lunes, 18 de noviembre de 2024

¡Mamá no deja de molestar!: La nueva alumna

-No quiero decirlo. De verdad que no quiero decirlo, es el cliché más básico de las historias decir "eso" en situaciones como estas, pero de verdad quería que lo que viví anoche fuera solo alguna clase de retorcida pesadilla y no la nueva vida a la que me enfrento a partir de ahora-
    Había cientos de cosas en contra de la tonta idea de que "todo era un sueño"; el vestido naranja en mi ropa sucia, las sobras de la cena que tuve que preparar, el dolor por todo mi cuerpo gracias a la golpiza que me dio "mamá", junto a muchas cosas más que me negaba a aceptar como parte de mi nueva realidad.
    Sin embargo, aún con toda esa evidencia en contra mía, intentaba convencerme de que todo eso era un error, era solo un sueño extraño, una broma de mal gusto muy bien elaborada, un fallo en la realidad, un peculiar castigo de los dioses, o cualquier cosa que pudiera explicar todo lo que sucedió de alguna manera, y que al haber terminado el día de ayer, hoy todo volvería a la normalidad. 
    Esperaba, no. Deseaba que mamá fuera la misma de siempre después de todo lo que sufrí ayer, esperaba que ella se asegurará de que yo desperté antes de irse a trabajar, quería que ella me preparará el almuerzo y me deseará un buen día en la escuela, quería que todo volviera a ser como hasta hace un par de días, pero por desgracia, nada de lo que quería para este día sucedió, pude entenderlo y comprobarlo una vez que entre a su habitación y la encontré en una penosa situación.
-Esta definitivamente no es mi madre... es una sucia impostora. No, es un sucio impostor.... No hay forma de que mi madre actuará de forma tan descarada...-
    Murmuré después de entrar en su habitación para ver la forma lamentable en que Ricardo tenía el cuerpo de mi mamá; no uso ninguna de sus pijamas, solo durmió con la misma lencería de anoche, y desgraciadamente lo sé porque yo mismo la miré antes de que se fuera a la cama; también tiene las piernas colgando fuera de la cama, con sus manos rascando su vientre plano y ensuciando la dulce cara de mamá de tantas formas que no sé cual es peor.
-¿Cómo puede parecer enojada si está durmiendo?, ¿acaso siempre estará con esa expresión? Espero que no-
    Incluso si "mamá" estaba durmiendo tenía una expresión molesta, como si en sus sueños estuviera discutiendo con alguien o dándole una paliza como a mi anoche, me costaba trabajo ver a mamá con una expresión molesta todo el tiempo, pero era todavía más difícil ver como de sus labios caía un poco de saliva al dormir; ella estaba babeando, y aunque no sé si es culpa de Ricardo o mamá siempre babeaba al dormir, es una de muchas cosas vergonzosas que hubiera preferido nunca saber.
-Tengo que despertarla, por el bien de ambos tengo que hacerlo, es solo que...-
    Esta mañana me despertó la alarma de mamá, nunca antes la había escuchado por lo que mamá debe despertarse antes de que suene, pero esta mañana el sonido fue tan fuerte y constante que desde mi habitación lo escuché.
    Ricardo no bromeaba con que odiaba levantarse temprano, sigue durmiendo y babeando a pesar de la alarma, y después de apagar la alarma, la habitación entera podía resonar por los fuertes ronquidos de "mamá".
    Toda esta situación era vergonzosa, era humillante y degradante, tanto para mi, como para el cuerpo de mamá. A esta edad no pensé que la vería de está manera, casi desnuda e indefensa, tan linda y molesta, babeando como una niña pequeña mientras duerme de forma pervertida solo usando lencería. Todo esto es tan....
    Al darme cuenta de mis pensamientos me sentí aún peor que antes, negando una y otra vez con la cabeza para deshacerme de todas esas estúpidas ideas, tomando todo el aire que pude para dejarlo ir en un suspiro y finalmente empezar a sacudir con cuidado a "mamá" para despertarla.
-Ricardo, Ricardo, ¡Ricardo!-
    Repetí una y otra vez su nombre, sacudiendo su cuerpo cada vez más rápido y con más fuerza, levantando un poco más la voz tras cada intento, diciendo vez tras vez el nombre verdadero de quien tiene el cuerpo de mamá hasta que obtuve una respuesta, una muy dura de su parte.
-¿¡Qué putas quieres!?-
    Fueron las violentas palabras que salieron de la angelical boca de mamá, pasando de un sueño profundo a una mirada asesina, parecía una bestia que acababa de encontrar a su presa, y en cuanto lo desperté, yo me convertí en la presa que pagaría por haberle molestado.
    Antes de que pudiera reaccionar, recibí un golpe justo en el estómago mientras ella se levantaba de la cama, alzando su otra mano para tomarme del cuello de mi camisa. Pensé que me daría un golpe directo en la cara o que me estrangularía, pero solo se limito a sacudirme por la camisa mientras me recordaba algo complicado para mí.
-¡Ya te dije que soy "mamá", idiota-
-¡Lo siento!, ¡lo siento mucho, mamá! Solo quería despertarte, no debes llegar tarde al trabajo-
    Dije con mucho esfuerzo en cuanto recuperé un poco el aliento, haciendo que Ricardo despertará por completo y recordará un poco de su situación actual, y así como yo tengo muchos deberes nuevos con mi nueva madre, él también tiene ciertas responsabilidades como madre y mujer adulta.
-Maldita sea, quería dormir un poco más... Mi primera noche como mujer y debo levantarme temprano, que jodido fastidio-
    Un suspiro lleno de frustración salió de sus labios mientras me soltaba y se ponía de pie, su mirada aún parecía molesta, pero al menos me había dejado tranquilo, dándome la oportunidad de retroceder unos pasos antes de seguir hablando.
-Dime donde tengo que ir a trabajar y lo que sea que pueda ser importante, sabes que no puedo arruinar esto a menos que quieras vivir en la calle-
    Esa amenaza me parecía que sobraba, así que solo sonreía de manera nerviosa, intentando a toda costa no hacer enojar a Ricardo otra vez.
-En ese cajón esta la ropa de mamá, casi toda su ropa es formal así que estará bien con lo que sea. Sobre la dirección y el trabajo te envíe un mensaje con todos los detalles importantes, anoche pase un buen rato enviando mensajes que podrían ayudarte a fingir ser mi madre, pero supongo que mamá tendrá sus propios secretos que deberás averiguar-
-¿Secretos?-
    Al decir eso Ricardo parecía listo para sacarme la información a golpes, así que no perdí tiempo y explique.
-No es lo que piensas, ¿sabes? Me refiero a sus compañeros de trabajo, sus actividades y todo eso. Puede que sea mi madre, pero no sé cada detalle sobre ella, te envíe mensajes con todo lo que me parecía útil, pero el resto de cosas dependerán de ti-
    La mirada fulminante de "mamá" no desaparecía, pero solté un suspiro lleno de alivio cuando aceptó mi respuesta.
-Entiendo, incluso un perdedor como tú puede tener algo de razón de vez en cuando... ¿Ya preparaste mi almuerzo?-
-Sí..-
-¿Y limpiaste los trastes?-
-También lo hice-
-¿Qué hay de-
-Todo lo que me dijiste ayer ya lo hice. Además-
    Cuando interrumpí sus palabras, Ricardo tomó una de sus almohadas y la lanzó con fuerzas contra mi, dándome justo en la cara para después oír.
-No te di permiso de que me interrumpieras, ¿verdad, idiota?-
    El silencio reinó en la habitación en el instante que ella me reprendió, por un momento pensé que la "conversación" había terminado y que podía seguir dándome prisa con mi mañana. Sin embargo, antes de que pudiera salir de la habitación, Ricardo dijo algo más, no pude escucharlo pero pude ver a la perfección como sus labios se movían al hacer otra pregunta.
-Perdón, estaba distraído, ¿Qué dijiste?-
-¡No dije nada, imbécil!-
    Respondió con furia antes de lanzarme otra almohada.
-¡Ya lárgate de aquí!-
    Sin entender por completo que había sucedido, solo me disculpe una vez más y salí con prisa de la habitación para evitar el conflicto, dándome prisa en los últimos detalles antes de salir de casa: me puse todo mi uniforme, revisé que en mi mochila estaba todo lo importante, tomé mi almuerzo, deje el almuerzo de "mamá" sobre la mesa y me aseguré de no cometer ningún error que pudiera hacer enojar a a Ricardo.
-Ya me voy, deje tu almuerzo sobre la mesa y si necesitas algo puedes enviarme un mensaje-
    Fueron las palabras que salieron de mi boca al entrar en la habitación de mamá, encontrándome a su maduro y atractivo cuerpo en una escena digna de recordar.... si tan solo fuera otra persona.
-¿Te importaría tocar, imbécil? Trato de vestirme para ir a trabajar. Si necesito algo, te lo haré saber, pero por ahora lárgate y no esperes que te desee un buen día o que te de un beso de despedida, ¡Jodete!-
    El cuerpo de mamá solo tenía puesta su falda negra, intentando ponerse unas pantimedias y con los pechos cubiertos solo por su anaranjado sostén. Al verla de esa manera incluso su expresión molesta podía ser atractiva para cualquier persona, menos para mí. Nunca debía serlo para mí.
-Cielos, las cosas no podrían ponerse peor en casa, voy a ser como un esclavo para Ricardo desde ahora, también estoy preocupado por mamá, ¿ella estará en el cuerpo de Ricardo?, ¿Cómo intercambiaron en primer lugar?, ¿podré hacer que mamá vuelva a la normalidad?, de ser el caso, ¿Cómo lo conseguiré? Tengo tantas preguntas que no sé ni por donde empezar, la cabeza comienza a darme vueltas de solo pensar los problemas que tengo que resolver-
    Todo el camino a la escuela fui murmurando mis problemas, mis pensamientos, mis sentimientos, y sin importar lo mucho que los dijera o los pensará, realmente no encontraba una solución a todos ellos, ni siquiera tenía una idea de por donde podría empezar, lo único de lo que yo estaba seguro, es que no podía dejar que Ricardo se quede para siempre con el cuerpo de mamá. Ya nos deshicimos de él una vez, ¿Qué tan difícil puede ser volver a hacerlo?
-Definitivamente puedo hacerlo-
-¡Esa es la actitud, compañero! pero ¿Podrías decirle a Maya de que estamos hablando?-
    Un pequeño gritó salió de mis labios mientras la cara se me ponía colorada por la repentina presencia detrás de mi. Quizás me había distraído un poco, puede que haya divagado demasiado en mis pensamientos y que me haya portado algo infantil al decir esas palabras en un intento de motivarme tal como un protagonista de anime para dar más drama al capítulo. Sin embargo, todas esas acciones vergonzosas de inmediato se me volvieron en contra cuando una chica se unió a la "conversación" y empezó a reír por mi reacción.
-Lo siento, lo siento mucho. Maya se disculpa desde el fondo de su corazón. Es solo que Maya te vio hablar solo y apretar el puño, ¡parecía que le declarabas la guerra a algo!, ¿contra quien luchamos?-
    Con una preciosa sonrisa la chica imitó mis movimientos y alzó el puño de forma dramática, se veía un poco tierna a decir verdad, pero no podía disfrutar de eso por la enorme vergüenza que sentía y que casi me hacía salir corriendo para librarme de está humillante conversación.
-¿No quieres hablar con Maya sobre tu problema? Es una lastima para Maya, parece que tienes algo muy interesante entre manos, pero Maya entiende si no quieres hablarlo-
-¿Maya?-
-Así es, Maya se llama Maya, y es un todo un placer, compañero-
    Su voz era suave y amable, con una linda cara, es delgada y quizás un poco alta para ser una chica, donde no solo destaca su peculiar forma de hablar, también lo hace su cabello largo y rosado, la chica es toda una belleza y por alguna extraña razón yo había llamado su atención... No, nada de "una extraña razón", yo estaba actuando de forma vergonzosa de camino a la escuela, así que si no me ignoraban, era cuestión de tiempo que alguien se diera cuenta de mi penoso comportamiento, ella no es la extraña en está situación, el extraño soy yo.
-Ya veo... es un placer Maya. Mi nombre es-
    Nuestra pequeña presentación se vio interrumpida cuando la campana de la escuela comenzó a sonar.
-¡Maldición!, ¿en serio es tan tarde? Maya estará en problemas si llega tarde el primer día-
-¿Tu primer día? Hace un par de semanas iniciaron las clases-
-Maya lo sabe, Maya lo sabe, pero de último minuto aceptaron el traspaso de Maya a esta escuela ya que había un lugar disponible, Maya escucho que no fue la única que aceptaron de último minuto, ¡A Maya le encantan estos giros del destino! No importa cuanto te esfuerces, algunas cosas ya están destinadas para ti, por ese motivo Maya fue capaz de venir a esta escuela sin importar la adversidad- 
    La explicación de Maya tiene sentido, es decir tiene una idea clara, una causa y consecuencia que van de la mano, donde lo único negativo que puedo encontrar es que "creer en el destino" me parece muy ambiguo. Al menos eso no es mi estilo, pero no tenía ganas de comenzar una discusión sobre eso, en especial al oír por segunda vez la campana escolar.
-Disculpa, compañero, ¿podrías decirle a Maya donde esta el edificio D? Maya debe darse prisa en llegar a su salón-
    Maya me extendió un mapa de la escuela donde le señale el sitio donde estábamos parados y cual era la ruta más fácil para llegar a su salón de clases, ella se veía muy agradecida y en cuanto supo la dirección, se preparó para salir corriendo a ese lugar.
-¡Muchas gracias, compañero! Maya se alegra de haberte conocido-
    A pesar de la prisa que ambos tenemos para llegar a nuestros salones, Maya se tomó un momento para darme las gracias y despedirse. Fue un encuentro muy breve y que sinceramente fue muy vergonzoso, pero solo con unos minutos junto a ella, no pude evitar decir algo que me hizo sonrojar.
-Lo mismo digo, Maya. Espero que podamos ser amigos-
    Maya pareció sorprendida por mis palabras y no la culpo, ¿Qué clase de estudiante va pidiendo que sean su amigo como si fueran niños de 5 años? Fue raro y vergonzoso, también fue poco natural, pero aún con todo eso en mi contra, Maya sonrió una vez más.
-¡Maya también quiere ser tu amiga, compañero! Si el destino lo quiere, nos volveremos a encontrar-
    Con una gran sonrisa y sacudiendo su mano, Maya salió corriendo mientras se despedía de mi, haciendo que en un abrir y cerrar de ojos me tragara todas mis palabras sobre mis creencias.
    Yo no creo mucho en el destino, la suerte o ese tipo de cosas dignas de series animadas. Sin embargo, al ver la sonrisa de Maya, no pude evitar desear con todas mis fuerzas al destino que nuestros caminos se volvieran a encontrar. 
-Con algo de suerte, seguro que así será-
    Con ese último pensamiento saliendo de mi boca, sujete mi mochila y comencé a correr en dirección opuesta a Maya, fantaseando con volver a encontrarme con ella para que mis días de estudiante puedan volverse un poco más lindos y emocionantes sin importar los problemas a los que me pueda enfrentar en cuanto vuelva a casa.

1 comentario:

  1. Me gusta la idea de meter un nuevo personaje, me va gustando por dónde va está historia

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