sostenerse rosados favoritos en sus manos. Él estaba a punto de ponerse mi ropa interior pero al ser descubierto, además de sonrojarse, entro en pánico y no supo cómo reaccionar o cubrir su cuerpo ante mi presencia.
-¿¡No es lo que parece!? Entonces explica que estas haciendo con mi ropa-
-Bueno...y-yo, verás...Este es mi pasatiempo, ¿Si? Siempre te he tenido un poco de envidia por lo perfecta que eres, ya sabes: buenas notas, muchos clubes, montones de amigas y varios chicos tras de ti. Aun si me dices que no eres perfecta, al menos para mí lo eres, y eso siempre me ha causado algo de envidia-
-Hermano...-
-Así que un día solo se me ocurrió ponerme tu ropa, creo que me hizo sentir bastante especial y aunque trate de dejarlo, se volvió un hábito para mí. Un par de días a la semana tomo algo de tu ropa y la uso, ser y verme más como tú es algo que me ha motivado un poco ha mejorar, todavía no puedo mostrarte algo que haya logrado pero espero poder hacerlo pronto y una vez termino de usar tu ropa la lavo y la limpio para dejarla en su lugar-
-Eso explica porque a veces olía mucho más suave mi ropa o porque estaba sucia cuando juraba dejarla limpia-
Susurre ante su explicación, una que parecía avergonzar bastante a mi hermano.
-Sí...a veces me equivoco con cuanto jabón usar o la ropa no se seca a tiempo para dejarla sin que lo notes...¿Estas enojada? Entendería que lo estés, y buscaría como compensarse, aun si no hubiera manera...-
Eran muchos sentimientos encontrados al ver a mi hermano medio desnudo y medio vestido con mi ropa dando esa confesión de lo que hacía. Me hubiera gustado echarme a reír para aliviar la situación, o darle un sermón, o muchas cosas que no sabía como concretar ante mi confundido y avergonzado hermano, a quien ya tenía decidido su destino tras pensarlo unos segundos.
-Sí, estoy muuuuuy molesta contigo, taaaaaan pero taaaan molesta, especialmente de que uses mi ropa con tus boxers y sin que combine en absoluto. Estoy tan molesta que me iré de compras por las próximas 2 o 3 horas-
Su cara lo decía todo, en serio pensó que me enojaría pero al oír mi exagerada respuesta y como me molestaba por que la ropa no combinará más que por usar mi ropa, solo me veía con atención esperando a que terminará de hablar, esta vez mucho más en serio.
-No voy a presionarte, si quieres hablarlo ahora, mañana o en varios meses estaré de acuerdo con eso, somos hermanos y tal como me has dicho desde pequeña "Solo quiero que estés contento". Llévate la ropa que quieras, ya sean vestidos, tacones o ropa interior, te dejare a solas para que hagas lo que quieras y puedas pensarlo. Y como dije, será tu decisión hablarlo o no, yo te apoyare en lo que quieras tanto como pueda-
Le dedique mi mejor sonrisa a mi hermano mayor que simplemente estaba sin palabras, con los ojos llorosos y asintiendo con emoción ante mis palabras, era un alivio haber dicho algo correcto o que cuando menos lo aliviará un poco.
Tomé algo de dinero y otras cosas más, me volví a poner los audífonos y salí de la habitación cerrando la puerta para darle privacidad con su pasatiempo a mi hermano, no sin antes recordarle.
-Hagas lo que hagas, y seas como seas, yo te seguiré queriendo, hermano-
-Y yo a ti hermana, muchas gracias-
Lo oí responderme.
Puede que hoy mismos me dé algunas explicaciones, o puede que nunca, sin embargo no deja de ser mi hermano y si puedo ayudarle de alguna forma, estaré encantada. Me atrevería a decir que solo está confundido con lo que busca en realidad, yo también lo estuve y sin pedirlo él me ayudó demasiado en ese momento, esto es lo menos que puedo hacer por mi querido hermano y no sólo por devolver el favor.
Cuando sea el momento obtendrá lo que quiere pero a este ese momento, yo trataré de ayudarlo. 
Créditos a quien correspondan.

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