Mi tía Mickey era una mujer bastante extraña.
Desde temprana edad se las arregló para empezar a ganar dinero, mucho dinero, cada vez más y más rápido, al punto que para sus casi 40 años ya tenía una enorme fortuna que no paraba de crecer con cada día, algo muy envidiable para mí que a mis 19 años hay días en los que no tengo dinero ni para comprar una bebida de la tienda fuera de mi escuela.
Un buen día ella decidió invitarme a pasar por su casa, algo normal para mi después de la escuela, pues a pesar de la diferencia de edad entre las dos y que mi tía no es la más cercana a la familia, ella y yo siempre nos llevamos bien, así que pasar el rato con ella no era un problema.
Lo que sí fue un poco problemático y extraño, fue ese objeto encantado que ella consiguió y que me pidió probar con ella. Prometí que no me burlaría o que la llamaría loca, pero cuando me contó que compró unos medallones capaces de intercambiar los cuerpos de quienes los utilizaran, tengo que reconocer que no creí nada de lo que me contaba.
Sin embargo, aún si no creía que un objeto que vio en un anuncio de medianoche fuera a funcionar, la posibilidad de que en verdad funcionará era algo emocionante y se lo hice saber. Por alguna razón ella no se atrevió a decirme porque quería mi cuerpo, más allá de ser más joven o ser familia, no veo porque podría interesarle mi cuerpo. Por mi parte, no tuve problemas en decirle que a pesar de ser algo vieja ella aún era hermosa y que tener toda su fortuna a mi disposición sería algo más que interesante, a cambio de todo ese dinero y lo que pudiera hacer con el mismo, perder unos cuantos años de mi juventud no sonaba tan malo. Además que siempre había la posibilidad de volver a la normalidad si es que de verdad sus artilugios raros funcionaban.
Una vez que confesé que yo no tendría problemas con intercambiar cuerpos con ella, mi tía pareció pensar seriamente mis palabras, preguntando más cosas y acordando algunos detalles para que una tomará la vida de la otra si los medallones de verdad intercambiaban nuestros cuerpos. Mi tía Mickey me pregunto una última vez si yo en serio estaría dispuesta a intentarlo y quedarnos con la vida de la otra aunque sea un corto tiempo, a lo que respondí que si de verdad funciona, yo no tendría problemas con quedarme con su vida y disfrutarla para siempre.
Fue así como mí tía me entregó uno de esos medallones, parecían de oro y con pequeñas gemas de lujoso aspecto, no era mi tipo ideal de joyería pero eso poco me importaba, lo realmente importante era que cumplieran con su función, por lo que una vez que mí tía se colocó el medallón, yo hice lo mismo con el que ella me entregó.
En el instante que me coloqué el medallón las palabras de mi tía Mickey se hicieron realidad al darme por completo el cuerpo y aspecto que ella tenía; mi cabello se había vuelto mucho más corto, también mis pechos eran más pequeños, y aunque me hice un poco más alta, el resto de atributos que tenía el cuerpo de mi tía no eran ni de lejos tan buenos como los que tenía yo en mi antiguo cuerpo. No es que mi tía fuera fea, solo que la comparación de mi cuerpo con el de ella era imposible de ignorar. Al menos tenía una buena figura y usaba un lindo vestido que la resaltaba.
Yo estaba tan concentrada en notar todos los cambios de mi nuevo cuerpo, que no me di cuenta como mi tía me veía, ahora ella teniendo mi hermoso y joven cuerpo. Aunque Mickey no lo decía, su sonrisa hablaba por ella, se veía llena de emoción al tener mi cuerpo, algo que yo no podía terminar de comprender porque en lo que a mi respecta ella ha perdido mucho más de lo que ha ganado, pero es algo de lo que preferí no darle más vueltas al asunto y en su lugar decidí concentrarme con ella, para que entre tía y sobrina comenzáramos a acordar los últimos detalles de nuestras vidas tras haber intercambiado nuestros lugares.
Ella y yo prometimos no decirle nunca nada a nadie sobre nuestro pequeño intercambio para que ella pueda vivir como mi sobrina Lita y yo vivir como la tía Mickey. Ambas acordamos dejar que la otra haga con su nueva vida lo que más le plazca, y que solo en caso de ser necesario, buscar ayuda de la otra con respecto a su anterior vida, después de todo la "original" debe saber como solucionar la mayoría de problemas que haya en su "original" vida que dejó atrás. Por último, también pusimos la regla de seguir interactuando en familia tal y como siempre habíamos hecho para evitar que la familia, o específicamente, evitar que mamá sospeche que ha sucedido algo raro entre nosotras.
Si me detengo a pensarlo, esa parte ha sido la más complicada hasta ahora. Puede que mi tía Mickey no fuera la más cercana a la familia pero sí que la veíamos cada mes, y yo pasaba tiempo con ella en su casa aún más seguido, que eso cambiará de uno día para otro sería muy sospechoso, sobre todo para mamá. Antes cuando yo era Lita, mi madre era mi madre, pero ahora como Mickey es mi hermana menor, y aunque me siento poderosa al ser mayor que mamá, tampoco puedo abusar de ello ni distorsionar mucho la complicada relación que había entre mamá y mi tía. Y si yo estoy teniendo problemas con ese cambio, ya puedo imaginar lo complicado que debe ser el cambio para la "original" Mickey que ahora debe llamar mamá a su hermana menor.
De cualquier forma, ha pasado un tiempo desde que los medallones nos intercambiaron de cuerpo y todo ha salido a la perfección hasta ahora; por lo que sé mi sobrina Lita tiene buenas calificaciones en la escuela, se metió al club de porristas, sale a fiestas con sus amigos y no se ha metido en problemas con sus padres; puede que lo más "distinto" que ha estado haciendo es pasar horas cuidando de su imagen personal y tomándose cientos de fotos para si misma o para las redes sociales, debo reconocer que muchas de esas fotos son hermosas y que son cosas que yo no hubiera publicado, pero ella puede hacer lo que quiera, y si disfruta de tomarse fotos puede hacerlo, incluso ha comenzado a tener más seguidores en sus redes lo que seguro la motiva a seguir intentando, y con algo de suerte y me ayuda, quizás tener un pequeño trabajo como modelo o algo por el estilo.
Por mi parte, yo sigo genial y mejorando para tener aún más dinero, durante años estuve escuchando los consejos de la mejor tía del mundo y tomando algunos riesgos las ganancias en mis cuentas bancarias lo han reflejado de la mejor manera posible. Y ya que ese dinero lo he ganado con su ayuda, en ocasiones invito a mi sobrina de vacaciones, a salir de compras o que simplemente venga a pasar el rato conmigo a mi casa, creo que pasamos más tiempo juntas que antes, pero ni a ella ni a su madre parece molestarle, así que seguiré consintiendo un poco a la querida persona que me permitió tener esta maravillosa vida.
Cuando regrese a casa la invitaré a salir de nuevo y le compraré algo bonito, por ahora tendré que conformarme con enviarle mensajes, ya que ella prefirió quedarse en la escuela mientras yo me iba de vacaciones por Europa para conocer más del mundo, por ejemplo una de las mejores playas extranjeras en el hotel más lujoso, un gasto millonario que apenas y se puede notar gracias a mi enorme fortuna.
Sin duda vivir de este modo es genial, ¡Es lo mejor! Y sí, puede que haya ganado algunos años a mi edad, pero todavía tengo una buena vida por delante que no quiero desperdiciar dentro de la escuela o trabajando sin parar con el sueño de tener mucho dinero algún día. Ahora tengo todo ese dinero y lo voy a disfrutar, para eso es el dinero después de todo, y no se me ocurre forma para gastar mi dinero que tomándome unas vacaciones para conocer el mundo, relajándome en esta prestigiosa playa y quitándome el bikini para darme un más que merecido bronceado. Después de eso podré ir a nadar, comer o que me den un masaje, o bien podría tomar mis maletas e ir a mi siguiente destino. Son tantas las posibilidades que me cuesta decidir por donde comenzar, pero sea como sea, haré lo que quiera y viviré mi vida como más quiera. Esa es mi decisión.
Créditos a quien correspondan. |
Más de este estilo por favor
ResponderBorrar