-Hey, Maira ¿Estás segura de esto? Digo, cuando me pediste ser parte de tu equipo para la competencia de atletismo yo no tuve ningún problema pero ¿Por qué debo competir como una chica? Usar esta ropa es un poco vergonzoso y tener el cabello tan largo me estorba un poco en la vista para correr-
Incluso mi voz había cambiado por una más dulce y femenina, algo de lo que me percaté cuando quise hablar con mi amiga que me convenció de participar en este torneo con ella y otra compañera.
Mi amiga Maira me había pedido participar con ellas en está competencia, y en cuanto acepté, ella sin mediar preguntar disparó contra de mí. Pensé que la pistola era de juguete y que ella solo estaba haciendo una broma extraña, pero el arma sacó una pequeña bala que sin duda me hizo sentir un pinchazo que recorrió por todo mi cuerpo. Por muy extraño que haya sido eso, no encontré nada donde ella me disparó, ni siquiera un moretón, lo cual me hizo volver a pensar que tan solo se trataba de un arma de juguete.
Para mi mala suerte, tan solo unos minutos después de eso, todo mi cuerpo sentía escalofríos y mucho calor al mismo tiempo, también comencé a sudar y a experimentar muchos cambios como para poder explicarlos. Aún no puedo entender como todo lo que me pasó fue posible, sin embargo, no podía negar lo que veían mis ojos y que sigo viendo en mi hasta estos momentos.
En los minutos posteriores a sentir el disparó, mi cabello comenzó a crecer hasta llegar por debajo de mis hombros, mi cuerpo se encogió, se volvió mucho más delgado y definido, dándome un cuerpo de chica más que apropiado para soportar una competencia, aunque con pechos y trasero grande para mí gusto.
Yo todavía no terminaba de entender como es que mi cuerpo se convirtió en el de una chica de preparatoria, cuando mi querida amiga ya me estaba estirando un uniforme femenino del club de atletismo idéntico al suyo para que me cambiaría y me uniera a la competencia.
No estaba muy seguro de si utilizar eso, pero al ver que en mi cuerpo actual mi ropa de chico me colgaba y era incomoda, no tuve más que aguantar la vergüenza de ir a cambiarme la ropa por algo más apropiado para mi forma actual. Mi amiga me ayudó un poco para vestirme rápido, algo que acepté sin dejarle ver mucho detalle de mis nuevas intimidades como mujer; Maira me ayudó con la ropa interior, especialmente con el sostén de buen tamaño para mi cuerpo; después me convenció de usar los bloomers recortados y ajustados, que yo más bien sentía como otra ropa interior por su pequeño tamaño; le siguieron unas medias blancas largas hasta las rodillas y unas zapatillas cómodas para correr; mi atuendo se completó cuando Maira me ayudó con el sujetador deportivo rojo sobre el cual coloqué mi número de competidora; mi amiga es la número 101, su amiga la número 100 y yo completo la tercia con el número 102.
De está forma, con un cuerpo femenino y un atuendo que nunca en mi vida imaginé que iba a utilizar, me estaba preparando para participar en la carrera de una forma muy distinta de lo que pensaba.
Créditos a quien correspondan. |
-Debes verte así por que es una competencia femenina y nuestra última integrante se lastimó hace unas horas, el resto de chicas o no aguantarían la competencia o no querían competir, así que nuestra única opción eras tú, Raúl. Aunque por ahora te diremos Raquel-
Explicaba con calma y alegría mi amiga, como si todo esto que estoy viviendo no fuera para tanto.
-Incluso tengo nombre de chica….-
-No te desanimes, solo cambió un poco tu aspecto pero sé que sigues siendo el mismo campeón de atletismo de siempre, solo que más sexy-
Añadió con una mirada pícara viéndome de pies a cabeza, cosa que por alguna razón me hizo sonrojar e intentar cubrir mi cuerpo con mis manos, una tarea casi imposible por lo diminuto del atuendo que llevo en estos momentos.
-¡Maira! ¡Ya basta! ¡No me mires como una pervertida!-
Protesté lleno de vergüenza haciendo que mi amiga estallará en carcajadas por mi reacción.
-Jajajaja no pensé que Raquel fuera tan fácil de avergonzar-
-Es tu culpa por darme un traje tan pequeño, siento que en cualquier momento lo romperé y que todo mi trasero quedara a la vista, puedo sentirlo-
Me quejaba con mucha vergüenza en mis palabras, pues con el más ligero movimiento de mi cuerpo sentía como la tela se frotaba por todos mis muslos y trasero, llenando mi cabeza de ideas humillantes sobre lo que me podría pasar si estos bloomers se llegan a romper.
-Lo siento, eso sí es culpa mía. Debo de admitir que no tenía idea de que talla traer para ti, después de todo no podría saber como cambiaría tu cuerpo después de dispararte; tomé un traje para una chica promedio, no pensé que tu cuerpo crecería tanto como para no tener medidas de una chica promedio-
Una vez más, su tono bromista junto a sus miradas descaradas hacía mi me hicieron avergonzar e intentar cubrirme, algo que solo hizo que mi amiga comenzará a reír y volviera a hablar.
-Te prometo que te lo compensaré de alguna forma cuando terminemos la carrera. Por ahora no hay tiempo de buscar otro atuendo, tuvimos que ser las últimas en inscribirnos y las últimas en los vestidores para poder cambiarte de sexo sin que nadie nos descubriera. Debemos ir a nuestras posiciones cuanto antes, no estoy segura de cuanto tiempo más pueda seguir ganando mi amiga para nosotras, así que andando-
-No saldré mostrando todo mi trasero-
A pesar de que Maira intentó animarme y hacerme salir cuanto antes para comenzar la carrera, sus palabras no bastaron para convencerme tan fácilmente.
-No se te ve todo el trasero, date la vuelta-
Un largo silencio se hizo presente en los vestidores cuando tal como ella me pidió, yo me di la vuelta para mostrarle como me quedaban los bloomers con los que se supone debo competir.
-Peroooo no te quedan tan mal...-
Dijo de forma muy poco convincente.
-Es normal para las chicas usar esto, de hecho los míos son más cortos que los tuyos...-
Aunque ella en serio se estaba esforzando, bastaba con una mirada de reojo para darse cuenta que no, que sus bloomers son adecuados para ella al contrario de los que yo estoy utilizando.
-¡Ya sé! El problema es que todavía estás pensando como chico, esta ropa es diminuta en comparación de tus boxers o la ropa interior que usas cuando chico, ¿no lo crees?-
Puede que ese haya sido el mejor argumento de Maira hasta ahora pero seguía siendo débil y se lo hice saber.
-Las bragas que me prestaste sobre salen del bloomer-
-Esta bien, 50 dólares para que te calles y salgas a competir-
No pude evitar suspirar al darme cuenta que cuando Maira se quedó sin argumentos, no dudó en pasar a otros métodos con tal de hacerme salir a la carrera, teniendo más éxito que cuando solo usaba palabras.
-¿De verdad que no estoy mostrando mucho el trasero?-
Pregunté aún dudoso y con algo de inseguridad, tratando de mirar más a detalle como se me veía el atuendo, pero siendo detenido por la segunda oferta de mi amiga.
-80 dólares, y otros 10 el mes que viene-
Su respuesta me dijo más de lo que necesitaba, y aunque sé que Maira me está mintiendo sobre como me veo, al ponerle precio a mi ayuda, la cosa cambiaba un poco.
-Supongo que yo estaba exagerando, es mi primera vez como chica, tal vez solo está en mi imaginación-
En cuanto dije esas palabras, los ojos de Maira brillaron con emoción, tomando mi mano de forma enérgica para sellar el trato mientras hablaba.
-¿Lo ves? Te digo que estabas exagerando, Raquel. No lo pienses demasiado y vayamos a nuestras posiciones, la carrera está a punto de comenzar y vamos a aplastar a nuestras rivales-
Con eso dicho el ánimo regresó a mi amiga, quien estaba más lista que nunca para comenzar a competir, dejándome a mi con mis pensamientos sobre como me veo usando este atuendo.
De cualquier forma, sea o no muy pequeño para mí, ya había aceptado participar en está competencia donde sin importar el resultado, yo saldré ganando.
Vengarme por lo que Maira me hizo estaba en mis planes, pero ahora que le puso un enorme precio a mi participación, me sienta mal castigarla. Supongo que solo tomaré lo prometido después de la carrera y trataré de disfrutar un poco de mi temporal apariencia una vez que ganemos está competencia.
Créditos a quien correspondan. |
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