jueves, 5 de diciembre de 2024

Samy y la flor

    Samuel tenía muchas ganas de visitar la playa desde hace tiempo pero por culpa de la escuela, el trabajo o cualquier otra cosa no podía cumplir su deseo. El chico estaba cada vez más frustrado de no poder cumplir con su capricho, ya que como si fuera una especie de conspiración, cada vez que estaba cerca de ir a la playa para relajarse; el trabajo lo necesitaba, la fecha de entrega de los trabajos escolares había cambiado y la peor ocasión para él fue cuando se quedó dormido y perdió su vuelo. Cada vez habían razones más molestas o absurdas por las que no podía descansar en la playa, pero lejos de hacerlo renunciar, lo motivaron a hacer lo que sea con tal de cumplir su meta.
    Cansado de todos los problemas que cualquiera pudiera imaginar, Samuel busco una alternativa donde por lo menos pudiera nadar un rato para relajarse y sentirse realizado o que de alguna manera le hubiera ganado al destino. Con esa idea en mente, el joven había encontrado una hermosa residencia vacía cerca de su vecindario y que desde hace semanas estaban buscando un comprador, por lo que los propietarios solo iban al lugar algunos pocos días al mes.
    La casa era grande y preciosa, pero lo que realmente importaba de la casa, es que en su patio trasero contaba con una piscina en perfectas condiciones en la que el chico cada día fantaseaba más por poder utilizar, si no podía ir a la playa, una piscina para él solo no parecía nada mal. Sin embargo, los dueños le negaron rotundamente el acceso como era de esperar. Samuel intento hablar con ellos y darles un poco de dinero como soborno o motivación para hacer la vista gorda por un rato, pero los propietarios no estaban interesados y le pidieron al chico que dejará de molestar.
    Al haber fracaso una vez más, Samuel estaba harto de tantos fallos y de no poder descansar justo como él quería, por lo que ideó un plan para cumplir su meta sin preocuparse mucho por las consecuencias.
    Tuvo que esperar algunos días más y estar muy al pendiente del momento oportuno, el cual llegó justo cuando los propietarios se marcharon de la casa acompañados de unos posibles clientes. En el momento que Samuel se dio cuenta, no perdió el tiempo, preparó todas sus cosas y sin que nadie lo descubriera, trepó el muro para entrar al jardín trasero donde estaba la piscina de aguas cristalinas.
    El joven ya estaba dentro de la residencia, contemplando las bellas aguas cristalinas de la piscina, sin que nadie lo viera entrar y sin que nadie pudiera descubrirlo por haberse metido a escondidas. Samuel incluso cerró la puerta de la casa que conectaba con el patio exterior, para ganar tiempo y escalar fuera de la casa en caso de ser necesario, el plan era perfecto, el chico había pensado en todo y finalmente podría relajarse tal como quería desde hace tiempo.
    Por desgracia para él, Samuel no se había percatado de un pequeño detalle para el cual nunca se pudo haber preparado, puesto que ¿Quién pensaría que una pequeña flor podría darle tantos problemas? 
    Todo el plan de Samuel había salido a la perfección, cuyo único detalle para el cual no se pudo haber preparado, era que al saltar el muro para infiltrarse en la casa, una pequeña flor de un rojo intenso se había quedado atorada en su ropa, entrando por el cuello de su camiseta y enredándose en su cabello. La flor era tan pequeña que ni siquiera se dio cuenta de ella, y cuando los efectos de la flor comenzaron a hacerse presentes en el joven, ya era demasiado tarde como para hacer algo contra los efectos del polen que se esparcían desde la cabeza hasta el cuerpo de Samuel.
    Con cada segundo, a cada paso y cada movimiento que hacía el chico, el polen se esparcía más por su cuerpo, y en cuestión de segundos, los cambios en su ser comenzaron a hacerse presentes sin que el chico fuera capaz de notarlo, mucho menos de evitarlo.
    Todo el vello de su cuerpo desapareció, su figura se hacía más esbelta, sus proporciones cambiaban dándole una cintura envidiable y unos pechos espectaculares, todo su cuerpo se estaba convirtiendo en uno distinto, pero no solo su cuerpo, hasta la ropa que Samuel vestía se estaba transformando en algo distinto para su nuevo cuerpo.
    Sus zapatos deportivos que usó para escalar se convirtieron en unas hermosas sandalias que podían presumir de su pedicura; las bermudas que utilizaba cayeron al suelo para revelar la parte baja de un bikini rosa que hacía lucir de maravilla sus muslos, sus caderas y toda su gran figura de la cual podía verse lo que parecía un tatuaje en un sitio bastante privado; su abdomen era plano y difícil de ignorar; pero si hablamos de cosas difíciles de ignorar sin duda se debían de mencionar los grandes pechos que apenas podían mantenerse dentro de su bikini de color azul con encaje rosa y un estampado de flores; la camiseta que antes utilizaba se había convertido en la otra parte de su bikini para completar su sexy traje de baño que se moría por utilizar al broncearse y nadar.
    Cuando su ropa terminó de transformarse, su cuerpo siguió con algunos cambios; haciéndole perder varios centímetros de su estatura, enfatizando sus pechos y trasero con medidas un poco más grandes para el bikini que vestía, trenzando su nuevo y sedoso cabello para que no sea una molestia al momento de entrar en la alberca, y por último, adornando su cabello y por encima de su oreja, podía apreciarse la bella pero peligrosa flor que había sido responsable de la transformación. Después de todo, la flor Tg y su respectivo polen no solo es capaz de cambiar el aspecto físico de la persona, también cambia la ropa y hasta puede ser capaz de cambiar la mente y los recuerdos de quien tuviera la mala fortuna de entrar en contacto con está singularidad de la naturaleza.
    En consecuencia, ahora Samuel no recuerda nada de su vida, ni siquiera recuerda que él era un chico llamado Samuel. Dentro de su cabeza, solo existe Samy, una hermosa y sensual joven con el capricho de nadar para refrescarse y tener un bronceado del cual presumir. Y aunque tuvo que meterse a escondidas para cumplir su deseo, ahora Samy podía presumir de su hermoso traje de baño y su aún más hermoso cuerpo.
    Ahora sería imposible para Samy poder trepar el muro de la casa para salir a escondidas, por lo que decidió que si iba a ser descubierta, sería de una forma donde se viera sensacional. Ella esperaba poder divertirse y salir libre de problemas, pero si tendría que escapar, lo haría por la puerta principal para que todos en el vecindario pudieran disfrutar por un momento de su gran belleza, y así quizás algún guapo caballero saliera a su rescate.
    De cualquier manera, Samy solo haría ese espectáculo si era descubierta por los propietarios del lugar, pero hasta que eso sucediera, la sexy joven con una flor en el cabello se pasaría el día nadando en la piscina, bronceándose, bailando y tomándose un montón de fotos para recordar este día, que por alguna razón que ella no podía comprender, era mucho más especial de lo que podía imaginar. Puede que Samuel ya no esté para disfrutarlo, sin embargo Samy sí que fue capaz de cumplir con su mayor anhelo, el cual disfrutará a más no poder y da inicio a su nueva vida.
Créditos a quien correspondan.

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