-Mira tu nuevo aspecto, espero aprendas a amarlo tanto como yo lo haré, ya que te quedarás así para siempre-
Oí decir a mi ex novia al mismo tiempo que me quitaba la bolsa que tenía en la cara, para así poder ver mi nueva forma.
Disfruté de muchos meses estando en la cama con ella y dándome el lujo de no trabajar para vivir a costa de ella, ella me amaba tanto que pagaba todo lo que yo quería, además de pagar toda la comida y la renta de donde vivimos. Ella era perfecta, sin embargo, esa misma perfección suya me comenzó a enfermar, no podía creer que fuera tan buena conmigo solo porque sí, y lleno de dudas con respecto a ella decidí tener una serie de aventuras con varias chicas, entre ellas su mejor amiga. A la fecha no sé muy bien porque hice eso, en mis estúpidos pensamientos quería un poco de variedad, pensé que ella no se enojaría, e incluso si lo hacía, quería saber como es que ella reaccionaría.
Mis deseos fueron satisfechos de una forma que no pude predecir, yendo en picada desde que su mejor amiga decidió delatar nuestra aventura, y cuando llegué al hotel para otro encuentro casual con su amiga, me quede de piedra cuando en su lugar me encontré a mi novia, quien como era de esperar, no se veía ni un poco contenta con lo que acababa de descubrir.
Lo último que recuerdo fue su mirada furiosa mientras se acercaba a mi con una bolsa y después de eso, está todo esto que sinceramente no puedo ni explicar: al quitarme la bolsa de la cabeza puedo verme de rodillas frente a un espejo, donde el reflejo delante de mis ojos no se ve como mi cuerpo; en lugar del cuerpo masculino que he tenido toda la vida, y que es lo que se supone debería reflejar, delante de mi había una hermosa chica de ojos oscuros, con el cabello rubio hasta la mitad de la espalda, con unos pechos más grandes que los de mi novia y unas largas piernas cubiertas con medias de nylon oscuro más lindas que las de su mejor amiga. Aquellas medias eran lo único de ropa que llevaba puesto en estos momentos, pues no consideraría como "prendas normales" a unos guantes de cuero y un ajustado corset que llevan cadenas para restringir el movimiento de gran parte de mi cuerpo; el corset estaba conectado a una fría cadena de metal que recorría toda mi espalda hasta llegar a un pesado e incomodo collar de cuero que apretaba mi cuello.
A pesar de despertar en un cuerpo que no era el mío, con cadenas por todo el cuerpo y ropa incomoda y comprometedora, ni siquiera podía gritar o pedir ayuda por culpa de un pequeño juguete sexual en mi boca que me impedía soltar palabra alguna.
La mordaza se encargaba de mi boca, mientras las cadenas, correas y candados se encargaban de mi cuerpo, impidiendo que pudiera ponerme de pie, intentará correr, moverme, o simplemente estar en una posición más relajada, yo estaba vulnerable en un cuerpo femenino que por mucho que intentará rechazar, gracias al reflejo del espejo, no tenía de otra más que aceptar que ese cuerpo y reflejo ahora eran míos.
-¿Te gusta lo que ves? Te pareces mucho a mi mejor amiga, aunque claro que ella nunca me traicionaría a diferencia tuya-
Decía mi ex pareja con un tono molesto que pocas veces había escuchado mientras acariciaba mi rubio cabello.
-A pesar de que te di todo, hiciste lo peor que me podías hacer, mi amiga dijo que querías descubrir la otra cara oculta de mi o algo así y muy bien por ti, lo has conseguido, corazón, ¿Valió la pena?-
Vi como sacaba mí teléfono y lo rompía con sus propias manos para tirar los restos a la basura, seguido de sacar su teléfono para comenzar a tomarme un montón de fotografías en las cuales me acomodaba tal como quería durante varios minutos, los movimientos que podía hacer eran más que restringidos, pero aún con ello mi ex se las arregló para tomarme muchos fotos antes de quedar satisfecha.
-Listo, ahora oficialmente tienes un trabajo como prostituta en la ciudad, yo cobraré todas tus ganancias hasta que me reembolse cada centavo que gaste en ti, esto te llevará algunos meses o años pero con ese buen cuerpo que te di estoy segura de que podrás pagarme antes de que lo notemos, también te usaré yo unas cuantas veces pero eso será gratis por cada chica que te cogiste mientras tú y yo éramos novios, considéralo una compensación de tu parte. Finalmente, una vez que me pagues todo, simplemente te echaré a la calle con una tanga y un sostén para que vivas a tu suerte-
Su sonrisa estaba llena de malos deseos y su plan de vida para mi era aterrador, obviamente quería escapar pero me era imposible hacer lo que sea, no tenía escapatoria de este castigo que muy en el fondo yo mismo sé que me busque.
-Oh, parece que dentro de poco vendrá tu primer cliente, no lo decepciones y así volverá a visitarte cuando menos lo espere-
Mi novia, o ex novia, besó mi mejilla y salió de la habitación, asomando su cabeza una vez más para terminar diciendo.
-Espero que disfrutes de tu nueva vida-
Créditos a quien correspondan. |
Estás historias me encantan
ResponderBorrarNah, a mi más
Borrar¿De verdad? Me alegra que así sea. Muchas gracias a ambos por comentar, en serio lo aprecio.
Borrar-Nero.
Me gusto. El se lo busco
ResponderBorrarGracias por comentar su opinión, anónimo. Me alegra que haya disfrutado la historia.
Borrar-Nero.