martes, 15 de octubre de 2024

La madrastra

    Mi madrastra y yo nunca nos hemos llevado tan bien, desde que ella llegó no hay día en que no peleemos o discutamos, no nos toleramos, no tenemos una buena relación y la ausencia de papá por el trabajo solo hizo que nuestra complicada "relación" de "madre e hijo" empeorará con el pasar del tiempo y día con día sin mejora alguna.
    Mi padre siempre dice que entienda a su novia, que tampoco ha sido fácil para ella y que solo nos complicamos la vida el uno al otro al estar discutiendo, que sería suficiente con un poco de tiempo y empatía del uno al otro para que podamos llevarnos mejor. Papá siempre dice cosas así y siempre las ignoró, hasta que hoy, a la fuerza he tenido que vivir como su dichosa novia. 
    Me levanté esta mañana con los pechos al aire y una tanga metida en el trasero, ropas que de inmediato me intente quitar sin éxito alguno. En su lugar el cuerpo de mi madrastra se comenzó a poner ropa; una falda larga y ajustada, un sostén con una blusa, un poco de maquillaje, tacones y arregló su cabello largo en una especie de nudo para iniciar con su día.
    Una vez vestida, yo seguía sin poder moverme, era como si fuera un espectador del día de mi madrastra pero viendo todo desde sus ojos, sin poder moverme o decir algo, solo viendo y sintiendo todo tal como ella, sintiendo especialmente un calor extraño en todo mi cuerpo que no comprendía pero que tampoco desaparecía sin importar que hiciera.
    Primero tuve que lavar a mano toda la ropa sucia, ni siquiera sabía que la lavadora estaba descompuesta y hasta que puedan arreglarla, mi madrastra ha tenido que lavar toda su ropa, la de papá y la mía con sus propias manos. Era un poco duro y complicado, en especial por el sol golpeando mi cara cuando las nubes se movían, pero sin ser capaz de detenerme o detenerla en su actividad, no podía hacer más que seguir observando. 
    Una vez terminó con la ropa, comenzó a cocinar por un buen rato hasta dejar lista una gran cantidad de platillos y así empezar con la limpieza, dando un recorrido por cada habitación para barrer, trapear y desempolvar cada lugar que lo necesitará.
    Hasta ese momento fue cuando vi mi propio cuerpo, el cual se enfado por haber sido despertado a la hora de limpiar. Ella llevaba horas despierta trabajando duro, y si me despertó no fue con mala intención, que a diferencia de mis palabras totalmente mal intencionadas por ser molestado...quizás yo no actuaba del todo correcto, pero tampoco ella tenía la razón de responderme de tan mala manera a los insultos que le decía...creo que todo eso está mal por parte de los dos. 
    Aun pensando en cómo plantear quién y porqué tuvo la culpa de nuestra más reciente discusión, ella terminó de limpiar mientras mi propio cuerpo desayunaba algo de lo que preparé antes. Espera, ¿mi madrastra no come? Estaba seguro de que ella comía algo mientras yo dormía pero hasta ahora no ha tomado ni una taza de té, mucho menos un plato de lo que cocino y al ritmo de trabajo que iba, no parecía que fuera a comer pronto, sino hasta la comida dentro de varias horas.
    Esas horas se pasaron volando al ir por la ropa que lavo temprano y empezar a planchar, no sin antes lavar todos los trastes sucios que yo había dejado en la cocina antes de salir sin mediar palabra o ayudar en lo más mínimo... supongo que ese sí es un error mío que podría mejorar.
    Cuando finalmente planche toda la ropa y la deje en su sitio, al fin llegaba la hora de comer donde lejos de descansar, discutía con mi joven cuerpo por lo que fuera durante toda la comida, algo realmente insoportable pero que tuve que soportar debido al enorme apetito que tenía. Odio admitirlo pero estaba cansado y hambriento, y comer mientras discutía con mi cuerpo joven, solo hacía que no pudiera relajarme ni disfrutar por completo de lo que había preparado.
    Al terminar de comer sin estar por completo satisfecha, también tuve que lavar todos los trastes y salir de compras para la comida de mañana. Me sentía un poco avergonzado de salir de casa siendo una mujer, yo seguía siendo un chico atrapado en el cuerpo de su madrastra y la idea de andar con falda, tacones y maquillaje no me gustaba mucho pero como era de esperar, nadie noto nada y yo no pude hacer nada más allá de seguir observando y viviendo el día a día de mi madrastra.
    Con las compras listas me las arregle para cargar las bolsas, eran bastante pesadas para este cuerpo y ahora entendía porque un par de veces ella me pidió que la acompañará, algo que en cada ocasión me negué. Supongo que se cansó de intentar y prefirió cargar con todo ella sola sin importar que tuviera que esforzarse un poco más para aguantar con todo el peso extra de las compras.
    Llegando a casa escuche sonar mi celular, era papá llamando para saber cómo iba todo por aquí. La llamada fue larga y el calor que sentí durante todo el día se intensificó al imaginar como la voz de papá envolvía y dominaba mi cuerpo, tratando de poner atención a la conversación a pesar de estas sensaciones que nunca antes había experimentado.
    En lo más relevante de nuestra conversación, papá dijo que su trabajo se extendía otra semana así que pasaría más tiempo sin vernos pero confiaba en qué estaríamos bien "su esposa y su hijo", pidiendo por favor a mi madrastra que no discutiremos tanto en su ausencia ya que sabía que yo era un chico increíble pero que estaba pasando por muchas cosas complicadas y la llegada de otra mamá no era precisamente algo muy querido. Tras seguir hablando de ello un rato y decirnos mutuamente "te amo" colgamos la llamada, viendo hasta ese momento que ya era bastante tarde. 
    Ella y yo, ya no teníamos más cosas por hacer afortunadamente así que fuimos a su habitación cerrando con llave. Ahí me desnudé por completo, no me gustaba lo que veía pero pensé que mi madrastra se desnudaba para ir a la ducha, pero no, en su lugar mi madrastra sacó un enorme dildo de debajo de la cama, el cual colocó en el sofá de papá para poder utilizarlo, o mejor dicho, cabalgarlo.
    La idea de verla desnuda ya era incómoda pero verla desnuda y sentir como se movía su cuerpo por aquel juguete dentro de ella era una de las pocas situaciones que volvían todo peor... y mejor.
    La sensación de su juguete dentro de su cuerpo también la podía experimentar yo, era humillante tener eso dentro de mí, pero a su vez era encantador, se sentía muy bien, el calor que sentí durante todo el día era debido a esos deseos y el sentimiento de soledad en mamá quien se consolaba a sí misma en el sofá de papá para al menos tener su aroma cerca y no sentirse tan mal.
    ¿En serio le cabe todo esto a mamá? Ni siquiera ha entrado la mitad y ya estoy en mi limite, hacer lo que ella hace es realmente difícil. Aun si se subió como una profesional, dejando en claro que ya lo ha hecho varias veces durante la larga ausencia de papá, no deja de ser un reto meter esta cosa en mí, haciéndome apretar los dientes y estremecer todo mi cuerpo cuando su juguete entre centímetro a centímetro por su pequeño y maduro cuerpo.
    ¿Quién diría que tan refinada mujer aguantaría uno de estos? Ahora tengo la desagradable idea de pensar el tamaño que tiene papá para satisfacerla y que si lo comparó con el dildo, cada resultado que puedo imaginar es una mala y vergonzosa opción.
    Cómo sea, ya he hecho todas las labores del hogar y el día casi termina, solo me hace falta un poco de satisfacción al lograr que mi trasero toqué las bolas de plástico hasta que ya no aguante más, luego una buena ducha y al fin podré irme a la cama. 
    Con algo de suerte, mañana despertaré en mi propio cuerpo y cambiare un poco la actitud hacia mamá para ayudarla y no discutir todo el tiempo con ella, pero si por alguna razón sigo estando atrapado en su cuerpo, no tendré de otra más que realizar todas sus tareas y ser ella como hice este día, poniendo especial énfasis en las agotadoras y placenteras actividades nocturnas que dudo mucho se detengan el día de mañana. Puede que si me acostumbro a esto podría volverme una buena madrastra, mi cuerpo y mente ansían por saberlo, pero también temó cual pueda ser el resultado...
    No importa, ahora solo tengo el deseo y placer en mi mente tal como mi madrastra, quien no parará hasta estar satisfecha, obligándome a sentir tal como ella el clímax que solo una mujer puede experimentar.
    Mañana por la mañana podré preocuparme por ser un mejor hijastro y ayudar a mi madrastra o ser una buena madrastra y buscar una forma de volver a mi cuerpo. Sin embargo, eso es problema de mañana, por ahora, solo quiero saber si puedo meter todo eso dentro de mi cuerpo y experimentar el placer que una madrastra frustrada y necesitada de compañía puede hacerme sentir.
    Mañana me preocuparé por volver a mi vida o quedarme como mi madrastra, pero aquí y ahora, solo me interesa saber cuanto más puedo aguantar, cuantos más puedo cabalgar y cuan intenso será el placer de llegar hasta el final tal como haría mi madrastra.
Créditos en la imagen.

1 comentario: