-B-b-bienvenidos sean, a-amos... p-p-por favor déjeme servirle el d-día de hoy-
-Que maravilla-
-Es hermosa-
-Me pregunto si tendrá novio-
Oía hablar a los chicos sobre mi una vez que les di la bienvenida al maid café para dirigirlos a una mesa vacía donde pudiera atenderlos.
Siempre fui alguien fácil de avergonzar y que se pone nervioso, pero ahora como una chica me es mucho más difícil controlar esos impulsos en mi cuerpo y es más fácil que tenga muchísima vergüenza pero no tengo otra alternativa si es que quiero seguir yendo a la escuela.
A pesar de mi aspecto femenino en realidad soy un chico, un estudiante de 17 años que por una compra idiota gaste buena parte del dinero que tenía para pagar mi colegiatura en una consola que ni siquiera venía con juegos.
Intenté devolverla pero perdí el ticket y por mucho que me gustaría pedir dinero a mis padres, ellos fueron los que me dieron todo para pagar la colegiatura hace unas semanas y si ahora les digo que lo gaste todo en una consola de videojuegos, no tengo idea de como me castigarán.
Así que mi única opción fue conseguir un empleo de medio tiempo que me diera mucho dinero por día durante el próximo mes para poder pagar mi colegiatura sin meterme en problemas con la escuela o con mis padre. Afortunadamente había muchas ofertas para chicos pero desafortunadamente eran muy mal pagadas o cruzaban con las horas de mi escuela así que no podía darme el lujo de tomar dichos empleos.
Para bien o para mal había un trabajo perfecto en un restaurante cercano con temática de maid café, cobrabas por día, podrías hacer medios turnos o estar todo el día además que podía comer algo ahí a precio rebajado, por no decir que en ocasiones los clientes dejaban propina muy buena que eran un dinero extra muy bien recibido en mi situación. Sin embargo, este empleo solo aplicaba para chicas…o algo así, el anuncio no decía buscar hombres o mujeres así que me acerque a preguntar, donde me dijeron que querían chicas en esos momentos pero no importaba si era chico, ya que ellos se podían encargar de cambiar mi aspecto mientras estuviera en el trabajo.
Por muy increíble y loco que parezca, los encargados del maid café me dieron unas orejas de conejo negras para ponerme en la cabeza las cuales en un instante me transformaron en una hermosa chica con todo y el atuendo de sirvienta que ocupan en el local.
El gerente me explicó que mientras tuviera eso en la cabeza no tenía por qué preocuparme, que mi cuerpo también se comportaría más acorde al ideal femenino que buscaban, así que por muy vergonzoso que fuera, era un hecho, tenía el empleo como maid en el lugar.
Desde entonces llevo un par de semanas trabajando, unos días más u otros días menos pero es indudable que ha sido una maravilla de trabajo, ya que no solo he ganado dinero, sino también ahorrado al comer aquí. Puede que lo único complicado es que en esta forma femenina me volví un poco "linda y patosa" según los clientes que están encantados por mi servicio, mi nueva personalidad como maid es algo vergonzosa, pero también es muy popular, por lo que más clientes quieren que yo los atienda y a su vez se traduce como más trabajo y dinero para mi. Incluso las propinas mejoraron considerablemente, sin embargo, junto a las propinas hay números telefónicos o cartas de amor que son fáciles de ignorar o rechazar, a diferencia de cuando los chicos directamente se me declaran y tengo que dar lo mejor de mi para decir que lo que más amo es ser una maid y que en estos momentos no puedo corresponder por completo su amor.
Estas declaraciones son tan vergonzosas como lindas, me han dado mucho que pensar tanto en mi forma masculina como en la femenina, pero también comienzan a ser algo agotadoras, puesto que no puedo pasar más de dos o tres días sin que algún chico intenté pedirme una cita o confiese estar enamorado de mi.
He pensado acabar con estos problemas al decir que mi "yo masculino" es el novio de mi "yo femenino", pero me preocupa que "tener novio" afecte las ganancias diarias que obtengo con este empleo.
De momento sigo sin estar muy seguro de que hacer, lo único de lo que tengo seguridad es que bastarán dos semanas más de trabajo para poder pagar mi colegiatura, hasta tendría un poco de dinero extra para pagar algunos videojuegos y abrir esa consola que me metió en tantos problemas en primer lugar. No obstante, si quiero seguir con este empleo y tener un dinero más que maravilloso, debo seguir con esta identidad de sirviente ideal y que también es la favorita no solo de los clientes, hasta mi gerente esta encantado con mi trabajo y no le importaría contar conmigo por una temporada más larga, por no decir que me daría un aumento ya que le dolería perder mi presencia como maid de su café.
Como sea, me quedan dos semanas para decidir que haré con este empleo de medio tiempo, si seguir como la sirvienta favorita de la tienda, o volver a mi vida como estudiante... hasta que tomé esa decisión, hay algo que tengo muy claro, y ya que mis clientes han tomado asiento, mi prioridad será tomar su orden y darles el mejor servicio que pueda para que disfruten de su estadía bajo mi atención.
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