jueves, 16 de enero de 2025

Promesa por promesa

-¿En serio tengo que hacer esto, Cristina?-
    Le pregunte a mi novia al salir del vestidor usando justo lo que ella me eligió.
-Por supuesto ¿O tiene algo de malo hacer esto por tu novia?-
    Puse los ojos en blanco ante la pregunta de mi novia, sin poder contener mis ganas de responder de una forma sarcástica ante su pregunta tan fuera de lugar, casi parecía que se burlaba de mi, por lo que yo respondí con el mismo ánimo burlón.
-No, para nada. Transformar a tu novio en una chica asiática para vestirlo con una especie de traje ajustado de gimnasia que se le mete al trasero para así llevarlo a la feria es muy normal, justo mi amigo lo hizo ayer con su novia-
-Ok, entendí muy claro y fuerte tu sarcasmo pero no es para tanto ¿O sí? Además, siempre tuve una fantasía con el cambio de cuerpo y te amo mucho, así que no había nadie más a quien le confiaría mi secreto, ni tampoco podía imaginar a otra persona que no seas tú para ayudarme a cumplir con mi más íntima fantasía. Y por último, espero que no hayas olvidado que esto es una promesa mutua, por lo que si tú haces algo por mi, yo haré algo por ti, una promesa por otra promesa, ¿Recuerdas?-
    A pesar de mi incomoda situación al ser mujer y usar un atuendo como el que llevo puesto, la sinceridad con la que hablaba mi novia junto a su bella sonrisa hacían muy difícil para mi seguir molesto con ella. Debo darle ese reconocimiento, ella de verdad confía en mi al revelar ese secreto y pedirme que cumpliera con su fantasía, prometiendo que ella haría algo igual de valioso para mi más adelante. Me gustaría decir que con esta promesa sacaría ventaja de mi novia, pero la verdad es que si puedo hacerla feliz, es motivo suficiente para intentarlo, así que incluso si es algo extraño para mi ser una mujer y vestir con lo que ella me eligió, es algo que haré para poder verla sonreír.
-Vale, si lo pones de esa manera no suena tan mal. Más tarde me pondré a pensar en que haré contigo a cambio de esta enorme petición, pero por ahora ¿Qué harás tú conmigo, Cristina?-
    Intentando ignorar la incomodidad que me hacía sentir el atuendo que llevaba puesto, quería saber que quería hacer conmigo mi novia. 
    En cuanto acepté convertirme en mujer temporalmente, ella dijo que se encargaría de todo; consiguió una medicina que transformaría mi cuerpo por algunas horas, y una vez que los efectos se hicieron presentes, ella me vistió y me arrastró hasta uno de sus sitios preferidos, un pequeño parque donde había diferentes juegos y atracciones, por lo que era como una pequeña feria gratuita para la comunidad que a veces hacía fila por usar los juegos, o como en días como hoy, apenas hay personas por los alrededores.
    Que no hubiera personas hizo más fácil las cosas para mi, aunque seguía sintiéndome avergonzado al menos estaba a solas con mi novia sin que más personas me vieran en está penosa situación o con un atuendo de lo más llamativo.
    Con todo el esfuerzo que mi novia puso a transformarme en chica y cumplir con su fantasía, esperaba un plan elaborado, una extravagante experiencia o incluso esperaba algo más íntimo de chica a chica, después de todo ni ella usa uno de los atuendos que ahora yo llevo puesto simplemente para pasar el rato. Por lo que, con eso en mente, los verdaderos planes de mi novia me tomaron por sorpresa.
-Solo quiero tener una cita contigo en esta forma, cariño. Sé que puede ser muy raro, pero solo quiero que actúes como una chica mientras estamos de paseo, y quizás oír como te sientes también sería algo lindo de tu parte-
-Ok...¿Con respecto a que debo decir como me siento?-
    Pregunte sin entender por completo cual era el objetivo de mi novia en toda está situación.
-A todo lo que puedas pensar o sentir con tu nuevo cuerpo, Cristie-
-Así que "Cristie" será mi nombre de mujer.... Esta bien, me siento extraña con un cabello tan largo, sé que es corto para muchas mujeres pero al menos para mi es el cabello más largo que he tenido-
    Le respondí a mi novia mientras tocaba con cuidado mi nuevo cabello largo y oscuro que apenas llegaba hasta mis hombros. Al estar tocando mi cabello, más ideas llegaron a mi cabeza, y aún si era vergonzoso decirlas, por mi novia lo intentaría.
-La sensación del maquillaje en mi cara también es nueva, nunca antes me había maquillado y supongo que no es tan malo como pensé, el proceso es lento pero si te gustó hacerlo, valió la pena. De lo que no me siento tan seguro es sobre el atuendo que me hiciste vestir, Cristina, ¿De verdad no hay problema en que use algo así en la calle? Me siento bastante desnuda, más que ropa parece un traje de baño, y aunque está algo ajustado de la parte del pecho, no se compara a lo apretado que se siente en mi trasero o a la sensación de tener las caderas y las piernas casi desnudas ante quien se cruce en el camino-
-Cristie, tus piernas son muy bonitas, deberías presumirlas tanto como puedas y con tu trasero debo admitir que luce encantador, tanto que quisiera tocarlo un poco más de lo debido, ¿Sabes?-
    La sinceridad de mi novia me hizo suspirar, pues por muy buenas intenciones que tuviera, no dejaba de ser vergonzoso hablar de "mujer a mujer".
-Al menos no hagas nada pervertido aquí, sé que no hay nadie cerca pero estoy segura de que nos meteremos en problemas si hacemos algo tan explícito y nos descubren-
-Seguramente, y no quiero que mi amada fantasía se vuelva una pesadilla por un error tonto de nuestra parte. Así que me conformo con que luzcas muy linda para mi, Cristie y disfrutemos nuestra pequeña visita a la feria, tal como la primera cita que me trajiste aquí-
    Cuando Cristina dijo eso, la vergüenza que yo sentía desapareció un momento, enfocándome por completo en un detalle encantador.
-¿En serio lo recuerdas?-
-¡Por supuesto!, ¿Qué clase de novia no recordaría su primera cita? Por esa razón este es de mis lugares favoritos, y por esa misma razón estoy muy feliz de poder visitar este lugar contigo, aunque sea un poco distinta. Ahora este lugar es un poco más especial para mi, al poder tener dos primeras citas contigo, ¿No es genial?-
    En esos momentos y con la preciosa sonrisa de mi novia, la vergüenza quedo en segundo plano, las preocupaciones se esfumaron y la emoción me invadió un poco más, al pensar que tal como decía mi novia, este lugar ahora era un poco más especial para los dos.
    Al principio pensé que mi novia solo sacó su lado más fetichista conmigo, y quizás sí que lo hizo, pero ahora también veo su lado encantador del cual me enamore, por el cual sigo con ella y por el cual acepte cumplir con su extraña petición. 
    Ahora poco me importa la promesa que pueda pedirle a cambio a mi novia por cumplir su petición, todo lo que me interesa ahora es poder pasar un lindo día en la feria con mi novia, hacer su fantasía realidad y llevarnos una hermosa experiencia juntas tal como la primera vez que visitamos este lugar.
Créditos a quien correspondan.

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