viernes, 14 de junio de 2024

Guerra de bromas

-Ah...ah...malditos idiotas...pensar que ellos me hicieron esto y en lugar de ayudarme....Ah...me regalan esto-
Desde hace un año decidí irme a vivir con unos amigos en un departamento cerca de la universidad por comodidad, y desde hace medio año estos idiotas me convirtieron en una chica por una serie de estupideces que no hemos sabido detener.
Todo ocurrió en una guerra de bromas donde me dieron a beber algo que me convirtió en mujer, se supone que el efecto era de 24 horas, llevo 6 meses sin haber vuelto a la normalidad. 
Tuve que soportar una semana como chica hasta que todos se preocuparon de verdad, momento desde el cual cambiaron aún más las cosas para bien y para mal.
Tanto ellos como yo tuvimos que usar bastante dinero en buscar soluciones, ropa y cosas femeninas, además de una documentación falsa para el tiempo en que viviera como mujer. También, como castigo y forma de darme espacio, una habitación se volvió exclusivamente para mí mientras que el resto de chicos comparten una habitación, los sofás de la sala y recuerdo que incluso una vez discutieron tanto que por no querer dormir juntos, uno estaba en la bañera, otro debajo del comedor, otro en la sala y uno en el auto.
Ellos no la han pasado fácil al enmendar un poco su estúpida broma y darme más espacio en el departamento, aunque no puedo decir que yo la he pasado mejor; tuve que empezar una nueva vida, conseguirme otro empleo, aprender a cuidar y soportar mi cuerpo al igual que sus necesidades, por no mencionar que aun teniendo mi propia habitación, la intimidad es algo bastante irreal con tantas personas en el departamento, y con solo una de ellas siendo mujer.
Por muchos esfuerzos que estén poniendo en ayudarme y portarse bien, eso no los ha detenido de seguir metiendo una que otra chica cada tanto tiempo cuando no estoy o no salgo de mi habitación, dejándome oír gemidos y sacudidas de cama en más de una ocasión cuando ellos se divierten y a mi no me dejan conciliar el sueño.
-Idiotas...mmmggh...debería poder divertirme como ellos, pero no con este cuerpo....no quiero ser la chica a quien meten a esa habitación...-
Creo que en los últimos dos meses, no sólo para mí, también se ha vuelto más obvio para ellos que mi cuerpo sentía cierta frustración que con mi mente de hombre no podía satisfacer. Por mi cuerpo no debería haber problemas, se que es muy atractivo para varios hombres y lo sé porque pienso igual que ellos, si me encontrara una chica tan sexy como la que soy ahora seguro intentaría tener algo con ella.
Pero yo no quiero tener sexo con un hombre, ¡Yo soy un hombre! Y la idea de ser dominado y cogido por algún sujeto extraño no es nada atractiva.
Lamentablemente, mi cuerpo desea algo más que mis dedos, y a pesar de tratar de ocultarlo todo este tiempo, como parte de una nueva guerra de bromas, uno de mis amigos me dejó un vibrador nuevo en la puerta de mi habitación.
Cuando lo encontré y grité para saber quién demonios lo había puesto a los pies de mi puerta, solo escuché risas y como todos salían corriendo del departamento para cerrar la puerta. Al poco tiempo me llegó un mensaje de uno de ellos, diciendo que la guerra de bromas destruyó un neumático del auto y que tardarían un par de horas en regresar, junto con una foto de ellos en la carretera donde uno de mis amigos ahorcaba al que supongo destruyó la llanta, mientras el resto tratan de repararlo.
No pude evitar que mi cuerpo se estremeciera, un hormigueo invadió mi entrepierna y mis pezones rápidamente se ponían duros al darme cuenta de que tendría la casa para mi sola durante algunas horas.
Me quité mi pijama e hice de lado mi ropa interior, abriendo las piernas y dejando que la punta de aquel juguete rosado comenzará a estimular mi vagina. Era una sensación indescriptible y que sin problemas me hizo humedecer, lubricando así mi intimidad y el juguete que poco a poco entraba más dentro de mí.
Con mi mano libre, comencé a acariciar mis duros pezones más y más rápido, tratando de igualar el ritmo de aquel juguete en mi entrepierna que dolía pero me hacía disfrutar como nunca antes.
En pocos minutos logré sentirme en las nubes, de una manera que no había experimentado, liberando todo el deseo y estrés que mi cuerpo tenía mientras sacudía partes de mi cuerpo que no conocía.
Ese vibrador además de la parte grande que ya estaba dentro de mi, tenía una pequeña parte que no tocaba nada, seguramente porque lo estaba usando mal y que tras mover para que tocara mi clítoris, fue un milagro no haber terminado o soltar un gemido que escucharán los vecinos en ese momento.
-Bola de tontos...idiotas...salvajes...nunca aprenden... Deberían cuidar mejor de la dama que soy ahora...ah...no entienden que también tengo mis necesidades...yo me contengo por ellos...y ellos traen a cualquiera para usar ese cuarto y sacudir la pared de mi habitación...-
Murmuraba en un intento de estar molesta con ellos y su estúpida guerra de bromas que no parecía tener fin, pero no podía, simplemente no podía, este juguetito es el mejor regalo de toda mi vida y no hubiera sido posible sin ellos y su estúpida guerra de bromas. En definitiva yo no hubiera tenido el valor de ir a una tienda a comprar esto, pero ya que ellos fueron a comprarlo para mi y me dejaron la casa sola  por horas, supongo que podré complacerme un buen rato con ayuda de esto.
Su broma ha sido un completo fracaso porque lejos de molestarme, lo estoy disfrutando. Ya veré donde oculto esta cosa, no puedo dejar que vean que la conservo, mucho menos saber que la utilizó, el único lugar seguro que se me ocurre es dejarlo junto a esa ropa linda y atrevida que he comprado y que no tengo el valor de usar en público todavía.
En definitiva vivir como una chica en una casa de chicos no es tarea sencilla pero con este lindo juguetito, estoy segura de que será mucho más sencillo para mí.
Créditos a quien correspondan.

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