Maldición. El día ya está por terminar y sin importar cuanto me esforcé en buscarla, no pude volver a ver a Maya. Me siento decepcionado, pero eso era de esperar, ¿no es así? Esta escuela es enorme, tiene un edificio con cada letra del abecedario además de la biblioteca, clubes y espacios verdes para los estudiantes... En el fondo ya sabía que no me encontraría a Maya nuevamente, ¡las cosas no son tan sencillas ni como uno quiere! Y cuando hablamos de dejar cosas a la suerte, mi suerte no podría ser la peor: mi primer semestre como estudiante fue horrible por culpa de Ricardo, mamá tiene que luchar mis batallas por mí para deshacerse de Ricardo y de alguna forma ese bully se las arregló para robar el cuerpo de mamá y seguir atormentándome por haberlo metido en problemas... conocer a Maya solo fue una falsa esperanza para sentirme peor al no volver a verla... sé muy bien que puedo sonar algo cursi y tonto al pensarlo, pero ya había imaginado pasar más tiempo con ella solo para que al final no nos viéramos de nuevo.
-La realidad muchas veces es decepcionante-
Murmuré mientras soltaba un pesado suspiro y me deslizaba sobre mi escritorio, cansado no solo por las clases del día, también estaba agotado por esperar que al comienzo de cada clase pudiera ver a esa chica alta de cabello rosado, solo para decepcionarme cuando no sucedía. Esta última clase había sido la última oportunidad de estudiar juntos y ser compañeros, pero con el profesor cerrando la puerta del salón y comenzando a escribir en la pizarra, me preparé para tomar la lección e irme a casa cuanto antes. No, ya no puedo desear ir a casa realmente, porque ahí está Ricardo esperando para atormentarme....
-Ya no sé que hacer... no quiero llegar a casa... pero si no lo hago, solo estaré en más problemas cuando regresé, pero si regreso justo al terminar las clases, tendré que soportar a mi madre mucho más tiempo-
Una vez más la cabeza comenzaba a darme vueltas, intentando definir que es "mejor" o quizás "menos peor" para mi en estos momentos. Entre más lo pensaba, peor se ponía la situación, puesto que haga lo que haga, terminaré teniendo problemas con "mi madre".
Aunque mi intención era concentrarme en la clase, no escuchaba en absoluto al profesor, ni tomaba notas ni veía a la pizarra, solo me hundía en mi escritorio y en mis pensamientos pensando en todo lo horrible que me está sucediendo, hasta que un fuerte golpe me hizo volver a la realidad.
No solo fui yo, toda la clase volteó en una sola dirección, incluso el profesor se vio sorprendido por la fuerza con la que alguien abrió la puerta de golpe, dejando de escribir en el pizarrón para poner los ojos en blanco ante la persona responsable de armar un escandalo.
-Señorita, ¿Quién se cree que es para interrumpir mi clase de esa manera?, ¿No le da vergüenza?-
Sermoneó mi maestro a la estudiante agitada, que con la cara roja de vergüenza o de tanto correr, hacía pequeñas reverencias una y otra vez para disculparse por su comportamiento. Cada vez que ella se agachaba, su largo cabello rosado se movía, pero incluso con todo ese movimiento, el rosado cabello parecía impecable y volvía a su posición habitual sin necesidad siquiera de peinarlo con la mano.
-¡Maya es Maya, profesor! Y Maya se disculpa mucho por todo: Maya es nueva estudiante aquí y Maya todavía no aprende a llegar a sus edificios. Aquí están los documentos de Maya-
Un precioso cabello largo y rosado, unos ojos totalmente negros y encantadores y con su uniforme escolar impecable a pesar de los contratiempos, sin duda era ella. Por si todo eso fuera poco para reconocerla, su peculiar forma de hablar la delataba y al darme cuenta de que ella sería mi compañera, no pude evitar ponerme un poco contento y sentirme avergonzado por todos los pensamientos pesimistas que había tenido hasta antes que empezará la clase.
-¿Otra cara nueva? Ya son varias el día de hoy. Espero que este a la altura del gran honor de esta institución y de mi asignatura, señorita Maya. No tolero los retrasos ni los errores y no me importa que usted sea nueva, no tendré problemas en reprobarla si no se esfuerza, ¿entendido?-
A decir verdad el maestro podía ser un poco intimidante por su altura y su forma de hablar, su mirada severa y su barba de tres días no le ayudaban, pero quienes ya lo conocíamos sabíamos que era un gran hablador, le gustaba presumir sobre el honor de la escuela y como no cualquiera puede ser alumno y bla bla bla. A veces podía ser un poco pesado con los temas de disciplina y honor estudiantil, pero en el fondo era un buen sujeto... muy en el fondo.
-Espero no se repita una demora en llegar a mi clase, señorita Maya. No seré tan flexible la próxima vez, ¿le quedo claro?-
-¡Okidoki!-
Cuando el profesor extendió la mano para devolver los documentos de inscripción a Maya, Maya no solo los recuperó, también aprovechó para chocar los cinco con el maestro; levantando por lo más alto su mano y bajándola con energía para chocar con la del profesor; el saludó se escuchó en todo el salón y todos intentamos contener nuestra reacción desviando la mirada o cubriéndonos la boca; nuestro maestro estaba sin palabras, no puedo decir que estaba furioso, creo que ni él era capaz de creer lo que hizo Maya, y para dejar sin palabras o sin reacción a nuestro viejo profesor, Maya supo a la perfección como desarmarlo, manteniendo una enorme sonrisa para el profesor antes de preguntar.
-¿Maya puede sentarse donde sea o hay un sitio asignado para Maya?-
El profesor se veía la mano con incredulidad y miraba a Maya con su gran sonrisa. Quizás pensó que Maya no lo hacía con mala intención o simplemente el profesor no quiso tener una discusión en la última clase del día, por lo que suspiro y respondió.
-Solo lárgate y siéntate donde haya espacio. Voy a retomar mi clase-
Todos nos dimos cuenta de lo sucedido, y sin decir una palabra al respecto, toda la clase decidió no comentar nada de ello para evitar problemas con nuestro maestro o hundir a Maya en un conflicto, un conflicto del cual no parece muy consciente, pues aún con su gran sonrisa comenzó a caminar por los pasillos entre escritorios hasta llegar al único sitio disponible.
-¡Eres tú, compañero! Maya se alegra de volver a verte. ¿Recuerdas lo que Maya dijo? Si el destino lo quiere, nos volveremos a reencontrar. Desde ahora Maya y tú somos compañeros-
Por un momento quede cautivado por su presencia, por su hermosa sonrisa, su cabello rosa y su amable pero extraña forma de hablar.
Me hubiera gustado hacer algo genial y responder que cuidaría de ella pero me sentía muy avergonzado y antes de que pudiera decirle algo, Maya ya había seguido su camino al asiento vacío detrás de mí. Hasta hace poco ese asiento al fondo de la clase era de Ricardo, no solo se sentaba ahí para holgazanear, también lo hacía para poder molestarme muy fácilmente día con día. El cambio entre un bully enorme y abusivo a una chica tierna y extraña era más que bienvenido para mí.
Después de la breve pero notoria interrupción de Maya, la clase siguió su curso habitual, mucho más tranquila sin la molesta presencia de Ricardo, alguien a quien nadie en el aula extrañaba, y cuando se mencionaba su nombre solo era para bromas o inventar más rumores sobre que le sucedió... si todos ellos supieran lo que yo sé, nadie me creería, y ya soy lo suficientemente marginado sin mencionar esas cosas, por lo que hablar de Ricardo no me traerá nada bueno.
Cerca de una hora más tarde, la campana sonó anunciando el final de la clase y el final del día en la escuela, el profesor salió sin dejar tarea y todos en la clase comenzaban a reunirse con sus amigos para hablar sobre que harían ahora; algunos querían ir a comer; otros hablaban sobre adelantar tareas de otros cursos; un grupo de chicos ya estaban sacando un balón para jugar futbol y hasta las parejas de la clase buscaban donde estar un rato a solas para mostrarse su afecto, de formas distintas según cada pareja; y de entre tantas posibilidades, yo no figuraba en ninguna; sin amigos, sin pareja y sin un club, todo porque la gente se alejó de mí para evitar ser víctimas de Ricardo, y aunque ese bully molesto y abusivo ya no está en la escuela, el daño a mi reputación ya está hecho. Además, no me tengo que olvidar que justo ahora no puedo darme el lujo de pasar mucho tiempo fuera de casa, ya que "mamá" debe estar esperándome.
Sin embargo, aún con todas esas cosas en contra de mí, aún tengo una oportunidad de disfrutar este día antes de llegar a casa.
-¿Qué sucede, compañero?, ¿Tú no tienes planes con el resto de la clase?-
Me pregunto de manera amable Maya mientras metía sus libros en su bolso y revisaba el mapa de la escuela que cargaba consigo desde la mañana.
-Eh... No, no salgo con ellos-
-¿En serio?, ¿Tus amigos son de otras clases?-
-...No... en realidad eso tampoco-
Sé que no tenía mala intención, pero fue incomodo y vergonzoso confesar a Maya que no tengo amigos en la escuela. La vergüenza casi destruye por completo mi convicción, y al darme cuenta de que yo estaba dudando, me motive todavía más para seguir con la idea que tenía en mente.
-Disculpa, Maya... si no tienes planes, ¿te gustaría caminar a casa?-
Mi pregunta hizo que Maya me mirará con atención, sus grandes y honestos ojos me miraban con sorpresa y como si yo fuera lo único importante en esos momentos, algo que me hizo sonrojar aún más, pero que a estas alturas, no me podía echar atrás, ¡Debía ser un hombre!... o al menos intentar serlo.
-¡Lo siento! Solo que eres nueva... y por la mañana venías de la misma dirección que yo, pensé que tal vez podíamos compartir camino, ¿sabes?-
Mi excusa no era muy buena, y estoy seguro de que ella se dio cuenta de lo nervioso que me sentía, no había forma de que me creyera, y ya me estaba arrepintiendo al pensar todas las maneras en las que ella me rechazaría. Sin embargo, no estaba preparado en absoluto para su respuesta.
-Si Maya no recuerda mal, le pediste a Maya que sean amigos, ¡Es grosero decir que no tienes amigos cuando tienes a Maya!, ¡Maya es tu amiga y puedes contar con ella!-
A diferencia de mi actitud tímida y nerviosa, Maya hablaba con confianza, era honesta y decía lo que pensaba, recordando mis palabras de esta mañana, levantando el pulgar en alto con una gran sonrisa mientras me recordaba que ahora somos amigos.
-Maya.... lo siento-
Me disculpe al agachar la cabeza por darle tantos problemas a una chica tan buena como ella, algo que Maya respondió de una manera tan amable que solo había conocido con ella.
-No te disculpes, compañero. Si de verdad te arrepientes, no vuelvas a decir que no tienes amigos. Maya es tu amiga-
Asintiendo con la cabeza y con mucha ayuda de sus palabras, poco a poco me sentí más tranquilo, disfrutando de la compañía de Maya quien se veía muy feliz cada vez que me llamaba amigo.
-Para Maya será todo un placer acompañar a su compañero a casa, solo hay algo que Maya tiene que hacer, ¿Acompañarías a Maya?-
-¿Algo que hacer?-
Tras repetir sus palabras, Maya me entregó su mapa y señaló el edificio administrativo.
-Maya quiere iniciar un club, Maya debe ir a este edificio y hablar con el encargado para tener el permiso, ¿Verdad? En cuanto Maya tenga permiso de iniciar su club, podrá buscar miembros para el mismo. Tú estarás en el club de Maya, ¿cierto? Si ayudas a Maya, Maya será buena y te nombrará segundo al mando-
Maya hablaba con confianza y emoción, inflando el pecho al mencionar la idea de un club y hasta usando un tono arrogante y juguetón para convencerme de ayudarla. Acompañar a Maya para después caminar juntos a casa sonaba como algo maravilloso... pero desafortunadamente, lo tenía que rechazar.
-¿Qué pasa, compañero?, ¿No basta con ser el segundo al mando? Eso no es negociable, la líder del club será Maya, y Maya podrá confiar en ti para los problemas que vengan después-
Tal vez ella era muy inocente, o quizás solo no era muy buena leyendo el ambiente, pero lejos del buen ánimo que ella tenía, yo estaba tratando de armarme de valor para darle mi respuesta.
-Maya... lo siento mucho, no puedo acompañarte... verás, tengo un problema con mi madre, y debo regresar a casa cuanto antes-
La cálida y radiante sonrisa de Maya desapareció por un momento tras mi respuesta negativa, la cual solo iba a ser peor en unos momentos.
-Oh... Maya entiende, no hay problema si no puedes acompañar a Maya, pero te unirás al club cuando lo comience... ¿cierto?-
Puede que fuera imaginación mía al sentirme culpable por rechazarla, solo que por un momento la cálida sonrisa de Maya pareció titubear ante la falta de mi respuesta, volviendo a la normalidad para intentar restarle importancia.
-Maya entiende... tienes cosas que hacer, Maya puede ver que las cosas en casa son complicadas. No te preocupes, compañero. Si cambias de opinión, Maya estará feliz de recibirte en su club-
Ver sonreír a Maya solo me hizo sentir mucho peor, ella me llamó amigo y ha sido amable conmigo, yo fui que le pidió volver a casa juntos... y ahora por miedo a "mi madre" terminé dejando por su cuenta a Maya, quien incluso después de eso, seguía sonriendo y tratando de animarme. La sonrisa más linda que había visto en la escuela, ahora me hacía sentir mucho peor por no ayudarla tanto como ella me ayudaría a mí.
-Bueno, compañero. Maya tiene que llegar al edificio antes de que se vaya el encargado, deséale suerte a Maya, Maya te desea suerte con tu madre-
Cargando su bolso y con el mapa en mano, Maya se despidió de mi, dejándome solo para mi camino a casa en el cual me lamentaría por ser un cobarde y un imbécil con la única persona que ha sido amable conmigo en mucho tiempo.
Enserio me encanta como se va integrando maya a la historia, espero que sea una verdadera ayuda para el prota, merece algo de paz
ResponderBorrarMe hace muy feliz que disfrute de la presencia de Maya, y para saber más de ella, el prota y compañía, espero pueda seguir leyendo está historia.
Borrar-Nero.
Me gustó como va la historia esperó poder ver más de la mamá y claro de Maya
ResponderBorrarTodo a su tiempo, Chimada. No me cansaré de decir que está historia tiene para un muy buen rato y me estoy divirtiendo mucho al escribir cada capítulo.
Borrar-Nero.
Silencio que empezó mi novela jejeje, me encanto el nuevo capitulo, me esta cayendo muy bien Maya que chica tan peculiar y buena onda
ResponderBorrarMuy buen capitulo quisiera tener una amiga como Maya me esta encantando este personaje, el prota es muy cobarde por no aceptar ayudar a Maya pero no lo culpo esta muy frustrado por el problema de su madre bully, a esperar el siguiente capitulo
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