sábado, 14 de septiembre de 2024

La futura suegra 5 Anochecer

    Con el sol ocultándose para señalar el final del día, cerré la puerta de la mansión, suspirando sin casi nada de energía física o mental después de la conversación que tuve con mi hija... sí, con mi hija. Y a pesar de todo el cansancio que sentía, todavía no me podía relajar por completo, pues a menos que saliera a escondidas sin que me diera cuenta, un joven tan lindo como problemático me esperaba en mi habitación.
-Hola, Matt... lamento mucho tenerte esperando-
-N-no se preocupe, señorita Lauren. No espere mucho tiempo-
    Mintió con una tímida sonrisa el chico, pues por muy amable que él quisiera sonar, yo estuve abajo con mi hija por largas horas sin darle comida, bebida o dejarle hacer algo de ruido a Matt, quien aún con todos esos inconvenientes, obedeció lo que le pedí y se quedó oculto hasta que yo volviera a entrar en mi recamara donde el chico estaba esperando tal y como lo deje.
-Gracias pero no tienes que mentirme, tarde mucho más de lo que pude imaginar... Bueno, la conversación con mi hija fue mucho más.... intensa de lo que pude pensar-
    Sin pensarlo mucho liberé esos pensamientos mientras mis brazos me rodeaban a mi misma, yo me daba un pequeño abrazo al hablar con Matt quien no pasó por alto mi conducta.
-Ya veo... disculpe, señorita Lauren, ¿Quisiera hablar de eso?-
    Me preguntó el chico sentado al borde de la cama, su intención parecía genuina en ayudarme, él era bastante genuino cuando estaba conmigo. Sin embargo, contarle mis problemas a un chico tan joven no me hacía sentir mejor; Matt es 10 años más joven que yo... o tal como van las cosas debería decir que Matt es 30 años más joven que yo; depender de alguien tan joven, contarle mis problemas a un niño y buscar consuelo en su compañía me parecía patético, yo era patético, y aunque todo dentro de mi cabeza me decía que rechazará su oferta para enviarlo a su casa... algo más dentro de mí me hizo asentir si mirarlo a la cara.
-Yo... yo solo necesito un minuto, ¿Sí? Es algo largo de explicar-
    Respondí sin mirarlo, para después ser sorprendida por sus palabras.
-¿Y usted tiene planes más tarde?, ¿Piensa ir a algún lado?-
    Negué con la cabeza ante la pregunta del chico, que con una tímida sonrisa añadió.
-Entonces no tiene de que preocuparse, tómese el tiempo que necesite, yo estaré aquí para escucharla todo el tiempo que haga falta-
    Ese joven idiota y sus respuestas descaradas me hicieron sonreír, cuando Matt estaba cerca no podía sentirme triste completamente; cuando estuve en problemas en la librería él me salvó; cuando las mujeres del restaurante se burlaron de mi nueva edad, Matt no dudó en hacer un escándalo para ponerlas en su lugar; y ahora que mi corazón estaba partido a la mitad, este apuesto muchacho estaba dispuesto a hacerme compañía el tiempo que yo necesitará para hacerme sentir mejor... quizás todavía no tenga el cuerpo de un hombre por completo, pero se comporta mucho mejor de varios chicos que conocía... hasta tal vez, por momentos Matt se comporta mejor que yo cuando era Mathius.
-Muy bien, muchacho. Ya que eres el mayor entrometido que conozco, supongo que tendrás que hacerte responsable y escuchar a esta anciana con sus problemas familiares-
    Matt me dejó un espacio libre junto a la cama para sentarme a su lado, donde mi mirada pasaba de un lado a otro sin saber muy bien por donde empezar está conversación. Definitivamente no mencionaré nada de mi vida anterior, si lo hago, puede que espante de verdad a este chico quien es la única persona en quien me puedo apoyar... tal vez es egoísta guardar ese secreto mío, pero por ahora no quiero pensar nada de la vida que estoy por dejar atrás en mi vida como Mathius, así que me centraré en como se siente Lauren... como me siento yo con todo lo que estoy viviendo, y que es lo que realmente haré con respecto a la boda de mi hija con su novio.
-Yo... yo recibí a mi hija y a su novio hace unos días; mi hija y yo no tenemos la mejor relación por lo que hice en el pasado, y en cuanto a su novio... no es mi persona favorita, pero si mi hija lo amo, debo aceptarlo, ¿No lo crees?-
    Explique con calma, tratando de dar el mayor orden posible a mis ideas con palabras sinceras, cargadas de una emoción que no podría contener por mucho más tiempo.
-Definitivamente no me agrada su novio, es un imbécil problemático conmigo y desde que lo conocí solo me ha dado dolores de cabeza... sin embargo, ha hecho muy feliz a mi hija, mucho más feliz de lo que yo jamás pude hacerla... sé muy bien que el "amor" en nuestras relaciones es diferente, pero aún así me duele no ser la elegida por mi hija, ¿Sabes? Yo.... yo en serio que me esforcé, quería que todo volviera la normalidad, pero Giselle no quiere las cosas como antes, ella está feliz como son las cosas ahora, y por mucho que yo desee cambiarlo, no puedo hacerlo-
-¿En serio no hay forma de cambiarlo?-
    Me preguntó Matt a lo que negué con la cabeza, dándome cuenta que de nuevo quería llorar, agachando la cabeza para que el chico no me viera mientras intentaba seguir nuestro tema.
-No, no hay forma. Si intento cambiarlo con todas mis fuerzas, solo lograré forzarlo, y por ende, solo causaré que las cosas empeoren entre nosotras dos... y lo único peor que perderme la boda de mi hija, sería perder una relación con ella para siempre-
    Las lágrimas nuevamente comenzaron a brotar, mis ojos apenas podían ver de tanto llanto que salía de mí, y por mucho que intentará detenerlo, no podía hacerlo. De alguna manera, tenía que llorar y despedir a mi antiguo amor que tomó una decisión, una donde no la hacía feliz yo.
-Ya veo.... lamento mucho lo que está viviendo, señorita Lauren. Debe ser difícil para usted-
    Con timidez y sin poder ocultar por completo sus nervios, Matt me abrazó; podía oír su corazón latir con fuerza, podía ver un poco de sudor en él y en sus manos temblorosas, hasta podía oler su aroma cuando mi rostro se hundió en su pecho, mis manos rodearon su cintura y de nuevo mi llanto se intensificó.
    Yo lloraba para dejar salir todos mis sentimientos, toda la culpa que sentía, toda la impotencia que tenía y todo lo negativo que sentía por mi mismo al haber sido superado por Lauren que en pocos días conquistó el corazón de Giselle de una forma que yo nunca logré, y que a estas alturas, es claro que nunca lograré.
-Me derrotaron por completo, Matt. Me ganaron a mi Giselle... perdí contra un sujeto que conoció a Giselle por 5 días, y con eso le bastó a mi Giselle para amarlo más a él que a mi-
    Decía con un incontrolable llanto que dejaba salir todo mi sentir, aferrándome con fuerza a Matt que solo guardaba silencio, acariciaba mi largo cabello y me prestaba su hombro para llorar todo lo que quería.
    Así pasaron algunos minutos donde Matt respetó mi sentir al acompañarme en silencio, prestándome su compañía mientras mi llanto disminuía poco a poco, en especial cuando una temblorosa pregunta salió de los labios del chico.
-Señorita Lauren... si me lo permite saber, ¿Su hija se enamoró por completo de un chico en 5 días?-
    La realidad era un poco distinta de ello, pero para omitir los detalles más complicados, solo asentí y susurré.
-Así es, un idiota se ganó el corazón de mi Giselle en 5 días como para hacer de lado a su madre-
    Una vez más el silenció resonó en la habitación por unos instantes hasta que la misma nerviosa y temblorosa voz de Matt se escuchó.
-Hay personas que se toman mucho tiempo para enamorarse, ¿sabe? A mi me bastó un día conocerla para saber que la amaba con todo mi ser, señorita Lauren-
    Mis sollozos se detuvieron por completo, algo nuevo llenaba mi cabeza, y que si bien no era del todo una sorpresa, no esperaba recibir una confesión de amor en estos momentos.
-Matt... no digas esas tonterías para consolarme... Yo solo-
-Usted solo es la mujer más hermosa del mundo, señorita Lauren. Y no lo digo solo para consolarla, lo digo en serio... desde que la vi por primera vez en la librería me pareció preciosa, pero oír como me hablaba con tanta seguridad, demostrarme que era una mujer orgullosa y segura me encantó....-
    Dijo el joven sosteniendo mis manos, haciéndome sonrojar por completo, cambiando la tristeza en mi corazón por una combinación de emociones entre vergüenza, alegría y miedo que simplemente me hicieron escuchar en silencio todo lo que Matt tuviera que decir.
-También pude ver un poco de su lado más débil, ¿y sabe algo? Eso también me hizo feliz; me dejó conocer su lado bueno y lado malo en poco tiempo, sus fortalezas y debilidades, lo que le gusta y lo que no le gusta; desde que la conocí usted ha sido la mujer más autentica en mi vida, así que su gran belleza quedó de lado en comparación a su implacable forma de ser: usted es toda una mujer, señorita Lauren... y no pude evitar enamorarme de una grandiosa mujer-
    Sus palabras me hacían sonrojar, que mi corazón latiera con fuerzas y que muchas ideas llenaran mi cabeza, pero con lo poco de fuerza mental que conservaba, intenté hacer al chico desistir de sus ideas.
-Matt, muchacho. Agradezco mucho tus palabras, pero no tienes idea de quien soy en realidad-
-¡Entonces permítame conocerla!-
    Fueron las palabras del chico que interrumpieron mi rechazo.
-Yo ya estoy enamorado de usted, pero quiero conocerla todavía más... y si usted me da la oportunidad, quiero que me conozca más a mí y se enamoré de mi... con todo respeto, si su hija se enamoró en 5 días, ¿Usted no podría enamorarse de mí en ese tiempo?... T-tal vez requiera un poco más... o un poco menos... pero le prometo que si me da la oportunidad, daré lo mejor de mi para hacerla feliz-
    Las palabras de Matt eran descaradas, hasta podrían sonar como una burla acerca de lo que estoy viviendo, pero lejos de insultarme o tratar de menospreciar lo que siento, creo que era su genuina de manera de expresar sus sentimientos, suplicando por una oportunidad para enamorarme de él... algo que muy en el fondo, sé que no es imposible que me suceda.
-No lo sé, Matt... En verdad aprecio tus dulces palabras pero ¿Sabes que puedo tener la edad de tu madre?-
    Utilice como último recurso la edad de diferencia entre nosotros dos, algo a lo que aún nervioso y tratando de sonreír Matt me respondió.
-Lo sé... será complicado presentarla a mis padres, pero si usted es la mayor entre nosotros dos, es un motivo más para que usted sea quien mande en la relación, bastará con que usted lo diga para que yo me esfuerce en alegrar cada uno de sus días-
    La respuesta de Matt me dejó sin palabras por un momento, tratando de procesar lo que dijo antes de responder.... una vez más, la intención de Matt parecía sincera de todo corazón... Sin embargo, también era evidente que no tenía idea de como coquetear con una mujer; creo que yo cometía errores de este estilo cuando estaba en la secundaria, por lo que me hacía sentir que este chico nunca antes había tenido novia, o al menos no con él tomando las riendas para confesarse. 
    Su confesión era torpe, tartamudeaba y dudaba un poco de sus palabras, pero nunca puso en duda sus sentimientos, repitiendo cada vez que podía cuanto me amaba y que si tan solo le daba una oportunidad, Matt lograría que yo lo amé de la misma manera... de la misma manera.... ¿Será eso posible?...
    Tal vez estoy cometiendo un error, tal vez me estaba dejando llevar por la situación, tal vez los sentimientos fuerte del chico me hacían dudar de lo que sentía yo mismo.... pero tal vez, y solo tal vez, esté chico tenía la razón y él podía ser mi verdadero amor, lo cual demostraría si tan solo le daba una oportunidad.
-Tengo 54 años... soy viuda, vivo de lo que me dejó mi marido; soy una mujer vieja y solitaria, además que solo utilizó cosas lujosas, me tiño el cabello y en definitiva si tenemos una relación, se harán las cosas como yo diga... ¡por no decir que los hijos están fuera de la ecuación!-
    Puse como condiciones inmediatas al chico que asintió.
-Yo tengo algunos años menos que usted, pero sigo siendo un adulto y la sigo amando... es bueno que me diga que le gusta, eso me motivará aún más en terminar la universidad para comprarle todas las cosas lujosas que quiera... amarla tal como usted me diga, consintiendo hasta el último capricho para tenerla contenta tal como la reina que usted es, digna de tener solo lo mejor, y no preocuparse por lidiar con un niño y sus bebés-
    Debo admitir que me hizo algo de gracia la última parte de su respuesta, llamarse a si mismo "niño" no era del todo equivocado, pero a pesar de su edad, Matt me había demostrado que era todo un hombre, lo seguía demostrando con su leal respuesta... y ahora lo pondría a prueba de una última manera que también sellaría mi decisión de convertirme en una mujer.... Gracias a Matt, podía aceptar mi vida como Lauren... solo necesitaba un último empujón para aceptarlo.
-Será complicado llevarte a la boda de mi hija, lo sabes, ¿cierto?-
    Pregunté mirando a los ojos a Matt, quien rompió con todos mis pensamientos una vez más al darme una contundente respuesta.
-Señorita Lauren, no me importa lo que digan los demás. Solo me importa usted, y usted debería ocuparse un poco más en disfrutar de su vida, en lugar de preocuparse sobre que dirán todos los demás. Su vida es una y la debe vivir como usted quiera, no como los demás quieran-
    Honestamente no sé de donde venían esas palabras, sentía que era una mentalidad libre que un joven no terminaba de comprender a que se refería, quizás Matt no sabía muy bien lo que me acababa de decir... pero después de 3 años en los que viví tratando de hacer feliz a una chica que me cambió sin dudarlo en menos de una semana... creo que seguir el consejo de Matt y vivir mi vida tal como quiera es una opción encantadora... y si quiero vivir esta vida con Matt... creo que vale la pena hacer esto por primera vez.
Créditos a quien correspondan.
    Lentamente y con timidez tomé al chico por el cuello de su camiseta, mi intención era clara, acercarlo lo suficiente a mi para que nuestros labios se unieran por primera vez, al menos por primera vez conmigo consciente. Sin embargo, cuando Matt se percató de lo que intentaba hacer, fue él quien me tomó por la barbilla con cuidado, haciéndome levantar la mirada hacía él, quien sin dudarlo unió sus labios con los míos para tener así nuestro primer beso.
    Matt me estaba besando, un chico me estaba besando justo en los labios mientras sus manos apretaban con cuidado mis caderas, y este primer beso como mujer, fue mucho más de lo que espere.
-Lo siento, señorita Lauren... pero recordé sus palabras de ayer-
    Oír eso me hizo sonreír por lo descarada que fui anoche por culpa del vino.
-"No debes hacer rogar a una dama por tu atención", ¿No es así? Lamento si la hice pasar vergüenza al tomar la iniciativa, pero si a usted le parece bien, deje que yo me encargue-
    Sus palabras eran encantadoras, demostrando la atención al detalle que ponía para hacerme feliz antes de darme otro apasionado beso en los labios, haciéndome sentir que este segundo beso era mucho mejor que el anterior.
-Anoche fui una descarada contigo; primero te hago pasar la noche conmigo para despertarte a gritos la mañana siguiente-
    Respondí con una pequeña sonrisa, dándole la espalda al chico para pedir.
-¿De nuevo me ayudas con mi vestido?-
    Sin dudar Matt asintió, ayudándome está vez a bajar el cierre de mi ajustado vestido para pasar a algo más, no sin antes dejarme saber algo que desconocía por completo de la noche anterior.
-No se preocupe, señorita Lauren. Sé que no fue la mejor noche para usted; con todo respeto, estaba tan pasada de copas que estuvo llorando incoherencias un rato, también tuvo ganas de vomitar, y en algún momento me abrazó se durmió conmigo, lo único de lo que no estoy seguro es cuando se quitó el vestido-
    Vaya, saber eso no me llenaba de alegría; en lugar de acostarme con este chico, el pobre tuvo que soportar los llantos de una mujer borracha hasta quedarse dormida, solo para que lo despertará armando un escandalo, y luego volviera a llorar en sus brazos. No obstante, no cualquiera hubiera soportado tanto drama, quizás en otra vida yo me hubiera escapado por la ventana en cuanto tuviera la oportunidad, pero Matt fiel a sus palabras no dejaba de apoyarme y amarme, por lo que ahora me parece el momento perfecto para corresponder el amor que me jura este chico a mi propia y nueva manera como mujer.
-Señorita Lauren....¿Qué cree que hace? Póngase de pie-
    Me pedía con vergüenza y nervios el muchacho, pues una vez que me quite el vestido, yo me puse de rodillas frente a él, poniéndome justo entre sus piernas antes de bajar el cierre de su pantalón y ver el impresionante tamaño que tenía mi nuevo hombre.
Créditos a quien correspondan.
-Es... más grande de lo que imaginé-
    Mis pensamientos escaparon de mis labios al ver el tamaño que Matt tenía ahí abajo... No estaba seguro de si su tamaño era enorme... o solo me parecía enorme desde la perspectiva de una mujer. Durante muchos años yo tuve la otra perspectiva, disfrutando del húmedo placer que me daba la boca de mi novia antes de entrar al plato principal. Sin embargo, ahora yo estaba en el otro lado; ahora yo estaba de rodillas, levantando la mirada para ver a mi pareja, y armándome de valor para usar mi boca en un intento de darle placer al apuesto chico que literalmente me tenía a sus pies.
    Pase unos instantes mirando esa cosa, la cual sin siquiera tocarla se estaba poniendo más grande y más dura, hasta podía verla palpitar por unos momentos, ¿Todo es le provocaba mi cuerpo a Matt? Era extraño y halagador a partes iguales... ver lo vigoroso que estaba el chico era un poco vergonzoso, yo como la mujer que ahora soy, había hecho que este chico se pusiera tan duro, y más allá de la vergüenza que sentía, un hormigueo que ya conocía en mi entrepierna me llenaba de emoción al ver que mi cuerpo ocasionaba esa respuesta en el jovencito.
    Aquella emoción que crecía en mi, que hacía acelerar mi corazón y que también humedecía mi entrepierna, me hizo cerrar los ojos un momento para tomar la determinación de darle un poco de placer a Matt como símbolo del amor que estaba descubriendo por este chico.
    Mi corazón dio un vuelco cuando la caliente y palpitante virilidad de Matt entró en mi boca, o mejor dicho, cuando la metí en mi boca... me quede quieta por un momento con esa cosa dentro de mi antes de hacer mi mejor intento en que mis labios apretaran de forma cuidadosa el pene de Matt mientras mi lengua se movía para tocar y saborear el mismo.
-Señorita Lauren....-
    El cuerpo de Matt era honesto, en cuanto mi lengua comenzó a tocarlo este respondió con unas leves palpitaciones, dejándome sentir el calor de su miembro cada vez más y dejando en mi boca el sabor de su miembro por primera vez.
    Después de unos segundos solo lamiendo y apretando un poco con los labios el pene de Matt, abrí los ojos para encontrar una imagen encantadora; Matt apretaba sus puños contra las sábanas, con el cuerpo todo tenso y la cara bastante roja, era bastante claro que lo estaba disfrutando a pesar de lo avergonzado que se sentía, al igual que era muy obvio para mi notar que el chico estaba haciendo su mejor esfuerzo para soportar el placer que mi boca le estaba dando.
    Ver esa linda expresión en Matt me hizo darme cuenta de lo mucho que se esforzaba en corresponder mi amor, lo cual a su vez me hizo sentir más emocionada, motivándome un poco más en hacerlo sentir bien y en dejar esas ideas sobre mi vejez o mi antigua vida de lado para hacer feliz a mi muchacho.
    De poco a poco empezaba a acostumbrarme a la sensación de tenerlo dentro de mi boca, explorarlo con mi lengua, juguetear con mis labios, y cuando me sentí preparada, comenzar a llevarlo cada vez más profundo en mi boca. De cierta manera era fácil hacerlo, lo estaba haciendo a mi ritmo, llegando un poco más profundo tras cada intento y sin cometer el error de llevarlo tan rápido y profundo dentro de mi boca como para despertar un desagradable reflejo de mi cuerpo.... Alguna vez cuando chico hice la tontería de tomar del cabello a Giselle para que chupara todo, sin embargo al no ser cuidadoso, solo provoque que ella se alejará y tuviera ganas de vomitar... Esa noche terminó siendo desagradable y anticlimática para los dos, y definitivamente no arruinaría la primer noche con mi chico con un error de principiante... incluso si era mi primera vez haciéndolo como una mujer, tenía algo de experiencia de mi lado, la experiencia suficiente para guiar a este chico en una noche digna de recordar.
    El sabor y el olor eran un poco fuertes pero no lo llamaría desagradable, así que continúe usando mi boca y moviendo mis labios lo mejor que podía para provocar encantadoras reacciones de mi chico; leves gemidos, jadeos, sentir como se retorcía tanto él como su compañero, todas esas eran muestras inequívocas de lo mucho que él lo estaba disfrutando; tener la perspectiva de abajo, sentir como se raspaban un poco mis rodillas y todos los movimientos que hacía mi cara aún eran un poco nuevos para mí, pero también eran placenteros; hacer esto no era tan malo como Giselle me lo hacía saber, por muy vulgar que me sienta al pensarlo, creo que podría hacer esto por todo el día y mejorar tras cada ocasión; sin embargo, por muy bueno que sea el tamaño de Matt, le faltaba experiencia, y antes de que pudiera reaccionar pude sentir como su miembro palpitaba mucho más y dejaba salir la mayor muestra de afecto y placer que un hombre podía dar.
-¡S-señorita Lauren! L-lo siento... no pude contenerme, yo-
    Mis ojos se abrieron como platos al sentir como un líquido espeso y caliente salía disparado dentro de mi boca, fue muy repentino, mi nariz casi estaba tocando la pelvis de Matt cuando eso sucedió, y aunque no me sentía lista para ello, mi instinto me hizo tragar todo el amor que Matt dejó salir para mi.
-Esta bien.... esta bien... solo recuerda avisar la próxima vez.... ¿De acuerdo?-
    En cuanto terminé de tragarlos, separé mi boca del miembro de Matt, tomándome un momento para recuperar el aliento y corregir con amables palabras al chico que completamente avergonzado asintió en silencio.
-¿Es tu primera vez?-
    Matt pareció dudar de responder por un momento, pero tras un suspiro él me preguntó.
-¿Tan obvio es?-
-Un poco.... no es muy cortes dejarlos salir sin avisarle a la chica, incluso si es tu pareja, sé amable con ella-
-Entiendo... y lo siento-
-Si de verdad lo sientes, recuérdalo para mejorar, ¿Si?-
    Le pedí aún estando de rodillas, sin creer que le había hecho una mamada al chico y que incluso me tragué todo lo que él tenía para mi, todavía podía sentir el espesor en mi boca, relamiéndome los labios para volver a saborearlo y pensar que ambos estábamos experimentando tantas cosas en cuestión de minutos, emocionándome aún más al saber que todavía había cosas que experimentar en compañía de Matt.
-¿Lo has disfrutado?, ¿Quieres un poco más?-
    Pregunté con una pícara sonrisa, tomando al chico de la mano para ponerme de pie y caminar hasta la cama donde Matt me colocó de la manera que más le gustó, era obvio que el chico tenía energía para un rato más, incluso si él no lo decía, ver lo grande y duro que seguía ahí abajo era prueba suficiente para mí de que Matt aún no estaba satisfecho, por lo que yo también debía esforzarme un poco más como su mujer para dejarlo contento.
-Quiero un poco más, señorita Lauren, quiero todo lo que tenga que darme-
    Dijo el chico al acariciar mi trasero, pasando suavemente un par de sus dedos por mi húmeda intimidad y haciéndome estremecer.
-¿Un niño codicioso? Déjame sentir todo de lo que eres capaz-
    Levantando bien las caderas, sujetando mis manos con las sábanas y abriendo un poco las piernas, Matt me dejó sentir el placer que solo una mujer puede experimentar cuando su miembro comenzó a abrirse paso dentro de mí.
-¡Joder!-
    Grité antes de gemir con intensidad y retorcerme en la cama, la sensación era mucho mejor de lo que había imaginado con solo la punta de esté chico quien se había asustado por mi reacción. Parecía listo para echarse atrás, por lo que tuve que soportar un momento el inmenso placer y hablar.
-Nunca dije que te detuvieras, ¿O si?... Solo tómalo con calma, muévete despacio... una vez que te acostumbres puedes hacerlo más rápido... quizás sea un poco ruidosa, pero prometo decirte si me estás lastimando-
    Ante mi explicación mientras me aferraba a la cama, Matt pareció estar un poco más tranquilo, colocándose sobre de mi con cuidado y siguiendo de forma meticulosa mis instrucciones, el chico se estaba esforzando en pasar un buen rato con mi cuerpo, al mismo tiempo que se esforzaban en él darme un rato placentero a mi. Hasta estos momentos, con Matt dentro de mi, me doy cuenta que olvidamos usar algo de protección, pero teniendo en cuenta mi edad, quiero creer que hacerlo al natural no será un problema del cual me daba preocupar.
Créditos a quien correspondan.
-Es enorme... siento que me va a partir....-
    Susurré completamente llena de placer cuando Matt entraba en mi; el placer que sentía en estos momentos era ardiente y apasionado, mucho mejor que las ocasiones donde yo me masturbe; por mucho que pudiera sentirme contenta por mi cuenta, no había margen de comparación cuando el pene de Matt se adentraba poco a poco dentro de mi, abriéndose camino hasta llegar a lo más profundo donde tal como le indique se quedó quieto unos segundos para acostumbrarse a la sensación.
-No puedo....-
    Una ola de placer invadió mi cuerpo cuando la punta de Matt estaba tocando un lugar muy profundo dentro de mi, provocando una corriente por todo mi cuerpo que ya conocía; con solo meterlo yo estaba a punto de terminar y si no fuera porque Matt se había quedado quieto, seguramente nuestra muestra de afecto hubiera terminado mucho antes por mi culpa.
-¿No la estoy lastimando? Puedo sacarla un poco-
-N-no te preocupes, Matt... no... no hace falta.... solo dime...¿Es toda?-
    Mirando de reojo pude ver como la cara de Matt se teñía de rojo, seguramente yo estaba igual o peor que él en estos momentos, aunque antes resistí hacerlo, ahora que lo tenía dentro de mi no pude evitar preguntarme si todo el tamaño de Matt ya estaba dentro de mi.
-L-lo siento... me hice un poco atrás, pero casi la tenía dentro por completo-
    Ya veo... el miembro de Matt era asombroso, pero creo que podía controlarlo, al menos todo cabía dentro de mi por muy vergonzoso que fuera decirlo, por lo que hacerlo sentir satisfecho dependería por completo de mi aguante y habilidad para estar con este muchacho.
    Cambiando un poco mi posición, levantando aún más las caderas y apoyando brazos y cara contra la cama, asentí con deseo y timidez para que Matt continuará.
    Antes cuando tenía la boca ocupado no pude hacerlo, pero ahora no había que detuviera mis gemidos que iban desde leves murmullos hasta gritos que duraban solo un momento cuando Matt llegaba a lo más profundo de mi.
    Matt se movía con cautela dejándome sentir su pelvis contra mi trasero que cada vez que se encontraban producían un sonido inconfundible, mi vagina se apretaba y se humedecía con cada uno de sus movimientos que se abrían paso dentro de mi, las fuertes manos de Matt apretaban mi trasero, jugueteando con mis mejillas y rozando mis caderas cada tanto, estoy segura de que mis pechos rebotarían con cada embestida, sin embargo al estarme apoyando contra la cama, mis pechos estaban un poco aplastados por mi propio peso, por lo que solo mi cabello es lo que se movía ante cada embestida.
    Mi primera vez estaba siendo una maravilla; era lenta y apasionada, Matt se portaba como un caballero conmigo incluso en estos momentos, poniendo mi placer y bienestar por encima de sus deseos, algo que me motivaba a esforzarme todavía más para que él lo disfrutará, y que una vez que nuestra muestra de amor comenzó, no detenernos hasta quedar satisfechos.
Las embestidas aumentaron su ritmo, los gemidos se intensificaron, el placer se volvía mejor tras cada ocasión y creo que por primera vez desde que Lauren robó mi cuerpo, yo me siento realmente feliz y agradecido de lo que ella me hizo, pues si no hubiera arruinado mi anterior vida, yo no hubiera tenido la oportunidad de disfrutar esta velada maravillosa bajo el fuerte y amable cuidado de una persona que me amaba y se preocupaba por mi.
-S-señorita Lauren... no creo aguantar mucho más... voy a sac-
-¡No hace falta!-
    Respondí entre gemidos para interrumpir sus palabras.
-P-pero señorita Lauren...-
-Dije que me avisarás cuando ibas a terminar... ya lo has hecho... ya estoy lista para recibirlos dentro, Matt-
    Matt pareció dudar de mis palabras un momento, él intentaba no perder el ritmo ni fuerza en sus embestidas mientras decidía si obedecerme y terminar dentro de mi, o por el contrario sacar su pene y dejar todo fuera.
    Por mi parte estaba más que decidida, olvidándome de todas las posibles consecuencias por un minuto antes de mover también yo mis caderas, apretar un poco más a su compañero y poner la expresión más lasciva que podía en estos momentos; mis puños se aferraban a las sábanas, mi lengua estaba de fuera mientras jadeaba y trataba de dar una mirada suplicante y lasciva que parecía tener resultado, pues cuando Matt me miró se sonrojó por completo y aceleró la marcha.
    El muchacho me tomó por las caderas con fuerzas, sacudiéndome aún más con cada embestida, haciéndome gemir todavía más y finalmente que todo mi cuerpo se tensaran cuando la hombría de Matt llegaba a lo más profundo de mi, marcando mi interior con su caliente y espesa semilla; Matt se quedó tensó por completo mientras se aferraba a mi al terminar; yo por otro lado me estremecí de pies a cabeza, gimiendo sin control y babeando la cama ante tanto placer que nos hizo terminar a ambos, y que aún después de terminar, todo mi cuerpo seguía sintiendo como si todavía lo estuviera viviendo... pensé que era una mentira, pero ahora que lo he vivido, sin duda el orgasmo de una mujer es mucho más intenso y prolongado que el de cualquier hombre. 
Créditos a quien correspondan.
    Mi joven pareja intentaba recobrar el aliento al recostarse tras de mi en la cama; sus manos sujetaban con cariño mi cintura, sus labios daban suaves besos en mi nunca y su gran virilidad todavía palpitaban dentro de mi cuerpo tras hacerme suya por primera vez.
    Por mi parte el placer todavía seguía muy vivo dentro de mi, no solo por poder sentir como su semilla recorría mi cuerpo, todavía podía estremecerme y recordar sus caricias de una forma bastante real; puede que ya hubiéramos terminado los dos, pero el placer que yo sentía seguía siendo tan intenso como si ese momento todavía no terminará, y aunque también yo me esforzaba por recuperar el aliento, continuar un poco más no me parecía una misión imposible.
-¿Te gustó tu primera vez, muchacho?-
    Pregunté con una sonrisa juguetona al chico sin aliento tras de mi, que solo pudo devolverme una sonrisa nerviosa mientras asentía.
-Fue diferente pero mucho mejor de lo que espere-
-¿Diferente?, ¿Qué esperabas?-
    Sentí curiosidad por su respuesta, la suficiente curiosidad como para intentar indagar de que se trataba, algo que después de unos segundos pensándolo, Matt me respondió.
-Es un poquito vergonzoso de confesar, pero confió en usted, señorita Lauren; estar con usted ha sido mucho mejor de lo que pensé, sin embargo, tenía muchas ganas de intentar una posición en especial; quería que usted estuviera encima mío, pero entiendo que por su edad puede ser algo difícil para usted-
    La confesión del chico estaba siendo honesta y descarada en muchos aspectos, haciéndome recordar lo vieja que soy en esta vida y como él se tuvo que contener un poco para no dejarme adolorida en nuestra primera vez. Lamentablemente para él, está mujer aún tiene energía como para darle un poco más de placer, al igual que darle una lección.
-¿Me estás llamando vieja, Matt?-
-¡NO!, ¡N-nada de eso, señorita Lauren! S-solo que yo....
-Solo que tú estabas asumiendo me dolerían las rodillas o la espalda al saltar encima tuya, ¿No es verdad?-
-Señorita Lauren, yo intentaba decir que-
-La ofensa ya está hecha, Matt. Y ahora te toca un pequeño castigo... si hacen falta, mañana tendrás que traerme algunos analgésicos, pero ahora, te mostraré lo que una vieja mujer es capaz de hacer-
     En cuestión de un par de movimientos puse a Matt de espaldas en la cama para que ambos estuviéramos cómodos, conmigo encima de él apoyando piernas y manos en la cama para cabalgarlo. Por un momento casi pierdo el equilibrio, pero sentir las manos de Matt en mi cintura para sostenerme y guiarme no solo me ayudaban, también me emocionaban.
-¿Te gusta la vista, Matt? Debo admitir que está posición también es nueva para mí, pero veamos cuanto resistes-
    Mi novia Giselle nunca había aceptado tener sexo en está posición, así que me sentía especialmente sucia y excitada al hacerlo yo, Giselle nunca lo hizo por mi, pero yo sin dudar estaba lista para cabalgar a mi hombre, acostumbrándome poco a poco a la posición donde él quedaba debajo de mi y a mis espaldas a su vez que me dejaba sentir como el gran compañero de Matt volvía a recuperar el tamaño, calor, dureza y vigor que perdió en nuestros pocos minutos de descanso.
-Señorita Lauren... ya estoy a mi límite... no aguantaré mucho-
    Las palabras avergonzadas de Matt solo me hicieron tomar más valor a mi, lo suficiente como para declarar.
-¿Y la vieja soy yo? Una pena por ti, Matt... quizás otro día que me hagas feliz volveremos a intentar está posición, pero ahora no es una recompensa, es un castigo para ti, y muero de ganas por saber cuantos sentones vas a soportar antes de llegar a tu limite-
    Tras esas palabras yo comencé a saltar; mis pechos me rebotaban de arriba a abajo, el cabello se sacudía, mi trasero que antes recibía el impacto de la pelvis de Matt, ahora tomaba un rol más activo siendo mis caderas las que buscaban el contacto con Matt para que mi chico llegará lo más profundo dentro de mi.
-¿Esto es lo que querías, muchacho? Disfrútalo, es mi forma de aceptar tu cariño-
    No recibí una respuesta del chico, Matt parecía muy concentrado en sujetar mis caderas para reducir el impacto en mi cuerpo, al mismo tiempo que contenía sus gemidos o jadeos, desde mi posición no era sencillo verlo pero estaba segura de que mi joven compañero estaba dando lo mejor de si para no terminar en poco tiempo, parecía querer disfrutar de esto por mucho más tiempo, pero el cansancio acumulado y su falta de experiencia le estaba jugando en contra para poder disfrutar todavía más de este su primer momento íntimo conmigo.
-¿Lo hago tan bien que te quedaste sin palabras, chico? Eso me halaga... nada mal para una anciana, ¿No lo crees?-
    Aunque tenía muchas ganas de burlarme un poco de él y mostrarme superior, lo cierto es que la posición era tan placentera como difícil, yo tampoco podría resistir mucho más que un par de sentones, y si Matt no terminaba dentro de mi pronto, lo más seguro es que ni yo misma podría continuar sin llegar al clímax por mucho tiempo.
-S-Señorita Lauren.... yo voy a-
    Para buena o mala fortuna, antes de que Matt pudiera avisarme, pude sentir una vez más un líquido caliento y viscoso recorrer el interior de mi cuerpo, Matt había terminado de nuevo, haciendo que yo prácticamente me sentará encima de él mientras dejaba salir todo dentro de mi.
-Lo siento... no pude decirle a tiempo....-
    Lo escuchaba murmurar con timidez sin dejar de ayudarme, sosteniendo con firmeza mis caderas al mismo tiempo que su semilla me dejaba marcada por todo mi interior, llevándome a mi límite una vez más y dejándome satisfecha después de darle tantos problemas a este muchacho.
Créditos a quien correspondan.
    Permanecí sentada sobre Matt durante unos segundos hasta que ambos recuperamos el aliento, sintiendo como el compañero de Matt se hacía más pequeño y también sintiendo como todo mi cuerpo estaba cubierto de sudor y otros líquidos que demostraban lo apasionado que había sido nuestro encuentro.
-Señorita Lauren... eso estuvo increíble... no creo poder pararme por un momento... quiero descansar...-
    Decía Matt completamente exhausto y tumbado sobre la cama, su sonrisa llena de satisfacción era innegable, al igual que no se podía negar lo cansado que se veía, parecía que caería dormido en cualquier momento, pero después de todo lo que le hice en tan poco tiempo, natural que apenas pueda estar despierto.
-Señorita Lauren, ¿le molesta si paso la noche con usted?-
    Me preguntó sin siquiera mirarme, Matt veía al techo con incredulidad y cansancio tras la noche a la que lo había sometido, algo que solo me hizo sonreír y estar extrañamente contenta.
-Por supuesto, chico. Solo avísale a tus padres que estarás con un amigo o algo así, llevas todo el fin de semana fuera... y ahora que lo pienso me siento un poco culpable por exigirte tanto cuando aún estás en recuperación-
    Para ser alguien que hace unos días recibió y dio una paliza, Matt de verdad que era fuerte y resistente. De no ser por el cansancio acumulado que ha cargado este chico, quizás yo sería quien estuviera tendida en la cama sin aliento mientras él se burla un poco de mi penosa situación.
-Ni lo mencione.... sin importar lo cansado que me sienta... siempre estaré feliz de estar con usted-
    Matt a duras penas levantó la cabeza para mostrarme una sonrisa, al igual que levantó el pulgar como símbolo de que todo estaba bien, algo que también me hizo sonreír y estar más tranquila. A lado de Matt, parecía que todo siempre estaría bien.
-Por ahora descansa, muchacho. Iré a bañarme y después podemos dormir tranquilos-
-Disculpe, ¿Quiere que le haga compañía?-
-No hace falta, cada uno descansa a su manera y un baño después de la diversión me ayuda a relajarme. Volveré antes de que te des cuenta-
    Prometí con una gran sonrisa que me ayudaba a enmascarar mi mentira, o al menos una gran parte de ella. 
    Es verdad que volvería con Matt para dormir abrazándolo tal como hice anoche, pero tener un momento de privacidad dentro del baño de está mujer era todo lo que necesitaba en estos momentos; así que tome un par de toallas, un lindo conjunto de ropa interior con el cual pasar la noche, y tras dar un beso en la mejilla de Matt entré al baño.
    Tuve toda mi ducha para pensar, reflexionar y organizar las ideas de la mejor manera, también tuve que limpiar a fondo mi cuerpo y el interior que Matt tanto exploró... quizás mañana debería buscar algo de medicina para prevenir cualquier problema, después de todo, cuidar el cuerpo de una mujer tras un momento íntimo con su pareja, es un poco más complicado que el cuidado que requiere un hombre.
    Una vez que limpie mi cuerpo por completo y que sequé mi cabello, estaba lista para ponerme mi ropa interior cuando cerca del espejo encontré lo que venía buscando: "una mosca o pelusa".
-Tal como dijo Matt, estás cámaras diminutas están por todas partes, no me extraña que justo cuando me puse la lencería de Lauren por primera vez, ella llegará corriendo al baño para encontrarme... ella me estaba espiando todo este tiempo, y supongo que ahora no es la excepción, ¿o si?-
    Me acerque lo más que pude a aquella "suciedad" que había pegada en la parte alta del espejo, hablando con la cámara que me había vigilado todo el tiempo, y esperando que está ocasión, la cosa no fuera diferente.
-Buenas noches, Lauren. Supongo que si viste lo que hice con Matt, también podrás estar viendo esto-
    Dije saludando a la cámara y sonriendo antes de poner una expresión un poco más seria y concluir.
-Mañana quiero hablar contigo, solo contigo. Te espero mañana temprano para desayunar, futuro yerno. Tú futura suegra te quiere conocer-
Créditos a quien correspondan.