Mi sobrina Lita era una joven muy rara.
Ella no tenía que hacer nada a diferencia de mi que tuve que dejar la escuela para ponerme a trabajar y hacer labores del hogar desde edad temprana, ella puede estudiar lo que quiera sin miedo a las consecuencias ya que su familia siempre la apoyará, algo de lo que yo nunca tuve oportunidad; Lita puede hacer amigos, enamorarse de un chico o una chica, puede aprender un montón de cosas que la vida a mi simplemente no me enseñó, puesto que tuve que aprender otras cosas no tan interesantes para sobrevivir; mi vida no era tan mala si soy sincera, pero también puedo decir que no tuve la oportunidad de disfrutar de mi juventud o hacer lo que yo quería, tuve que salir adelante dejando de lado todo lo que me interesaba o las cosas con las que soñaba cuando era joven.
De esa manera, antes de darme cuenta ya había hecho una fortuna por todo mi arduo trabajo, y dicha fortuna sin importar cuánto creciera o cuánto gastará, nunca dejaba de seguir en aumento cuando me daba cuenta. Sin embargo, a pesar de todo ese dinero, yo no me sentía satisfecha y tener esa sensación todo el tiempo era lo peor que podía pasarme, y por desgracia esa sensación estaba conmigo casi todo el tiempo.
Cansada de sentirme miserable a pesar de mi fortuna, y por un impulso demasiado tonto a la media noche, decidí comprar unos medallones exóticos que seguramente eran una estafa, pero que tenían una premisa tan interesante que no pude resistirme a la tentación de adquirirlos y descubrir por mi misma si eran capaces de cumplir con todo lo que prometían.
Para poder ponerlos a prueba, necesitaba ayuda de una persona de confianza, algo muy difícil en mi vida puesto que no tenía una pareja, ni amigos cercanos, e incluso mi familia era distante conmigo y yo con ellos. La única excepción a esta regla y la persona con quien decidí probar estos medallones, era mi sobrina Lita, una quejumbrosa pero hermosa joven que pasaba a visitarme de vez en cuando. Al principio pensé que ella quería mi dinero, y aunque es cierto que le gusta el dinero, me ha demostrado su lado más amable y se ha ganado un poco de mi cariño, por lo que ella era mi mejor y única opción para pedirle ayuda.
Después de hablar con ella y hacerla prometer que no me llamaría loca, le conté para que servían los medallones que compré. Esos dorados y brillantes medallones no solo eran accesorios hermosos, también tenían la capacidad de intercambiar los cuerpos de las personas que los utilizarán; si yo usaba uno de esos medallones y ella usaba el otro, intercambiaríamos de cuerpo en un abrir y cerrar de ojos, o al menos eso es lo que decía el extraño anuncio de medianoche.
Siendo fiel a su promesa, Lita no me llamó loca o algo por el estilo, pero me dejó bien claro que tenía muchas dudas sobre esos medallones, por no decir que ella estaba completamente incrédula que de verdad pudieran funcionar. No podía culparla, ni siquiera yo sabía si de verdad funcionarían, pero si de verdad funcionaban, deje en claro que me gustaría probarlos con una persona de mi confianza y en un cuerpo que me agradará, algo que no paso desapercibido por mi sobrina. No obstante, me negué a darle mis razones de porque me interesaba ser una joven de preparatoria.
Para mi sorpresa, Lita fue mucho más sincera que yo, y con plena confianza en si misma me confesó que si esos medallones funcionaban de verdad, no le molestaría quedarse con mi cuerpo por un tiempo. Parafraseando un pocos sus palabras, ella no encuentra el problema de tener una vida maravillosa con mucho dinero y lujos que le permitan comprar todo lo que quiera, y que incluso si se vuelve vieja como yo, reconoce que mi cuerpo conserva cierta belleza a pesar de mi edad. Y aunque me sentí un poco insultada por sus ideas sobre mi cuerpo y mi edad, no tenía una razón verdadera para negarme a intentarlo, y si de verdad funcionaban estas cosas, mi cuerpo estaría a "buen cuidado" por alguien a quien conocía y que le sacaría ventaja a lo que mi vida podía darle, tal como yo haría al adueñarme del cuerpo de mi sobrina.
Después de hablarlo y llegar a un acuerdo, ambas nos colocamos los medallones, los cuales cumplieron con su función tal como prometía el anuncio de medianoche.
En cuanto me puse el medallón y mi sobrina también, pude darme cuenta de que me hice más pequeña, mi estatura cambió un poco a algo menor mientras que las medidas de mi cuerpo habían cambiado por unas considerablemente mayores a las mías: mi cabello, mis pechos, mi trasero, todo mi cuerpo se volvió el de una joven adolescente, quizás un poco más desarrollada de lo que yo estaba a su edad o a mi edad, pero al final no me había convertido en una joven adolescente cualquiera, yo me había convertido en la viva imagen de mi sobrina Lita.
Frente a mis ojos llenos de emoción e incredulidad por el cambio tan maravilloso que había vivido, ahora ante mi estaba "mi sobrina" Lita, que con la misma energía que yo admiraba su nuevo cuerpo, el que alguna vez fue mi cuerpo.
Una vez que ambas dejamos la emoción inicial y de admirar nuestros nuevos aspectos, tal como acordamos, prometimos no decirle nunca a nadie nada sobre nuestro intercambio de vidas, sería un pequeño secreto entre tía y sobrina, donde ahora yo sería la sobrina Lita y ella sería mi tía Mickey.
Ambas acordamos dejar que la otra haga de su vida lo que quiera, que nunca haríamos mención a este asunto, y solo en caso de ser necesario, podíamos pedir ayuda a la otra para solucionar un problema de nuestras vidas juntas. Por ejemplo, si Mickey tiene problemas con el trabajo la ayudaría, y si yo necesitaba ayuda con algo de la escuela o un permiso de mis padres, ella me apoyaría, usaremos lo que sabíamos de nuestra anterior vida solo si es necesario, pero de preferencia cada una debe resolverlo a su manera. Por último, acordamos que nuestra interacción debía mantenerse para que nadie sospechará nada de nuestra situación, especialmente la madre de Lita, puesto que la que alguna vez fue mi hermana menor, ahora será mi madre y yo seré su hija.... por no decir que su hija se acaba de convertir en su hermana mayor... quizás el cambio más considerable para mi en muchos aspectos, pero será algo de lo que más adelante me iré preocupando.
Hasta ahora las cosas han marchado bien, mi tía se la ha pasado haciendo fuertes y arriesgadas inversiones que le han hecho ganar aún más dinero y ser aún más rica de lo que ya es, gastando dinero en salir de viaje y de compras, y también invitándome a salir más seguido que antes. Me ha llevado a algunos viajes de fin de semana que nunca tuve el valor de hacer por mi cuenta, y por lo regular compra de todo para mi sin que deba de pedirlo, le he dicho que no hace falta pero mi tía piensa que el dinero es para gastarlo con las personas que ella quiere, así que ella seguirá gastando su dinero conmigo y de mi depende si sacarle provecho o no.
Ha pasado cerca de un mes desde nuestra última salida, puesto que mientras yo estoy en la escuela, ella salió de vacaciones para viajar por Europa, así que tal como sucede conmigo, diría que ella está disfrutando bastante de su nueva vida, al menos la está disfrutando mucho más de lo que la disfrutaba yo. Intento llevarle con ella de vacaciones, pero mamá no le dio permiso porque yo aún tenía clases, pero ese viaje ha quedado pendiente para cuando terminé mis clases.
De mi lado también estoy aprovechando mi vida y mi nuevo cuerpo, teniendo una vida como la que se me fue negada por la necesidad de trabajar desde corta edad, y pudiendo cumplir mi sueño de estudiar la universidad y vivir una emocionante vida como una adolescente común y corriente.
Además, da algo de vergüenza recordarlo pero antes de darme cuenta me acostumbre bastante a mi nuevo cuerpo y la gran belleza del mismo, pasando buena parte de mi tiempo en verme bonita y modelar linda ropa para presumir a todos, y linda lencería para consentirme a mi misma. Por ejemplo, este bello conjunto de red es mi más preciada posesión, después del medallón que me permitió disfrutar de esta vida, por supuesto.
Vivir de esta manera me parece genial, nunca me había sentido tan bien conmigo misma, ni tan a gusto con mi cuerpo o lo que hacía con mi tiempo, realmente me siento contenta con quien soy ahora y todo lo que puedo hacer con mi vida. Y sí, quizás no tenga ni el 1% del dinero que tenía en mi otra vida, depender del dinero de mis padres y sin mis comodidades fue todo un desafío, pero valió la pena a cambio de todo lo que gané, y tarde o temprano me acostumbraré a una vida más ordinaria en la que pueda salir a fiestas universitarias, conocer a muchas personas interesantes que no me busquen solo por dinero, y por supuesto tener la oportunidad de dedicarme tiempo a mi misma será algo maravilloso.... todavía es complicado lidiar con mamá, después de todo alguna vez ella fue mi hermana menor a la que cuide, por lo que invertir los papeles y quedar a su cuidado es bastante nuevo para mi, pero también me acostumbraré para seguir disfrutando mi vida ahora como Lita.
Mejor dejo de perder el tiempo y me concentro en ponerme linda e irme a la escuela, falta poco para que comiencen las clases y quiero verme espectacular para invitar a ese lindo chico a almorzar juntos... aunque salir de compras con las chicas también suena muy interesante... además las porristas me invitaron a una fiesta por la noche... me gustaría ir a todos esos eventos, pero con mi dinero tan ajustado, solo podré ir a uno de todos esos sitios. Tal vez si le pido dinero a mi tía ella me envíe unos cuantos cientos, pero eso le quitaría parte de la diversión al intercambio. Adaptarme a los problemas de adolescentes también es emocionante, además que ahora con el cuerpo de Lita no puedo evitar reír al pensar que tengo un montón de tiempo y de vida por delante, por lo que no tengo ninguna prisa por vivir todo lo que me perdí como Mickey, en esta nueva vida haré lo que quiera y viviré mi vida como más quiera. Esa es mi resolución.
Créditos a quien correspondan. |
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