-Aquí es, nos vemos en un rato. Gracias, hermana-
Decía mi hermanito dentro de mi cuerpo, a punto de bajar del auto para irse a una fiesta, deteniéndolo por el borde de la falda para volver a meterlo al carro tan solo por un momento mientras verificaba algo muy importante para mi.
-¿Qué te pasa, hermana?, ¿No se supone que vaya?-
Me pregunto tratando de fingir inocencia a un tema que ambos ya sabíamos muy bien de que se trataba, pero para mala suerte suya, justo ese tema en particular era algo que no iba a pasar de forma inadvertida. No otra vez después de todos los problemas que me ha ocasionado.
-Sí, obvio tienes que ir a la fiesta pero ya sabes, debo asegurarme de algo primero. Muéstramelo-
-¡Hermana!-
-Son las reglas. Si quieres usar mi cuerpo yo no tengo problemas en intercambiar de cuerpos por un rato, pero tú debes usar lo que te diga y eso incluye la ropa interior, ya van varias veces donde te quitas las bragas que te dejo para ponerte unos boxers, ¡Y lo peor es que ya casi te descubren un par de veces! ¿Tienes idea de lo vergonzoso que será si piensan que uso calzones de chico?-
Nunca pensé que tendría esta clase de conversación con mi hermano, pero ya que cambiamos de cuerpo tan constantemente, tuvimos que acordar algunas reglas. Y ya que este tonto has rotó algunas de esas reglas, no tuve más remedio que obligarlo a seguir mis reglas al pie de la letra o no habría más intercambio de cuerpos conmigo.
Cielos, realmente no puse muchas reglas más allá de no hacer estupideces con mi cuerpo, así que andar con ropa interior de chico y casi ser descubierto en más de una ocasión, sin duda es una de las tonterías más grandes que pudo hacer y que sigue intentando hacer de vez en cuando al estar en mi cuerpo. Así que no me importa pasar por vergüenza al tener esta conversación, prefiero sentirme algo avergonzada de hablar esto con mi hermano y revisa que esta vistiendo, a tener que escuchar humillantes rumores míos al "ser vista con ropa interior de chico".
-¿¡Y por qué yo debería usar calzones de chica!? ¡Son incómodos!-
-Los debes de usar porque eres una chica cuando estas en mi cuerpo, ¡Idiota! Y mis bragas no son incómodas, son del tamaño apropiado para mi cuerpo-
A pesar de la seguridad en mis palabras y la confianza en la ropa que yo utilizo de forma regular, la mirada llena de incredulidad y desconfianza que me dedicó mi hermano me hizo titubear un poco. Yo estaba lista para apegarme a mi historia, pero sus palabras no solo me hicieron sonrojar, también me dejaron en una situación que no podía controlar.
-¿En serio? ¿Me estás diciendo que esas bragas pequeñas, rosadas y con brillos realmente son de tu talla? Al principio pensé que era una tanga, pero no, esas cosas eran pequeñas e infantiles incluso para una mocosa-
-Es que... es que eso fue una excepción... me equivoque de talla una vez, ¿Esta bien? Lo siento por eso-
Mi disculpa lejos de ser aceptada por completo, solo hizo que mi hermana sonriera de forma maliciosa, disfrutando de mi vergüenza antes de intentar hacer otra pregunta la cual cortaría por completo.
-¿En serio?, ¿Y que hay de esas bragas mora-
-¿Quién te crees para estar hablando de mi ropa interior? Fue un accidente y nada más, ¡Un accidente! Además, ¿De verdad prefieres seguir discutiendo conmigo sobre mi ropa interior a obedecer e irte a tu tonta fiesta a conocer a la chica de tus sueños? Estas olvidando por completo tu plan: tomas mi cuerpo prestado, finges ser una chica para conocer mejor a la chica que te gusta y así cuando seas chico de nuevo, ella caiga rendida ante tus encantos o lo que sea que intentes para enamorarla-
Por fortuna mis palabras convencieron a mi hermano menor de volver a concentrase en ir a la fiesta. Sin embargo, eso solo nos lleva a una pequeña condición para que yo lo deje salir del auto con mi cuerpo.
-Claro, esa es la idea y va dar sus frutos, así que ¿Ya me dejas ir?-
-No sin revisar que lleves puesto lo que yo te di-
-...Bien.. como sea, solo date prisa-
Mi hermano no estaba tan contento pero aceptó mi petición a regañadientes, molesto y haciendo muecas mientras se levantaba un poco del asiento para sujetar el borde de su falda y mostrarme la ropa interior que había bajo su ropa: es algo penoso decirlo de esa manera pero me alegro ver un poco de mi trasero al descubierto, lo cual indicaba que está vez no estaba utilizando su ropa interior de chico bajo la falda. Sin embargo, al verlo y mirarlo por un momento, tuve una duda más.
-Perfecto, me da gusto ver que no tengas tu ropa interior de chico puesta... lamento hacer que me muestres lo que utilizas... ahora que lo pienso me siento un poco culpable, hace un par de semanas que no lo intentas pero quería esta segura... de hecho, ahora que me detengo a pensarlo también has dejado de protestar acerca de la ropa de chica que te presto cuando usas mi cuerpo; al principio era todo un drama hacerte usar falda, vestidos o sostén, pero hace tiempo dejaste de quejarte, y está vez estás usando ropa más corta y reveladora que tú mismo sugeriste-
Al compartir poco a poco mis pensamientos en voz alta, vi como el rostro de mi hermanito se ponía rojo, lo cual solo me hizo sonreír con un montón de malicia al invertir la situación y ser yo quien le hace pasar un mal rato a mi hermano al notar hábitos que ha desarrollado al estar tanto tiempo en mi cuerpo.
-Hermanito, ya te gusta vestirte como chica, ¿No es así?-
Cuando pregunte eso todo su rostro se tiñó de rojo, no podía negarlo ni esconderlo, pero aún así lo intento de una forma lamentable.
-¡No tengo otra opción!, ¡Me tuve que acostumbrar a utilizar lo que tú digas en tú tonto cuerpo!, ¡Solo lo hago para conquistar a la chica de mis sueños!, ¡No es porque disfrute de ser una chica y verme femenina!-
Con esa respuesta de su parte yo comencé a reír a carcajadas mientras mi hermano se ponía cada vez más y más colorado al ser atrapado por completo.
-¡Como sea! Ya revisaste que use lo que tú querías, ¿Ya me puedo ir?-
-Sí, lo siento por quitarte el tiempo. Volveré más tarde por ti, y si necesitas ayuda no dudes en llamarme-
-Claro, lo tendré en mente-
Mi hermano dentro de mi cuerpo se arregló la falda, su top sin tirantes, se miró una vez más usando el espejo del auto y se dispuso a salir del auto cuando se sintió preparado. Sin embargo, antes de que pudiera librarse por completo de mi, sonreír y pregunte.
-Oye, espera-
-¿Ahora que, hermana?-
-¿Cómo sabes de esas bragas moradas y brillosas? No recuerdo haberte dicho que te las pongas y definitivamente no deberías saber de ellas. De hecho, hace días no las encontraba, además que no me enseñaste que llevas puesto; o sea, sé que no tienes tus boxers de chico abajo... pero, hermanito, no me digas que tú-
-¡Nos vemos luego!-
Mientras las ideas se conectaban mi sonrisa y emoción aumentaban, viendo como mi cuerpo enrojecía una vez más por la vergüenza y disfrutando de ver como su expresión molesta cambiaba por completo a una llena de nervios al ser descubierto sobre lo que estaba usando ahí abajo.
Mi querido hermanito no tenía más argumentos ni nada que hacer, solo aceptó la derrota en silencio y con la cara roja, dando un portazo antes de salir corriendo hacía su fiesta. Cuando él se iba con mi cuerpo, me di cuenta que estaba siendo muy cuidadoso con su falda y que no mostrará nada por accidente, quizás algo brilloso y de color morado, pero no lo puedo asegurar. Por esta vez lo dejaré pasar, dejaré que disfrute de mi cuerpo en su fiesta y que intente conquistar a la chica de sus sueños. Más tarde podremos hablar de su creciente afición a ser una chica cuando él toma mi cuerpo.
Créditos a quien correspondan. |
20/10 y goood me encantó cada parte de esta historia:3
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