martes, 23 de julio de 2024

Crucero Tg

    Esta mañana era como cualquier otra, despertando a las 4 am para manejar el crucero donde soy capitán. El viaje empezó hace 2 días y se espera recorrer toda Europa y parte de América por la costa, teniendo comida, agua, medicamentos y seguridad de sobra para todo ese tiempo, mi crucero es uno que está preparado para afrontar cualquier adversidad que pueda ocurrir en los mares... o al menos eso es lo que pensaba hasta esta mañana, donde un problema que nunca hubiera imaginado ocurrió mientras todos dormíamos, dejándonos sorprendidos e indefensos para afrontar está situación.
-¿Que carajos me ha sucedido?-
    Me pregunté con una desconocida y femenina voz apenas al abrir los ojos, percatándome que no estaba en mi camarote, además de que no estaba en mi propio cuerpo y ni siquiera era del sexo que había tenido toda mi vida. 
    Por alguna razón, supongo que el sofocante calor en la habitación, la verdadera dueña de este cuerpo se fue a dormir usando solo un traje de baño de dos piezas, en extremo llamativo con su coloro amarillo y sus pliegues del mismo color con estampado de fresas. También era en extremo vergonzoso de utilizarlo, no solo se sentía apretado en lugares que nunca imaginé, también me hacía sentir ridículo vestir algo tan femenino, por no mencionar la obvia situación de que nunca hubiera imaginado terminar viéndome como una mujer, o una niña mejor dicho, ya que luce bastante joven como para llamarla mujer. 
    Al levantarme de la cama pude ver con más detalle este cuerpo frente a un espejo; su cuerpo era muy pequeño, con la piel bastante clara y un largo cabello pelirrojo que sentía por toda mi espalda; el traje de baño no dejaba de ser sumamente vergonzoso, los pliegues que me parecían una falda ni siquiera cubrían por completo mi trasero; sentirme tan expuesto en definitiva no era lo mí; sin embargo, una emoción y el pensamiento de que la ropa era linda no dejaban mi cabeza tranquila, aunque no podía negar la vergüenza de verme como una adolescente, tampoco podía negar que había una extraña satisfacción al verme como una chica que podría tener la misma edad que mi propia hija.
    Por unos minutos más frente al espejo empecé a caminar y modelar este atuendo para mí, haciendo que esa extraña emoción y satisfacción que sentía creciera más y más, por algún motivo disfrutaba de verme bonita y eso me hizo comprender que la chica no dormía en traje de baño solo por el calor, también lo hacía por una vanidad que era linda de experimentar. 
    Despertarme con este aspecto fue una enorme sorpresa, pero en cuestión de minutos comencé a disfrutarlo, estar controlando el cuerpo de esta jovencita era extrañamente embriagante, como si su cuerpo siempre hubiera sido mío, y dándome la sensación de que no debía buscar una solución, y que lo mejor para mí sería quedarme con este precioso cuerpo de adolescente.
    Entre más tiempo pasaba viéndome y sintiéndome como esta chica, más era mi deseo de ver más y de quedarme como ella; quería conocer más, quería vestir más cosas bonitas, quería explorar este cuerpo para hace todo tipo de cosas con el, en verdad que quería hacerlo y rendirme ante toda está emoción y placer. Afortunadamente para mí, pude resistirlo, me tomó muchos minutos de mirarme frente al espejo y quedarme quieta, pero tras varios intentos, ese embriagante placer de volverme una adolescente había sido controlado. Al menos de momento.
    En cuanto pude controlarme decidí cubrir el espejo con una sábana, intentando no mirarme demasiado y concentrarme en encontrar alguna forma de volver a la normalidad o de averiguar que fue lo que me sucedió.
    Con eso en mente fui capaz de encontrar el celular de está joven, el cual estaba listo para llevar conmigo en esta travesía. No sin antes tomarme una foto bastante linda de mi cuerpo, levantando bien el trasero y posando bonita para la cámara del teléfono durante unos momentos.
    Una vez más la vergüenza y la humillación me invadió por completo, me costaba creer que en serio hice algo tan desvergonzado como tomarme fotos como toda una adolescente, incluso la sensación de tomarme más fotos o editar las que ya tenía se amontonaban en mi cabeza, algo lo cual intente disuadir al sacudir mi cabeza para volver a enfocarme en lo realmente importante: recuperar mi cuerpo.
Créditos a quien correspondan.
    Sacudí con euforia mi cabeza, logrando que me mareará un poco y que esos torpes pensamientos de adolescente se fueran de mi mente. Después de tantos años como capitán de crucero no pensé que volvería a sentir lo que era un mareo, pero con el pequeño y frágil cuerpo de esta niña, hasta tuve que sentarme en la cama para tomar un respiro tras sacudir fuertemente la cabeza.
-Tomarme fotos... verme bonita... sentirme tan débil... no puedo creer que estoy haciendo todo por lo que he regañado a mi hija... que miedo me da volverme una adolescente incontrolable justo como mi hija-
    Me decía aún sin acostumbrarme a mi nueva voz, femenina y aguda, una vez más justo como la de mi hija, una a la que no puedo volver a mirar de la misma forma tras haberme comportado tal y como ella haría.
-Por desgracia, si no encuentro como solucionar esto no solo habré actuado como mi hija una vez, me volvería una mocosa adolescente tal y como mi hija lo es-
    Pensar en ser igual que mi hija me hizo estremecer y motivarme más en volver a la normalidad, tomando el celular una vez más, justo para percatarme de que me las arreglé para activar la cámara frontal y ver mi temporal rostro una vez más.
    Viéndome con detalle, tan de cerca una vez más, pude tener una mejor imagen de mi cuerpo actual.
 -Sus anteojos son enormes, pero no puedo dudar de su calidad. Después de sacudirme y tomarme fotos nunca se movieron de lugar, ¿esta chica se durmió con los lentes puestos? Odio esto, entre más tiempo paso con este cuerpo, más me siento como mi hija-
    El rostro de esta niña era muy lindo, con lentes grandes que hacían destacar aún más sus ojos, su cabello también era precioso, y aunque no soy un experto en esto, diría que la joven tiene entre 18 y 23 o 24 años, ¿acaso ella habrá venido sola a este crucero? De ser así, debe tener bastante dinero como para estar por su cuenta, y si no estaba sola, eso lo haría peor para mí, ya que tendría que lidiar con sus padres o quienes sea que acompañaran a esta joven durante el crucero.
-Entre más lo pienso, peor se pone el asunto, ¿Por qué me tuvo que pasar esto a mí?-
    Me quejaba al soltar un pesado suspiro, pensando que anoche al irme a dormir era un hombre de casi 50 años, el orgulloso capitán de este navío, además de un padre estricto para su preciada hija, de quien ahora parezco tener una edad similar con el cuerpo de esta chica.
    Sacudiendo mi cabeza una vez más, tuve un sobresalto al ver la hora, ya casi eran las 05:30, y navegar el barco era mi total responsabilidad, no podía dejarlo a la deriva por lo que tomando el móvil y las llaves del camarote, salí corriendo hacía el cuarto de mandos en el barco.
    El camino fue mucho más largo que de costumbre por lo alejado que estaba en camarote de está niña con respecto al cuarto de mandos, sin embargo ese mismo y extenso camino me permitió oír un montón de pánico por todos lados; niñas, niños, adultos y hasta algunos abuelos, personas de toda la edad parecían confundidos, preocupados o avergonzados, y todos se quejaban de algo muy parecido; nadie estaba en su verdadero cuerpo; algunos buscaban a su verdadero cuerpo o buscaban a alguien querido que no estaba en su cuerpo, también había quienes no podían creer el intercambio y algunos más que estaban agradecidos por tener un cuerpo distinto; cada reacción era distinta de persona en persona, lo único que era seguro en cada uno de ellos, es que habían intercambiado de cuerpos sin razón aparente.
    El bienestar de todas estas personas me preocupaba verdaderamente, pero antes de abordar un tema del que yo tampoco tengo la respuesta, debía hacerme responsable del barco justo como el capitán que todavía soy a pesar de mi aspecto.
    Cuando llegué al cuarto de mandos, pude notar algunos de mis compañeros aún en sus respectivos cuerpos y otras caras ausentes que seguro habían pasado algo similar a lo que me ocurrió.
-Disculpe, señorita. Usted no puede estar aquí, debo pedirle que-
-Silencio, Marcus. Yo soy el capitán James Damián Banks, desperté en este cuerpo hace poco y vine tan rápido como pude-
    Uno de mis propios tripulantes quiso detenerme en cuanto me vio, y no podía culparlo por su actuar, ver entrar a una niña en traje de baño a la sala de mandos era algo que no podía permitir, y por ello no tuve mejor idea que llamar a mi tripulante por su nombre al igual que yo presentarme por mi nombre completo.
-Capitán... ¿En serio es usted?, ¿Cómo podemos estar seguros de que no está jugando una broma, señorita?-
    Ser llamado "señorita" y que me tratarán como a una niña era humillante, pero no tenía tiempo que perder en sentirme avergonzada, usando todo lo que se me ocurría para demostrar quien soy en realidad. 
-Entiendo tu confusión, Marcus Morgan, pero te prometo por ti y tu familia en Europa que puedes confiar en mí, todos pueden confiar en mí. Sé que me veo muy diferente a como soy en realidad, pero pese a mi aspecto no dejó de ser el capitán y ustedes mi tripulación, a quienes les pido ayuda para controlar está situación-
    Intente levantar la voz para que todos me escucharán, aunque con lo suave y aguda voz de esta niña estoy seguro de que a más de uno de mis compañeros le fue difícil, ya sea por sonar demasiado aguda para algunos oídos, o que en momentos se me quebraba la voz y perdía claridad. Aún así, esas torpes y sinceras palabras parecieron llegar a mis compañeros, que tras cruzar miradas entre ellos, me dejaron entran.
-Esperamos sus indicaciones, capitán. Nos alegra tenerlo aquí aún si luce distinta... Como puede ver, no es el único afectado, tanto compañeros como pasajeros reportan despertar en cuerpos distintos, incluso llegan reportes desde otros barcos y cruceros con problemas similares, nadie está seguro de que sucedió pero hay quienes dicen que es una enfermedad, una maldición marina y algunos comentan sobre una enorme neblina que pasamos durante la madrugada. Estamos intentando calmar a todos, pero como no podemos responder a sus dudas, hay algo de pánico por todo el barco-
    Marcus, uno de mis hombres de mayor confianza, me daba un resumen de la situación mientras él y otros hombres empezaban a trabajar bajo mis indicaciones. Por un momento sentí alivio de no ser el único atrapado en un cuerpo ajeno, pero saber que hay muchas más personas en la misma situación no lo hace mejor.
-Gracias por el resumen. Como pueden mirar yo también fui afectado por la situación, sin embargo no podemos dejar que el pánico se apoderé de nosotros, mientras nosotros controlamos el crucero tal y como siempre hemos hecho, también intentaremos calmar a las personas-
    Puede que mi plan fuera uno muy sencillo, pero tener la presencia frente a mis hombres hacía la diferencia, pues ellos confiaban en mí y estaban listos para ayudarme con todo esto.
    Conforme dirigíamos el curso del barco, pude suspirar y tomar un respiro justo antes de acercarme al micrófono conectado a todos los altavoces del crucero. Me arme de valor, aclarando mi voz y dando unos saltos para llegar al micrófono, dejándome sentir como mis nuevos pechos y trasero rebotaban a cada salto, estoy seguro de que más de uno de mis tripulantes disfruto del espectáculo en silencio. Quería echarles la bronca encima por ser tan descarados, pero una vez más, había más prioridades que "sentirme femenina" o que me hablen como a una señorita.
-Permítame, capitán-    
    Las palabras de Marcus vinieron acompañadas del micrófono, que tras verme intentarlo sin éxito, el mismo decidió tomar el micrófono y entregármelo, ayudándome al mismo tiempo que me hacía recordar lo pequeño que soy con este cuerpo.
-Muchas gracias, también quiero que estés listo para hablar en caso de que la gente no me crea a mi. Oír a una niña decir que es el capitán puede que no sea tan fácil de aceptar por los pasajeros, ¿De acuerdo?-
    En cuanto Marcus asintió como respuesta, yo abrí el micrófono para hablar fuerte y claro para todos en el crucero.
-Su atención a todos los pasajeros, esta mañana se reportó un incidente en el cual muchas personas se vieron afectadas por un repentino intercambio de cuerpos, incluso yo como su capitán resulte afectado. Seremos honestos con ustedes y diré que no sabemos que fue lo que ocurrió, así que les pedimos su ayuda, manteniendo la calma y de ser necesario buscando a su familia y amigos; todo esto puede ser un problema mucho más grande o mucho más pequeño dependiendo de cómo actúen, así que por favor usemos la cabeza. Por el viaje no se preocupen, nosotros nos encargaremos de seguir el recorrido y atender lo más que podamos hasta que tengamos una solución. Una vez más, nosotros como tripulación no sabemos que fue lo que sucedió, pero sí sabemos que haremos todo lo que este bajo nuestro alcance para ayudarlos a todos-
    Apenas terminé de decir esas palabras, uno de mis tripulantes pidió el micrófono, a lo que sin dudar se lo compartí.
-De igual forma pedimos que si alguien tiene detalles o algo de información al respecto, nos la digan para informar de nuestra situación en tierra y que desde ahí nos puedan ayudar. A nombre del capitán James Damián Banks, del mío Edward Michaels y de toda la tripulación pedimos su ayuda en esta situación y les aseguramos que haremos todo lo posible para que vuelvan a la normalidad, muchas gracias-
    Me sorprendió como terminó el mensaje Edward pero estaba bien, tal parecía que él ya había pensado en cosas para solucionar esto que a mí ni se me había pasado por la mente debido a estar ocupado con otras cosas.
    Sea como sea, de momento la situación empezaba a mejorar tras nuestro anunció y recuperar el control del crucero, así que como responsables del barco tenemos que seguir cuidando del rumbo que tenemos por los mares al mismo tiempo que intentamos hallar la solución a este problema que muchos estamos viviendo.
    No quise decir nada a mis compañeros, pero no pude evitar pensar que ahora en este cuerpo debería aprender algunas cosas básicas que toda adolescente debe de saber. De solo pensar en ello ya me siento avergonzada, sin embargo, debo cuidar apropiadamente de este cuerpo y no dejarme guiar por la tentación de comportarme como una adolescente para poder cuidar de todos en el crucero. Debo ser una buena mujer para también ser un buen capitán en una situación muy difícil de lidiar, y de la cual estoy seguro que más de uno en el barco podrá estarlo pasando peor que yo. Seguro que hay alguien que la está pasando peor que yo, y justo por eso no me puedo dejar de esforzar en mejorar la situación hasta encontrar la solución.
    Al pensar en todo esto que estoy viviendo, todo lo que falta vivir y todo lo que están viviendo las personas a bordo, viene a mi memoria el primer día del crucero, donde un pequeño eslogan fue utilizado para promocionar el tour: "un viaje que nunca olvidarás", por cruel e irónico que eso pueda sonar, tengo que admitir que pase lo que pase, este crucero nunca se va a olvidar.
Créditos a quien correspondan.

10 comentarios:

  1. Me gustó mucho la historia y hasta podría haber más de la historia de otros pasajeros

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    1. Me da gusto volver a leerle, Chimada. La idea con está historia fue presentar el concepto y más adelante continuar la historia del capitán al igual que presentar a otros pasajeros del crucero.
      Muchas gracias por el apoyo, estaba ansiosa por compartir está historia.
      -Nero.

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  2. Fue una historia muy buena, me gustó mucho y las imágenes que lo acompañaban estában bien

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    1. Me alegra que eso crea, Ton911. En serio que disfruté escribiendo está historia que para más adelante podría tener una continuación.
      -Nero.

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    1. Muchas gracias por comentar, anónimo. No suelo decirlo pero está vez estoy bastante orgullosa de mi historia, ha sido de mis favoritas en mucho tiempo y me hace feliz ver que tiene una buena recepción.
      -Nero.

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  4. Jajajaja me encantó, y debo decir que algo original, en un crucero nunca había visto una historia tg xd

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    1. ¿Verdad que sí? A pesar del tiempo, no sé debe perder la originalidad. Siempre se debe buscar algo novedoso, y aunque me siento mezquina por mencionarlo, también me siento muy orgullosa de está historia.
      -Nero.

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    1. Y de mis favoritas en tiempos recientes. Muchas gracias por comentar, George. Espero que haya disfrutado la historia y que pueda leerlo más a menudo.
      -Nero.

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