sábado, 4 de enero de 2025

Nuestro aniversario

-No puedo creerlo, ¡Es genial! Y son muy hermosas, mi cariñito recordó nuestro aniversario-
    Me decía a mi misma con mucha alegría al tener en mi brazos aquel ramo de flores que mi cariñito había dejado para mi, fui un poco holgazana esta mañana y ni siquiera escuché cuando se levantó para ir a trabajar, pero me hace realmente feliz saber que soy importante para él, con detalles así me siento super contenta y super motivada, además me hace saber que elegir quedarme de esta forma fue la mejor elección de mi vida.
    En realidad tuve mis dudas al comienzo de toda está vida, en ese entonces mi cariñito solo era un amigo que de repente y sin preguntar me transformó en una mujer. Yo no estaba muy contenta de ello, en especial porque mi amigo tenía bastantes planes conmigo los cuales yo no quería realizar ni se me pedía la opinión, por lo que los primeros meses fueron realmente duros y llenos de conflictos entre nosotros dos. Sin embargo, después de superar la confusión inicial y lo molesta que me sentía por está situación, los días poco a poco se volvieron en unos más tranquilos donde la alegría cada vez aparecía en mayor medida.
    Todavía recuerdo lo difícil que era vestirme y ponerme maquillaje por mi cuenta; elegir un atuendo era complicado y era peor tener que elegir ropa interior de acuerdo a las necesidades de mi nuevo cuerpo; los sostenes y las tangas eran un infierno que hasta hoy día son difíciles de usar de vez en cuando; maquillarme también tenía su complejidad, los primeros días me veía como un payaso o el maquillaje estaba muy distinto en cada lado de mi cara, por no mencionar que el delineado tardaba una eternidad en quedar decente; sin duda debí de haberme rendido con todo eso de ser una chica femenina tal como quería mi amigo. No obstante de todo lo difícil que era verme linda, él siempre se veía contento cuando mi maquillaje quedaba lindo o me hacía muchos cumplidos cuando le gustaba mi atuendo, esos cumplidos de quien sería mi cariñito me hacían sentir muy querida y valorada, por lo que empecé a esforzarme un poco más cada día para que mi imagen fuera digna de los elogios de mi amado.
    Entre mis "tareas femeninas" a las que debía acostumbrarme estaba la cocina, donde era todo un desastre; la comida siempre se quemaba o estaba cruda, olvidaba hacer porciones para dos personas o utilizaba demasiados condimentos al punto de tener postres salados o comida picante con sabor amargo, no es exagerado decir que hasta servir bebidas podía hacerlo mal al equivocarme de marca o tirar los vasos en el proceso. Y a pesar de todos esos errores, mi cariñito siempre comía toda mi comida y con una gran sonrisa me pedía que le sirviera un poco más de lo que preparé, así que tras cada día intentaba que mi comida fuera un poco mejor, o al menos que no fueran tan terrible como la última vez.
    Si me detengo a pensarlo, dormir con él en la misma cama era verdaderamente incómodo para mi, en especial cuando él quería abrazarme por la cintura y acurrucarse muy cerca de mi, no importaba cuanto intentará hacer que me soltará, mi cariñito se quedaba dormido en cuestión de segundos e incluso estando dormido no dejaba de abrazarme con fuerzas y cariño. Supongo que deje de intentar liberarme de su abrazo en una noche especialmente fría, donde sus brazos y su cercanía me llenaron de calor, haciéndome sentir cálida y protegida hasta quedar profundamente dormida dentro de sus brazos. Desde entonces dormir en sus brazos se volvió bastante sencillo y algo que esperaba con ansias después de un largo día de trabajo duro dentro de casa. Recuerdo también una ocasión donde él no me abrazó, pensé que finalmente podría dormir sola y disfrutar de la cama a mis anchas, pero a los pocos segundos me sentí bastante sola, extrañe sus brazos y su calor, traté de hablar con él para que me abrazará pero ya estaba dormido, así que sin más remedio, yo misma me acurrucarme dentro de sus brazos para dormir tranquila como había estado haciendo desde hace mucho tiempo.
    Con cada día que transcurría, mi vida como una mujer hogareña se volvía un poco más sencilla, poco a poco disfrutaba más de este estilo de vida y cada día intentaba mejorar un poco más para mi amigo a quien cada vez veía un poco más de forma diferente.
    Con todo el tiempo que pasaba a solas en casa me convertí en una fanática de las revistas y vídeos de moda, lo cual me ayudó bastante a mejorar mi vestimenta y mi maquillaje. Además experimentar en la cocina y esforzarme se volvió mas divertido, por lo que cada día intentaba una receta nueva para sorprender a mi cariñito.
    Mi comida poco a poco mejoraba y tanto mi cariñito como yo lo disfrutamos, el maquillaje me quedaba perfecto en cada ocasión, y aunque ya no perdía tanto tiempo arreglando mis fallos, ahora pasaba más tiempo decidiendo que tipo de maquillaje elegante quería hacerme y que combinará como anillo al dedo para mi ropa, ganando elogios sinceros de mi cariñito. Es cierto que él me llenaría de cumplidos incluso si usará ropa vieja o un costal de papas, es algo que ya intenté, pero su reacción al verme muy bien arreglada para él, valían por completo el esfuerzo y tiempo que dedicaba día con día a cuidar de mi imagen.
    Esta vida tranquila con mi amado se volvió normal para mi, era un motivo de alegría para mi, y sinceramente no puedo recordar el momento o la fecha exacta en la que decidí quedarme con esta vida para siempre. Antes de darme cuenta ya estaba muy contenta con mi papel de novia hogareña, el cual posteriormente se convirtió en un papel de prometida y luego esposa hogareña para mi cariñito de quien caí perdidamente enamorada.
    Esta mañana mi cariñito y yo cumplimos un año de casados, es nuestro primer aniversario, y me siento muy contenta al recordarlo y al mirar el lujoso anillo de plata y oro que hay en mi mano, misma mano en la que sostengo un ramo de flores que mi marido me ha dejado antes de irse al trabajo.
-Su memoria siempre le falla, y aun así recordó nuestro aniversario y me trajo mis flores favoritas, huelen de maravilla. Las pondré en un jarrón con agua para que duren un montón de días....aunque también podría llevar algunas conmigo para adornar mi cabello, apuesto a que le parecerá muy lindo a mi cariñito-
    Por un minuto en serio pensé que se le había olvidado esta fecha a mi cariñito, pero no, su detalle y atención conmigo es impresionante así que podría agradecerle el intenso amor que el me muestra de la misma manera, dando mi mejor esfuerzo para demostrar a mi cariñito todo el amor que siento por su maravillosa forma de ser.
-Está decidido, prepararé los mejores platillos para esta tarde-
    Anuncie con orgullo, alegría y mucha determinación al salir de la cama y ponerme mi delantal por encima de la pijama, me sentía tan motivada que no había tiempo que perder cambiándome de ropa, tenía que darme prisa en preparar la mejor comida que mi cariñito pudiera imaginar y sorprenderlo cuando venga a la hora de la comida. Con algo de suerte y esfuerzo podré preparar toda su comida favorita, y si sobra algo de tiempo me daré una ducha para luego cambiarme y ponerme la mejor ropa que tengo para que sonría de solo mirarme. Ya puedo imaginarlo, pero incluso al imaginarlo estoy ansiosa por saber cual podría ser su verdadera reacción ante mi sorpresa.
-¿Qué haría si me ve de esta forma? Apuesto a que también le gustaría-
    Dije sonriendo y viendo mi atuendo, solo tenía puestas mis bragas y un mandil para cocinar, con este atuendo y este día, quizás pueda convencerlo de "comer" algo más que mis platillos y la emoción de que eso suceda me hace temblar y querer gritar al pensar que justo en nuestro primer aniversario, también pueda ser el comienzo de hacer crecer nuestra familia.
-Ya quiero que estés aquí, cariñito-
    Me decía a mi misma, poniéndome de pie, colocando unas flores en mi cabello y alistando todo para cocinar. Podía haber muchos días especiales en nuestras vidas, pero este iba a ser el primer día super especial de nuestra vida compartida como un feliz matrimonio, el primer día super especial de muchos si las cosas siguen como hasta ahora entre nosotros dos y nuestro ideal matrimonio.
    A pesar de toda la emoción que siento y que me hace querer gritar de felicidad, en estos momentos debo mantener los pies en la tierra, darlo todo en la cocina y demostrar todo el intenso amor que siento por mi cariñito para que piense que soy una esposa maravillosa con la cual ha valido la pena casarse y prometer que pasarán juntos el restos de sus días.
    Sin lugar a dudas, este día va a ser espectacular.
    Ya estoy ansiosa por verte, cariñito. Prometo que a tu regreso, te haré muy feliz.
Créditos en la imagen.

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