Lo que tenía planeado

-Cielo, esto no es lo que tenía planeado-

Decía entre gemidos como una débil protesta ante lo que mi marido me hacía, dándome placer y haciéndome rebotar cada tanto.

-¿No? Pareces disfrutarlo. Sigue así-

-Claro, digo no, esto no es lo que quería, quería que fuera al revés siendo yo la que te lo haga y tú quien más lo disfruta-

-De eso no tengas dudas, lo estoy disfrutando como nunca-

Dijo en un tono burlón al entender a que me refería, a pesar de que la ejecución literalmente fue todo lo contrario a lo que tenía planeado con esta aventura.

Mi idea era sencilla, y como la mujer curiosa que soy, quería tener un pene por medio de unas pastillas para poder hacerlo con mi marido. Sin embargo, y a pesar de lo duro que fue convencer a mi marido de intentarlo conmigo siendo un hombre, a la hora de intentarlo, no pude evitar quedarme algo sumisa tal como siempre me pasa cuando mujer, y en vez de tomar la iniciativa en esto, terminé dejando que mi marido me lo hiciera por atrás; a falta de mi vagina, probó otro lugar y creo que ambos lo disfrutamos aún más, al menos yo sin dudar lo estoy disfrutando, aunque no lo quiera admitir en estos momentos debido a que todos mis planes fueron arruinados.

Mis movimientos son más rápidos que de costumbre, es un poco raro sentir mi pene temporal sacudirse de un lado a otro como lo hacen mis pechos, pero creo que a mi esposo no le molesta; ahora que lo pienso ni siquiera se había opuesto mucho a esta idea, solo que no pude dominarlo y acabamos como siempre pero usando un sitio más apretado al habitual. Supongo que me podría acostumbrar, porque si hablamos de gustarme, ya me esta gustando desde el momento que me puso sobre él y comenzó a moverme.

-Amor, mi pene se estremece, siento que esta palpitando, ¿Significa que?-

-Qué estas por terminar, igual que yo. Así que no te preocupes, déjalo salir todo y sigamos con la diversión-

Una fuerte nalgada sentí en mi trasero como un incentivo para obedecer sus palabras, cosa que haría aún si no quisiera pues esta cosa se encontraba al limite.

-Te haré caso pero no lo olvides, la próxima vez los papeles estarán al revés-

-Y lo estaré esperando, pero hasta que puedas lograrlo, prepárate para seguir disfrutando de este sitio-

Con eso dicho y un suave beso en mi espalda, seguimos jugando por horas, esperando la ocasión en que yo pueda lograrlo. 

Créditos a quien correspondan.