sábado, 29 de octubre de 2022

Por salir de casa

Oh por dios, oh por dios, oh por dios, ¡oh por Dios! No puedo creerlo, juro que no puedo creerlo pero ¡Al fin lo estoy haciendo! Después de tantos años reprimiendo este deseo, al fin me estoy travistiendo.
Incluso con mi atuendo puesto, era tan sorprendente como intimidante hacerlo, pero sin duda la emoción más fuerte que sentía en esos momentos era la alegría.
Desde hace muchos años había tenido el deseo de hacer esto, de vestirme de chica y salir a la calle pero no era algo tan sencillo; maquillarme, comprarme la ropa, ¡comprar la lencería! E inclusive tener una figura más femenina, lo suficientemente femenina como para que al verme no se notará de inmediato que era un chico. La crítica y comentarios nos afectan a todos, a unos más que a otros, pero sin duda nos afecta a todos, en especial a mí con este tema que me parece tan delicado y que de ser descubierto, simplemente no sabría como responder.
No obstante, ese sentimiento constante en mi día a día no lo tenía en este momento, puesto que mis padres y mi hermana habían salido de la ciudad durante los días antes de Halloween y regresarían tras varios días después de esta fecha, dándome el razonable tiempo de 3 semanas para poner mi más oscuro y perfecto plan, en marcha.
Tenía un fondo de dinero guardado especialmente para esta situación, donde empezaría a realizar todas mis compras necesarias, un par de días después que mi familia se marchará de casa. Bien podría ser que desperdicie un par de días pero era una forma de garantizar que mi familia no regresaría por haber olvidado algo, y que ese descuido u olvidó de su parte, significará mi perdición.
Para mi buena suerte todo salió de acuerdo al plan, y no solo no volvió mi familia, también todos los preparativos para mi disfraz fueron a la perfección.
Mi atuendo fue confeccionado a la medida, tomando en cuenta los atributos de una mujer madura, y cuyo personaje está inspirado no sólo es una cara bonita, también es sexy y poderosa.
La peluca tardó un poco en llegar pero en cuanto llegó y la vi, supe que valió la pena cada segundo extra de espera, la peluca era de lo más hermoso en  todo aspecto, dejándome con más deseos de ponerme mi disfraz.
Sin embargo, me contuve. Me contuve todo lo que pude soportar ya que todo este disfraz solo saldría el día de Halloween. Y tal como me prometí, así fue.
Me depile por completo las piernas, coloque el relleno en mi cintura, manteniéndolo firme en su lugar al ponerme unas pantimedias junta las bragas. La parte de superior pasó por algo parecido, al rasurar mi vello por completo y gastar bastante dinero en unos pechos de imitación que incluso pesan lo mismo que unos reales, ¡Hasta me duele la espalda! Y me obligaron a cambiar de postura, ¡sin duda es genial!
Una vez bien vestida con la ropa interior, tocaba el disfraz; la minifalda roja era tan ajustada que sentía a cada paso como se movía para mi deleite, forzándome a tomarla del borde para bajarla a su lugar; mientras que la parte superior tenía un saco a juego, con el cual, al usar cintura destacaba mucho mi cintura y gracias al amplio espacio del abrigo, me queda un escote que no deja nada a la imaginación. 
Por último, mi rostro necesitaba maquillaje, optando por uno que practique mucho tiempo y que sin duda me haría lucir como una mujer, si es que por alguna extraña razón alguien veía mi rostro, ya que la enorme peluca pelirroja que compré y cuide con tanto recelo, cubría mi rostro por completo.
Al verme al espejo simplemente mi corazón aceleraba de la emoción, sintiéndose tan feliz y satisfecho como nunca antes lo había logrado.
Tenía mis dudas sobre todo esto, por un momento pensé que si no me veía como una chica, me quitaría todo esto y fingiría que nunca pasó. Pero gracias a Dios que sí lo intente y que sí me veo como una chica, toda una mujer que estaba ansiosa por salir de casa en la noche de Halloween.
Fue así que tomé mi teléfono temático para la ocasión, y con una confianza que nunca antes en mi vida había tenido, salí de casa con una enorme determinación de disfrutar de esta noche.
Las piernas me temblaban por la presión que ejercía en mi los altos tacones y todavía tenía un poco de presión en el pecho por los nervios pero no me importaba, tampoco me importaba salir en minifalda o un enorme escote, ni siquiera me importaba salir de mi casa vestido como mujer, ni mucho menos me importaba que pudieran decir de mí en este momento y en esta ocasión, me siento tan completo conmigo mismo que creo puedo devorar el mundo, o al menos la ciudad donde vivo, donde tal como una chica saldré a disfrutar de esta hermosa noche, siendo así el primer día que intento este hermoso pasatiempo que espero practicar más y más tiempo, comenzando desde esta noche.
¡Feliz Halloween! 


2 comentarios: