sábado, 28 de septiembre de 2024

La futura suegra: EPÍLOGO

-¿Qué opinas de este vestido, Matt?-
    Pregunte con una gran sonrisa mientras entraba a nuestra habitación, modelando una de mis varias elecciones para el gran día de mi pequeña y haciendo sonrojar por completo a mi novio en cuanto me miro.
-Señorita Lauren... se ve muy linda, ¿pero no cree que es demasiado para una boda? Perdón, no quiero decirle como vestir... solo que llama mucho la atención-
    Dijo Matt sin poder ocultar muy bien sus nervios al verme en un precioso y ajustado mini vestido dorado con tacones, mostrándole mis mejores ángulos mientras conversábamos.
-Lo sé, pero elegir ha sido muy difícil, amor. No puedo usar blanco o negro que son mis mejores colores; ambos colores son mal vistos en una boda, además ya no soy tan joven para algunas opciones, y definitivamente no soy una abuela para vestir cosas feas-
-Por supuesto, cariño. Usted es muy linda con todo lo que se ponga, así que elegir un vestido debe ser complicado. Yo usaré el traje que me eligió y cuidaré de usted toda la noche para que pueda divertirse-
    Las palabras de Matt me animaron, sin duda elegir un vestido para la boda era una tarea muy difícil, incluso eligiendo entre las opciones que Giselle me sugirió, me cuesta decidir cual será el que utilicé en una de las noche más importantes de mi hija.
    Han pasado algunas semanas desde que Giselle y Mathius se marcharon, su viaje de una semana no fue suficiente para que pudiéramos ponernos al día, pero eso solo les dio el pretexto a mi hija y a su novio de volver a visitarme para tener una cena espectacular donde me anunciaron su compromiso, y donde Mathius me pidió permiso para casarse con mi hija, algo que orgullosamente acepté.
    Mi regalo de bodas era mucho más de lo que mi hija imaginó, pues me ofrecí a pagar todo lo que ella quisiera para su boda. Giselle, fiel a como es ella, intentó negarse o dividir los gastos, algo que yo rechacé rotundamente ya que tanto yo como su difunto padre estaríamos más que encantados en patrocinar un día tan importante para ella. Mi hija lloró y nos abrazamos, lo cual solo fue el inicio de nuestra reconciliación madre e hija.
    Durante las últimas semanas hemos hablado mucho, casi todos los días por mensaje o llamada estamos en contacto... y yo me disculpe una vez más por todo lo que le hice hace unos años, prometiendo que nunca más haría algo tan imprudente, en especial porque tal como mi hija, yo había encontrado una persona con la cual esperaba pasar muchos años de mi vida.
    No voy a mentir, Giselle estaba sorprendida de que mi novio fuera más joven que ella pero lo aceptó muy bien, tal como sucedió conmigo, Matt encantó a mi hija, y aunque dijo que nunca lo llamaría padrastro, ella también me deseo lo mejor en mi relación.
    Puede que un capítulo entre nosotras dos haya cerrado hace mucho, pero tan pronto como ese capítulo cerró, uno nuevo pudo comenzar donde nuestra complicada relación madre e hija no ha hecho más que mejorar.  Giselle es mi hija, y yo soy su mamá, ambas somos adultas y nos mostramos nuestro cariño, uno que no ha dejado de crecer y mejorar desde que me volví la planeadora oficial de su boda soñada.
Créditos a quien correspondan.
-¿Y que hay de este, corazón?, ¿Mejor o peor?-
    Sin vergüenza o duda alguna, me quite el vestido dorado justo frente a Matt para ponerme poco a poco un vestido mucho más largo en comparación, cambiando una mini falda por arriba de la mitad de mis muslos a una falda por debajo de la rodilla. Sin embargo, este vestido era mucho más escotado, llamativo y lo más importante, no era un vestido aprobado por mi hija.
-Señorita Lauren... ese vestido está muy lindo también, luce preciosa... solo que no me parece el mejor atuendo para una boda-
    A Matt todavía le costaba mucho trabajo decirme que no y eso me parecía adorable, no pude evitar reírme mientras modelaba el vestido para él, hundiendo su rostro en mis pechos que casi se salían del escotado vestido.
-Lo sé, amor. Mi hija me echaría de la boda si llego vistiendo esto, pero lo compré pensando que te gustaría a ti-
    Dije con orgullo aún hundiendo el rostro de Matt en mis pechos mientras él ponía sus manos en mis caderas, teniendo problemas para hablar desde su posición.
-Me encantará llevarla a cenar mientras usa ese vestido, señorita Lauren... sin duda resalta todas sus bellezas-
    Las palabras de Matt resonaban en mi pecho, hacían un poco de cosquillas y me parecía aún más adorable de lo que ya es mi muchacho a quien finalmente liberé de mi agarré mientras yo seguía modelando, charlando y jugando con él.
    Matt ha sido mi hombre todo este tiempo, gracias a él y su amor pude acostumbrarme muy rápido a mi nueva vida, y aunque algunas personas ven de forma sospechosa nuestra relación, Matt me ama un montón y me lo demuestra cada día, y yo felizmente correspondo el amor de mi hombre que me acompañara a la boda de mi hija.
Créditos a quien correspondan.
    Cierto, cuando no estoy pasando el tiempo con mi hija u organizando cosas de su boda, estoy con mi amorcito: Matt y yo hemos estado en una relación desde que Giselle y Mathius se fueron a su cuidad, por lo que llevo saliendo con Matt casi 7 meses; estuvimos juntos en secreto por casi 3 meses, después le presente a Giselle cuando mi relación con ella también mejoró, y desde entonces mi amorío con este apuesto muchacho no ha dejado de mejorar día con día; es guapo, amable, atento, siempre me trata como una dama, es un caballero hecho y derecho, por no decir que tal como me prometió, no ha dejado de esforzarse en sus estudios para hacerse de una gran carrera y así comprarme todo lo que le pida... todavía quedan algunos años para que eso pase, pero pacientemente puedo esperar a su lado hasta que ese día llegué.
    En este poco más de medio año que tengo como Lauren la relación con mi Giselle no ha hecho más que mejorar, y ni se diga la relación con mi querido Matt, por lo que me encuentro en una situación mucho mejor que cuando comencé. De hecho me he dado la oportunidad de invertir parte de mi herencia, lo cual ya está comenzando a dar pequeñas ganancias que espero dentro de unos años sean todavía más grandes, aunque haré un gasto y excepción especial en esas inversiones una vez que termine la boda.
    Con respecto a Mathius, es respetuoso conmigo y ya está. Él sabe que no debe meterse conmigo, no debe joder conmigo, y mientras mi hija está presente somos educados uno con el otro, pero si mi hija no lo trae consigo él no se molesta en estar cerca de mi y yo ni siquiera intento preguntar por él. Estoy segura que nadie sospecha nada, solo somos reservados y educados el uno con el otro y eso funciona para mi. Si pudiera decir algo más, adoro ver como se mata trabajando en mi antigua empresa; sin haber trabajado nunca en su vida pero sin poder darse el lujo de renunciar, tengo entendido que se esfuerza un montón para mantener su empleo mientras su tiempo libre lo utiliza para seguir aprendiendo; pasar día y noche esforzándose por tener dinero debe ser un cambio brutal para alguien que siempre tuvo dinero con solo estirar la mano, pero me da gusto que se esfuerce, tanto por ser un castigo por los problemas que me dio, como por ser una muestra de que se está esforzando para darle una buena vida a mi Giselle; ellos son jóvenes todavía por lo que mi mejor consejo es que trabajen mucho y ahorren mucho para luego darse una vida llena de lujos y placeres tal como hago yo.
-Lauren... ese vestido es bellísimo, usted es bellísima.... si me lo permite decir, creo que ese vestido debe usarlo en la boda-
    Sugirió con mucho amor Matt al verme probar la última opción, la cual sería mi elección para la boda de mi Giselle, una la cual estaba cada vez más cerca de comenzar. Quiero decir, aún faltan algunos meses para ello, pero siento que no tenemos tiempo para todo lo que tenemos que organizar.
-Gracias, cariño. Este será el vestido para la boda, solo debo mantener mi figura hasta entonces-
-Por supuesto que lo harás, Lauren... quiero decir, señorita Lauren, usted es asombrosa y sin duda será la segunda mujer más bella en la boda, solo detrás de la novia-
    Elogió una vez más con amor y sinceridad mi Matt, besando mis labios y abrazándome de forma apasionada, encontrando la motivación necesaria para darme una larga "distracción" por el resto del día. Ya elegí mi vestido, mis tacones, accesorios y hasta mi peinado, así que supongo tomarme un momento de disfrute con mi novio no tiene nada de malo.
Créditos a quien correspondan.
    Un año ha pasado desde que me convertí en Lauren, y justo en las vísperas de ese momento, ahora estoy usando un precioso vestido rojo corto y ajustado, con unos tacones elegantes, mis joyas favoritas, con mi cabello recién teñido y bien peinado, además de un maquillaje encantador, todo en conjunto me hace sentir toda una belleza, además que los constantes cumplidos de mi guapo novio es más sencillo sentirme como toda una reina.
    La ceremonia fue hermosa, y para mi sorpresa Giselle me pidió acompañarla hasta el altar... ya que su padre no puede acompañarnos en estos momentos, me pidió tener un momento madre e hija al ser yo quien sostenía su brazo y la entregaba a Mathius para una vez más bendecir su unión. No voy a mentir, lloré un poco en ese momento, también lloró mi pequeña pero eso solo hizo más especial el momento que terminó cuando el novio besó a la novia y todos aplaudimos el momento donde oficialmente se convirtieron en marido y mujer.
    Después de la ceremonia tuvimos una gran fiesta donde seguimos celebrando, seguimos llorando, también bailamos, cantamos, dimos discursos y me lleve una sorpresa más de palabras mayúsculas, pues al final de un discurso de los recién casados, ellos anunciaron que estaban esperando un bebé, por lo que no solo me convertí en suegra ese día, también estaba muy cerca de convertirme en abuela... eso me puso muy contenta, aunque también me hizo sentir muy vieja, apenas tengo 55 años y ya voy a ser abuela... me parece inaudito que mi hija y mi yerno me hagan sentir tan vieja en poco tiempo, sin embargo, ya he comenzado a buscar cosas lindas para comprar a mi futuro nieto o mi futura nieta.
    Una vez que la fiesta terminó, Mathius y Giselle se fueron de luna de miel, una la cual Mathius tuvo que pagar en su totalidad y que por muy barata que haya sido, sin duda la resentiría su bolsillo. 
    Saber que muy pronto sería abuela y ver que mi hija estaba de viaje, me hizo besar de forma apasionada a Matt y hacerle una propuesta que él sin dudar aceptó.
Créditos a quien correspondan.
-Lauren, aquí estás, luces preciosa en ese bikini-
    Me preguntaba Matt al llegar conmigo a la casa de verano que habíamos alquilado por unas semanas, elogiando mi micro bikini naranja que apenas cubría lo esencial de mis pechos y destacaba mucho más mis atributos de abajo con una tanga alta que no dejaba nada a la imaginación.
-¿En serio te gusta? Muchas gracias por decirlo, amor. Pensé que ya estaba vieja para estas cosas-
-Tú nunca estarás vieja para nada, no digas esas cosas, amor. A mis ojos siempre serás una bella señorita a la que amaré por toda mi vida-
    Matt me abrazó por detrás, poniendo sus manos en mi cintura y besando mi mejilla, haciendo muy fácil para mi recostarme en sus brazos, mismos brazos que no han dejado de crecer para estar a la altura de la situación.
    El tiempo no ha pasado en vano, y desde que Matt me conoció entró al gimnasio, y aunque los primeros días estaba super débil y adolorido, ahora con más de un año de entrenamiento constante ese pequeño chico ha crecido bastante; ahora él es mucho más alto que yo, su voz engrosó más y sin duda puede aguantar mucho más que yo en varios sentidos; Matt antes temblaba al intentar cargarme pero ahora le basta uno solo de sus brazos para cargarme e incluso hacer sentadillas conmigo encima; su estamina ha aumentado de maravilla y eso también lo he resentido para buena y mala fortuna; todavía puedo recordar nuestra primera vez hace un año donde lo deje seco y con las piernas temblado; pero ahora con toda su fuerza y energía extra, yo soy quien debe pedirle sea amable conmigo cuando nos acostamos; es vergonzoso para los dos admitirlo pero es como si yo hubiera terminado de criarlo, al menos físicamente ya que en el resto de cosas sigo estando al mando.
    En realidad aún con su físico de hombre Matt sigue siendo el chico lindo, tierno y amoroso del cual me enamoré, además que sigue necesitando un poco de apoyo económico que como su novia no tengo problema en darle de vez en cuando. Tal como sucede ahora, que después de recibir la noticia de que pronto seré abuela, decidí decirle a Matt que nos fuéramos de vacaciones, él estaba de vacaciones en la escuela por lo que era el momento perfecto para hacer maletas, conocer el mundo y disfrutar de nuestra compañía hasta que él deba volver a la universidad, y yo espere la llamada de mi hija para ir al hospital y conocer a mi nieta.
Créditos a quien correspondan.
-Matt, mira, ¿Me queda bien? Me siento como una adolescente usando esto... ni siquiera mi hija se atreve a vestir algo así-
    Dije con cierto orgullo y mucha satisfacción de mi atuendo: tacones altos, unos jeans ajustados y tan cortos como unas bragas, junto a un top rosa que apenas podía contener a mis nenas, me sentía sexy, hermosa, atrevida y como toda una adolescente, algo que parecía emocionar a mi hombre en cuanto me miro.
-Señorita Lauren, usted...-
-Sé que no soy tan joven como las chicas con quienes estudias, pero ya que me elegiste a mi, pensé que lo menos que podía hacer era vestirme como una de esas chicas para darte un poco de esa experiencia, amor. Aquí nadie nos conoce, corazón. Así que déjame darte una cita como si fuéramos unos adolescentes, ¿esta bien?-
    Tras estar semanas en la playa, decidimos ir al extranjero, un lugar donde no quería quedarme atrás de las bellezas locales, usando ropa más atrevida y emocionante que de costumbre y sujetando bien fuerte a mi hombre que estaba más que fascinado por mi atuendo digna de una chica de un tercio de mi edad, y que aún con los años de más, estoy segura que me veo mucho mejor que más de alguna de esas tontas jovencitas.
-¿Esta segura de ello, señorita Lauren?-
-¿Acaso te da vergüenza salir conmigo de esta forma?-
    Pregunté y traté de cubrirme pero de inmediato Matt me tomó por las caderas y besó mis labios para decir algo lleno de determinación.
-Nunca podría estar avergonzada de usted, iremos a pasear, a comer, a pasarla bien, y en la noche intentaré dejarla tan contenta que nunca más dudará de su belleza-
    Tomando mi mano y sacándome de la habitación del hotel 5 estrellas, mi Matt estaba listo para darme otro día maravilloso en su compañía que ha sido el motivo por el cual he disfrutado cada día de esta vida.
Créditos a quien correspondan.
    Por desgracia, después de un par de meses de vacaciones, todo lo que empieza tiene que terminar, y tras tantas semanas en el extranjero, decidimos pasar una vez más a la playa antes de despedirnos por completo, donde decidí usar un increíble bikini negro que cada que Matt me veía usándolo, se ponía como una fiera. Con algo de suerte podríamos hacerlo de nuevo en la playa o en el mar, pero para ello tendría que esperar a que la noche llegará.
    Durante el día hable con mi hija, quien ya estaba a pocas semanas de dar a luz y esperaba con ansias saber si tendría un hijo o una hija, algo que decidió mantener en secreto hasta el día que de a luz, prometiendo que haría la posible para que yo estuviera acompañándola en el hospital.
    En cuanto dijo eso supe que debíamos regresar antes de lo previsto, y para mi buena suerte Matt venía justo a donde estaba tomando el sol. Sin embargo, antes de que yo pudiera decir algo, el chico hizo algo que simplemente me hizo quebrar en llanto mientras asentía y pensaba "Ahí fue donde terminó mi anillo".
-Lauren... sé que llevamos poco tiempo, pero desde el comienzo supe que quería hacer esto... y no sé me ocurre mejor forma de terminar este viaje, más que empezar otro mucho más extenso. Así que, señorita Lauren, ¿Le gustaría casarse conmigo?-
    Matt se puso de rodillas frente a mi, abriendo la caja donde estaba el anillo que hace más de un año yo compre, y que de entre todas las cosas, nunca pensé que pedirían mi mano en matrimonio con aquella belleza. Quizás no era tan lindo para Lauren y Mathius, pero era el anillo perfecto para mí, y estaría encantada de usarlo por el resto de mi vida junto a mi prometido Matt.
    Finalmente hoy es el último día de nuestras vacaciones, donde volveré a casa como una prometida, podré casarme con el amor de mi vida y vivir el resto de mis días felizmente hasta que la muerte nos separé.
    Cuando lleguemos a casa no solo debo preocuparme por cuidar de mi hija y mi futura nieta, también debo comenzar los preparativos de la boda, de mi boda, ya que ahora yo soy la prometida y futura esposa de Matt a quien le daré un adelanto muy especial de nuestra futura luna de miel... No es el atuendo más lindo para una novia, pero es sexy y fue lo mejor que pude improvisar entre mis cosas del viaje para mimar a mi prometido.
    Puede que ya sea una mujer un poco mayor, pero todavía soy joven de corazón, tengo una gran vida por delante, una hija que me ama mucho, una nieta o nieto que ansió conocer, una fortuna que gastar y un joven príncipe digno de cuentos de hada con el cual añoro poderme casarme para tener la vida de marido y mujer con la que siempre soñé desde que conocí a mi Matt.
    Mi vida es maravillosa, no hay nada que pueda envidiar a nadie más, seré la mejor mujer que mi Matt pueda desear y será mi mayor placer caminar con un precioso vestido hasta el altar, donde besaré a mi hombre después de decir "Acepto casarme con él". 
    Sueño como nunca que ese día para ser completamente la mujer de Matt, y hasta que ese día llegué, no dejaré de disfrutar cada momento de mi vida, una la cual me parece imposible sea mejor de lo que ya es, justo ahora soy la mujer más feliz de todas, y con algo de suerte, ese pensamiento seguirá en mi por siempre. 
Créditos a quien correspondan.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario