-¡Bienvenidos sean, amos y señores!-
-Bienvenidos sean-
-B-bienvenidos...sean-
Respondieron las maids de diferente maneras cada una de ellas; empezando por la maid de cabello largo y ojos violetas que habló con mucho entusiasmo mientras sonreía y saludaba a todos sus amos y señores; seguida de ella, habló con indiferencia la maid pelinegra que parecía estar más concentrada en jugar o escribir algo en sus notas que en prestarle atención y respeto a todas las personas delante de ella; y por último, estaba la maid albina y alta con un parche negro en el ojo derecho, quien a diferencia de sus compañeras maid parecía sumamente avergonzada, intentando jalar su falda lo más posible para cubrir sus largas piernas, con la cara completamente roja por la humillación que sentía y hablando con una voz suave y temblorosa que provoca gritos y reacciones de todos los clientes ansiosos porque las bellas doncellas comenzarán con su servicio al cliente, uno muy importante para su reformación y reintegración en la sociedad. Después de todo, todas estas bellas doncellas no eran más que sucios criminales juveniles que adquirieron esos lindos aspectos como parte de su castigo que puede o no, algún día les de la oportunidad de volver al mundo fuera de esos muros.
Aquellas bellas y sensuales mujeres con cuerpo maduros, lindas adolescentes con físicos destacado y hasta las niñas más pequeñas con aspectos adorables y edades cuestionables, todas y cada una de ellas no eran más que criminales tomados al azar y que nadie iba a extrañar por si les ocurría algo, lo que los convertía en elementos perfectos y desechables para poner a prueba el nuevo plan del gobierno para la reformación de criminales.
El plan en cuestión era simple, donde a los peores criminales, aquellos sin buena red de apoyo o los condenados de por vida, se les asignaría un nuevo cuerpo y un nuevo rol que debían cumplir a la perfección si es que querían algún día dejar esa retorcida prisión y reintegrarse al mundo real, incluso si dicha reintegración implicaba que los criminales fueran convertidos en mujeres en cuerpo y mente para siempre.
Los criminales no solo eran sometidos a una feminización temporal o permanente por distintos métodos que también eran puestos a prueba con ellos. También eran sometidos a toda clase de castigos que iban desde el aislamiento o sermones por pequeños fallos o malentendidos, hasta en casos extremos cuando los criminales no querían obedecer o intentaban revelarse, eran castigados con hipnosis, control mental y collares eléctricos que traían de vuelta la "terapia de choque" con un toque más pervertido que doloroso, puesto que estos collares podían lanzar fuertes descargas eléctricas cada que hay un mal comportamiento, al igual que puede lanzar intensas descargas en puntos específicos del cuerpo provocando placer en el mismo, obligando a los presos a obedecer para dejar de sentir eso, o en algunos casos distintos se esforzaban en obedecer para seguir sintiendo ese placer después de haber sido dominados por el mismo.
La idea de convertirlos en mujeres no solo era un capricho de la dueña y jefa de la prisión, había varios motivos más detrás de la idea en los que se puede destacar el bajo índice de criminalidad de las mujeres en comparación de los hombres, un mayor control sobre los prisiones debido a que en cuerpos de mujeres serán menos fuertes y menos violentos físicamente, además que sus niveles hormonales también cambiarán, perdiendo buena parte su testosterona y con ello comportamientos disruptivos, conducta temperamental y agresividad. Por último, y no por ello menos importante, convertir a todos esos hombres altos, fuertes, musculosos, arrogante y odiosos en pequeñas, adorables, lindas, sumisas, refinadas y obedientes mujeres es motivo de humillación para todos ellos y motivo de deleite para la encargada de la prisión al mando de estos procedimientos.
-Oye, 573859-
-Llámame Lili, aquí nos asignaron un nombre y nos dieron derecho a mejores tratos. Detrás de la cafetería están nuestros cuartos, hay baños y camas de verdad, además de mucha ropa linda y lencería erótica como estas que estoy usando, ¿No es genial? Nos vemos tan jodidamente sexys, además por las noches nos podemos masturbar sin meternos en problemas, ¡Incluso tenemos permitido coger entre nosotras! Me muero de ganas por tener sexo con otra chica, pero Kuro no se dejaría, así que si estás dispuesta a intentarlo ¡soy tu chica! Más bien, ¡Serás mi chica!-
Cuando la joven albina de gran altura y aún más grandes pechos intentó hablar con el otro prisionero, este le respondió de forma enérgica digna de una adolescente, pero de forma tan explicita, muy explicita, digna de un pervertido o sinvergüenza digno de estar en esa prisión, aunque el área en concreto donde él está puede que no sea el mejor castigo contra él. Sin embargo, entre sus sugerentes ideas dijo más de una cosa que llamó la atención del más nuevo prisionero, quien no resistió la tentación de preguntar.
-¿Kuro?, ¿Quién es Kuro?-
-Se refiere a mi. Los clientes no se quejan de mí, así que también gané un nombre en vez de seguir con un código de prisionero, y me dejan fumar de vez en cuando, aunque solo es un placebo de chocolate-
Respondió sin entusiasmo ni emoción la joven de cabello negro, quien al menos hablaba de forma más educada que el primer prisionero que ahora se hace llamar Lili.
-Aguarden ¿En serio no tienen problemas con esto?, ¡Somos hombres! No podemos quedarnos con estos cuerpos y ¡OYE!, ¿¡Qué crees que haces!?-
Ante el desinteresado comentario de Kuro, la nueva prisionera no podía creer su situación y como sus dos compañeros aceptaron felizmente volverse en lindas maids en lugar de intentar recuperar su masculinidad y sus cuerpos verdaderos. El joven feminizado estaba listo para hacer cambiar de parecer a sus compañeros, pero antes de poder decir algo, Lili no dudo en levantar la falda de la albina tanto como pudo, presumiendo a todos los presentes las largas piernas y la tanga de encaje blanco que vestía en esos momentos el prisionero 250701.
-Esa vagina cubierta por una tanga tan lasciva y esas tetas tan enormes que casi rompen tu vestidito de sirvienta dicen lo contrario. Incluso su actitud tan linda y sumisa encajan a la perfección con mi tipo de dama, ¡Todos los hombres quieren a una chica linda y sumisa que se encargue de cocinar y las labores de la casa! No importa que seas más alta que yo, ¡si cogemos eso lo hará aún más emocionante! Estoy segura que no soy la única que piensa de esa manera-
Con una enorme sonrisa y manteniendo la falda de 250701 en alto, Lili decía sus pervertidos pensamientos mientras los hombres de la cafetería aplaudían y soltaban toda clase de comentarios ante la sumisa chica albina que combinaba su cabello con el color de su tanga.
-¡Y-yo nunca seré una chica sumisa!-
Intentó protestar con vergüenza y timidez la prisionera más nueva, haciendo reír a carcajadas a la prisionera más vieja en esa área.
-¡Por favor! Apuesto a que serás el tipo de chica pasiva muerde almohadas excelente para cumplir en la cama, ¡Deberías darme una demostración!-
Lili insistió una vez más en "conocerse" más a fondo antes de darle una fuerte nalgada a 250701 y soltar su falda, quien a pesar de la vergüenza que estaba sintiendo, no intento protestar o hacer algo más en contra de la pelimorada.
-¡Y-yo no seré buena ni sumisa en la cama!, ¿Cómo es posible que ambos están tan acostumbrados a esta vida? La tanga es incómoda y se me mete donde no debería, las calcetas me aprietan, la falda es muy corta y siento todo el aire pasar por ahí, además que los pechos hacen que la espalda me duela y no vea el suelo que ya con un solo ojo es bastante difícil-
La albina acomodaba su falda para intentar callar los silbidos de los policías y comentarios indiscretos del personal en el lugar que disfrutaban ver como ella intentaba cubrir su lascivo cuerpo sin mucho éxito mientras las otras maids solo estaban ahí disfrutando de una forma distinta el momento.
-¡Lo sé! Todo eso es genial, a mi me trajeron aquí por acosar a alguien en un autobús, así que si esperaban esto fuera un castigo ¡Se jodieron! Porque yo lo estoy disfrutando demasiado-
Afirmó con gran una sonrisa Lili, haciendo que el criminal sin nombre buscará refugio en la pelinegra indiferente de su situación.
-¿Tú no piensas lo mismo que él, verdad? Dime que eres distinto-
-Por supuesto que no. Yo no soy un pervertido descerebrado como ella-
-Menos mal...-
-A mí me sacaron del área de psiquiatría que hay en esta prisión. Los médicos decían que soy un sociópata en potencia o algo así al haberme "devorado" a mi ex esposa-
El suspiro de alivio que soltó el prisionero sin nombre le duro muy poco, ya que la razón por la cual estaba ahí Kuro parecía ser mucho peor que lo que hizo el otro prisionero.
-Espera... al decir "devorar" te refieres a-
-El punto es que "mi enfermedad" me hace indiferente a muchas de las emociones humanas, y el cambio hormonal solo agravó mis síntomas, por lo que soy bastante indiferente a la vergüenza y lo que digan o lo que sientan otras personas. En otras palabras, mientras obtenga algo a cambio, me da igual verme de la forma que sea-
Ante esa respuesta sin emoción a un tema tan complicado, el prisionero más nuevo solo pudo suspirar con resignación está vez y responder.
-Ah... Ahora entiendo porque Lili no te molesta, Kuro-
-Es una chica lista, asquerosa e idiota pero lista, espero lo mismo de ti “sin nombre”-
Respondió Kuro masticando los restos de su cigarro placebo sin siquiera dirigirle la mirada a su conflictuada compañera.
-Kuro, no sean tan dura con nuestra nueva compañera, hoy es su primer día y de esto depende su vida para siempre-
-Literalmente-
-Esperen, Lili, Kuro, ¿Cómo que literalmente?-
La primera vez en que ambas prisioneras estaban de acuerdo era para "ser amables" con la chica nueva, quien no entendía de que se había perdido y porque era tan importante su primer día en está área de la prisión.
-¿No te lo dijeron? Supongo era una sorpresa pesada de la jefa. Si no te ganas la aprobación de los policías y personal aquí presente, te vas a la silla eléctrica o te queman viva o algo así, ¡El chiste es que vives en está área o no vives! Lo que te pase primero. Kuro y yo llevamos un mes aquí y tú eres la compañera número 20 que tenemos hasta ahora-
-Compañera número 24 en realidad-
Corrigió Kuro, haciendo a Lili recordar lo sucedido con las otras 3 chicas que habían pasado antes que la novata más nueva llegará al área.
-¡Cierto! Tú te encargaste de "devorar" a una de ellas, a la otra la culpe por un pequeño accidente que tuve ¡Upsi! Y la última lo arruinó todo antes de siquiera tomar su primera orden, ¡Olvide contarlas!-
La albina estaba en shock por toda la dudosa información que recibía de sus compañeras, y sin entender ni controlar por completo sus nuevas emociones, un inmenso miedo, preocupación y ganas de llorar la invadieron, haciéndola sentir y lucir como una joven sumisa e indefensa más que nunca.
-No puede ser...esto es una locura.... Yo solo defendí a una chica de ser asaltada... casi pierdo mi ojo por intentar ayudar a alguien... ¿Y esperan que ahora acepte convertirme en una estúpida sirvienta o acabaran con mi vida? Eso no es justo-
-Bebé llorona-
La albina sin nombre estaba al borde de las lágrimas al contar su historia que la llevo hasta esa prisión y que tuvo como respuesta las frías e indiferentes palabras de Kuro, quien al terminar de jugar con su cigarro placebo, volvió a concentrarse en jugar con su libreta y su pluma del trabajo. Por su parte Lili fue un poco más amable, aunque tampoco era la mejor persona leyendo el ambiente o empatizando con los demás.
-Oye, novata. Si te sirve de algo puede que el asaltante ya este muerto o pase por una de las peores zonas de este proyecto, ¿Has escuchado que la justicia es ciega? Bueno, la jefa Justina no tiene nada de ciega ni de tonta, por lo que ya se estará haciendo cargo de la situación-
Ese nombre parecía ser importante, no por nada hasta los prisioneros sabían quien era la persona a cargo de este ambicioso y retorcido proyecto del cual la albina no pudo preguntar más detalles, ya que Lili siguió hablando para intentar ayudarla.
-Vamos, novata. No llores si no es para el fanservice de nuestro público. La situación no es la mejor pero es una nueva oportunidad de vida, si estas aquí es porque no puedes perder nada más, y en su lugar puedes ganar de todo: tienes ropa, cama, comida, trabajo y si todo funciona eso solo es el comienzo, saldremos de la cárcel algún día y podremos volver a hacer nuestras vidas con las condiciones que nos den por este proyecto. Así que intenta dejar de llorar, se tan linda y tonta como puedas y gánate tu lugar en esta vida-
Las palabras de aliento de Lili eran raras y un poco efectivas, aunque la novata seguía con dudas.
-...Gracias Lili pero no sé que puedo...-
-¡Es sencillo!¡Super sencillo!-
Respondió Lili con entusiamos, seguido de un comentario mucho más asertivo y detallado por parte de Kuro.
-Muy sencillo. Los policías y el personal son cerdos idiotas, pervertidos sin contacto ni afecto femenino, por lo que lejos de mejorar o buscar un vínculo de verdad con una mujer de verdad, ellos buscan estereotipos sacados de una revista hentai o del porno más básico que puedas encontrar-
Ante esas palabras tan directas, Lili asintió y dejo a su compañera carnívora seguir hablando.
-Por ejemplo, a mi me ven cómo la chica seria y sabelotodo, cruel e inexpresiva del grupo, incluso puedo mandarlos a la mierda o rechazarlos y ellos estarán agradecidos, son tan repulsivos que estarán muy felices de ser rechazados con indiferencia a pesar de su acoso e insistencia. Claro, hay excepciones a la regla, pero mientras no use la violencia, tengo a mi público bastante definido-
Señalando a Lili, Kuro siguió con su minuciosa explicación.
-A Lili la ven como la niña loca y energética, la típica chica de preparatoria torpe y sensual que todo mundo adora, el clásico estereotipo de porrista que enfatiza su sensualidad como una chica bimbo, por no llamarla una idiota tetona con cabeza hueca. Con ese estereotipo, ella tiene un público mucho más amplio que la adora sexual y/o emocionalmente-
Aquella detallada y hasta algo grosera descripción hizo sentir orgullosa a Lili que infló el pecho y respondió.
-¡Por supuesto!, ¡Las chicas sexys e idiotas son lo mejor! Si tanto las ame en mi otra vida, no veo porque no ser una de ellas ahora que tengo está forma-
Lili levantó con orgullo el pulgar a dar sus explicaciones sobre su actitud con su nuevo cuerpo, algo que Kuro y la albina decidieron ignorar por completo sin decir una palabra para seguir escuchando la larga explicación de la pelinegra.
-En otras palabras, si de verdad quieres sobrevivir en está zona, tienes que encontrar tu lugar, encontrar "tu personaje", tu estereotipo, tu arquetipo, tu rol o como lo quieras llamar. Si sabes como actuar y de esa manera te ganas un "público" tienes una mayor posibilidad de sobrevivir a este lugar-
Una vez más la joven de cabello morado asintió con orgullo en silencio, mientras Kuro se acercaba bastante más a la albina. Aquella chica sin nombre se sintió intimidada por un momento, en especial cuando Kuro tocó los pechos de la novata y con una gran y retorcida sonrisa dio su última aportación.
-Puedes seguir mi consejo o no, pero si tienes curiosidad. Estoy bastante segura de que si sigues llorando, te comportas tímida, sumisa y torpe como has hecho hasta ahora, podrás conseguir un buen sitio en este lugar con nosotras. Tienes un físico envidiable, moría por tocar tus tetas desde que entraste y tu altura enorme es esplendida, por lo que ser una "chica débil" a pesar de tu gran aspecto te hará adorable para esos tontos; al agacharte muestra tus bragas, sacude esas tetas enormes que tienes a cada paso, cáete "por accidente" en poses sugerentes y llora pidiendo disculpas en cada ocasión prometiendo que vas a mejorar. En otras palabras, te sugiero el "personaje" más fácil de todos, conviértete en una chica patosa y sumisa con la que nadie se pueda molestar, sé el tipo de chica que todo hombre quiere proteger e incluso si se quieren acostar contigo, lo hagan de forma cuidadosa para no lastimar a la "chica sumisa, torpe y adorable". Ningún hombre le haría daño a "un rayito de sol", menos en este lugar-
La idea de Kuro era muy sencilla, llevar al límite un estereotipo donde el prisionero 250701 sea sexualizado de una forma tan concreta en la que pocos hombres se atreverían a hacerle daño a una pequeña chica tímida, sumisa e inocente. Sin embargo, para actuar de esa manera el prisionero debía dejar atrás todo lo que lo hacía un verdadero hombre, sin duda tendría que comportarse de la forma más femenina posible frente a todo el mundo, y aunque su primer intención fue rechazar ese personaje, Kuro suspiró antes de concluir con su idea.
-Odio reconocerlo pero Lili tiene razón, Justina se hará cargo de la situación, así que si no eres un criminal sin remedio, saldrás de aquí en poco tiempo, 250701. Lili y yo, al menos por ahora, somos criminales sin remedio, pero si tú llegaste a la cárcel por un accidente tienes una mejor oportunidad de salir de aquí en una pieza. Solo tienes que comportarte durante un tiempo mientras la burocracia hace lo suyo. Para ello, podrías actuar tal como te digo y dejarás sin palabras a los guardias que están acostumbrados a gritar, pelear y vivir como animales en contra de los criminales. Será casi un instinto para todos ellos querer cuidarte y protegerte, todos ellos te amaran hasta el último día que estés en este horrible lugar-
Tal vez era imaginación de la novata, pero después de la implacable indiferencia que mostraba Kuro, escuchar esas palabras sinceras y su audaz razonamiento la hicieron dejar de discutir y comenzar a cuestionarse si seguir o no su consejo.
-Eso... supongo que puedo hacerlo... al menos intentarlo.... pero será muy vergonzoso...-
-Esa es la idea, idiota. Eso te hará irresistible para los guardar-
-Sin lugar a duda, al menos con nosotras dos funciona de maravilla tu actitud patosa y sumisa. De no ser porque me matarían, no dudes que ya hubiera intentando algo contigo, White-
A las palabras duras de Kuro, Lili se unió y puso su mano sobre la espalda de la novata, quien a pesar de la vergüenza se mantenía alertar de que la pelimorada intentará algo más con ella.
-..Voy a ignorar tus sucias intenciones, Lili... pero ¿Me llamaste “White”?-
-Sí, tu cabello es blanco y me pareció buen nombre, mucho mejor nombre que “sin nombre” o ese interminable código de prisionero. Aunque solo sería un nombre temporal. estoy segura que si haces lo que Kuro dice y las 3 damos un buen espectáculo juntas, podrás quedarte con nosotras. Kuro y yo hablaremos bien de ti con los oficiales, pero de ti depende tomar tu lugar o no, ¿Estas lista?-
-N-no... pero no hay tiempo...-
Kuro asintió sin decir más palabras mientras Lili sonreía en un intento de motivar a su nervioso nuevo compañero de prisión, a pocos minutos de comenzar con su jornada de trabajo forzado dentro la cárcel con el proyecto de reformación para criminales más peculiar en los últimos tiempos.
-Muy bien dicho, suerte. ¡Buen día guapos oficiales! ¿Qué les serviremos el día de hoy?-
-Que tengan buen día oficiales y amable personal, seré su maid de hoy ¿Qué les puedo ofrecer?-
En cuanto la campana sonó, ambas chicas entraron de lleno en "sus personajes", con Lili llevando su actitud energética y atrevida a los clientes de la zona izquierda, mientras que Kuro con su actitud educada pero indiferente se dirigía a las mesas de la derecha para tomar las órdenes de los atrevidos policías y descarados trabajadores de la prisión que hacían fila para ser atendidos por las bellas doncellas.
Al ver lo rápido que sus compañeras actuaron y sabiendo el peso que tendría su actitud en el primer día, White se quedó sola por un momento, llevando su mano hasta el centro de sus enormes pechos, tomar todo el aire que le fuera posible y suspirar, para tal como hicieron sus compañeras, intentar entrar "en personaje" y cumplir con sus deberes como doncella de la cafetería.
-B-bienvenidos s-s-sean amos míos....l-l-lo siento... Soy nueva aquí pero ¡daré el m-m-máximo por todos ustedes! Sean amables conmigo, por favor-
Fueron las primeras palabras que salieron de la boca de "White" para presentarse ante los guardias en la zona central de la cafetería, quienes tal como había anticipado Kuro, estaban encantados por su belleza, por su forma nerviosa y avergonzada al hablar, además claro de dejar su trasero al descubierto para las mesas tras de ella mientras que las personas frente a White podían deleitarse con sus pechos sacudirse cuando ella hacía sus repetidas reverencias.
Al ver una recepción tan buena ante su primera impresión, White se sentía muy humillada pero también motivaba en sobrevivir al proyecto de reformación para criminales juveniles, incluso si tenía que usar un personaje tan genérico y vergonzoso para ganarse el cariño de los empleados en el área, White lo haría para salir de ese lugar, y quizás, recibir una disculpa por parte de la dichosa encargada que lo arrastró hasta ese sitio.
Mientras White se humillaba para deleite de los clientes, veía de reojo a sus dos compañeras que cada una a su manera también intentaban sobrevivir y quizás soñar con salir de ese lugar. En un inicio pensó que Kuro también se la "devoraría" mientras dormía o que Lili intentaría algo aún más inapropiado con ella, pero tras recibir su ayuda, el prisionero 250701 pensó que incluso entre lo peor de lo peor, podría encontrar hermosas compañeras que le ayudarán durante su estadía.
Escapar juntas, salir como es debido de aquel sitio o incluso tener un trágico final, todas esas ideas desaparecieron de la mente de 250701 por un momento, para concentrarse en cumplir con su turno y así poder vivir un día más como la compañera número 24 del área de cafetería número 5 dentro del ambicioso proyecto de reformación para criminales que aspira a dar grandes resultados que puedan cambiar el mundo como lo conocemos. Donde una bola de fracasados, raros e inadaptados seres humanos son el prototipo para alcanzar el mundo ideal del mañana.
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