-¡Vamos, Diego! ¡Esto no es gracioso! Ya te dije que me arrepiento de haberlo hecho. Por favor, devuélveme mi cuerpo-
Pedía, o más bien, exigía Yuridia en el cuerpo masculino qué hasta hace poco había deseado. Podía verse su molesta, angustia y preocupación, rogando a una hermosa mujer de rasgos asiáticos para intercambiar de cuerpos, algo que aquella hermosa mujer ignoraba por completo.
-Debes estar bromeando, ni muerto regreso a mi cuerpo. Diego eres tú, yo soy Yuridia, la esposa de tu hermano, y agradecería que no me veas con poca ropa. Por favor, sal de mi habitación-
Yuridia hablaba con una tranquilidad abrumadora, qué contrastaba la desesperación qué había en Diego.
-Por última vez, no es así. Tú eres Diego y yo soy Yuridia-
-¿En serio? ¿Entonces porque yo tengo una tetas enormes? Es porque yo soy mujer y tengo que alimentar a mi bebé-
Decía con completo descaro mientras balanceaba sus pechos de un lado a otro, apenas ocultos bajo el atrevido sostén que estrujaba para destacar aún más sus grandes pechos.
-No es tu bebé, es mi bebé, es la más pequeña de mis 4 hijas, a las cuales me estas arrebatando de mi vida, Diego-
La frustración y desesperación crecían cada vez más en el chico que ya no sabía que más decir o hacer ante una Yuridia burlona qué se negaba a aceptar sus condiciones.
-Diego, ya tienes 21 años. Por favor, ya madura y deja esta tonta broma antes que tu hermano mayor se entere y te metas en problemas-
Ante aquella amenaza, Diego apretó el puño mientras Yuridia sonreía con satisfacción y seguía hablando con confianza, demostrando su brutal superioridad al darle la espalda sin ningún temor o duda, si alguien dominaba la situación era Yuridia, y eso es lo que más le enfadaba al nuevo Diego.
Créditos a quien correspondan. |
-Esa última vez que hablaré de ello, ¿entendido, Yuridia? Tú estuviste de acuerdo con el intercambio de cuerpo, te sentías agobiada por ser madre, atender la casa y atender a tu marido, argumentabas qué de no estar embarazada podrías haber estudiado la carrera de tus sueños y seguir con tu vida. Estabas dispuesta a intercambiar tu cuerpo con cualquiera que te diera esa oportunidad sin pensar en tu esposo y tus hijas, sin pensar lo más mínimo en tu familia-
Aunque la diferencia de estaturas era enorme entre un joven adulto alto y una mujer de baja estatura, al momento de ponerse de pie y decir su regaño, el cuerpo masculino no hizo más que agachar con vergüenza la cabeza hasta que la mujer dijera la última palabra.
-Sí... Fue muy raro para mi dejarte mi vida para tomar la tuya, para cuidar de mis sobrinas y un poco de mi hermano... Y también debo reconocer, mi propia y personal curiosidad por ser una mujer dedicada a las labores del hogar. Por todo eso y más decidí aceptar tu intercambio de cuerpos en esa clinicswap que encontraste pero después de unos pocos meses, ¿simplemente dices que tu nueva vida no era lo que esperabas y si podemos volver a la normalidad? La respuesta es no, Diego-
Con vergüenza y frustración, la antigua mujer no tenía palabras para responder, en verdad lo había arruinado y no tenía idea de como resolverlo.
-Entiendo que estés molesto, Diego pero todos cometemos errores. Intercambiar de cuerpos fue mi más grande error y lo siento, por eso quiero volver a la normalidad, para ser la madre y esposa que siempre debí ser. Todavía estamos a tiempo de ir a la clinicswap para que nos regresen a la normalidad-
Argumentó Yuridia, algo que fue debatido por la nueva Yuridia sin problema alguno.
-Los errores se pagan, Diego. Si hubieras intercambiado el cuerpo con un desconocido, ni siquiera tendrías la oportunidad de hablar conmigo como lo haces ahora. Diego, nunca más serás la madre de mis hijas, pero puedes ser un buen tío. Y tampoco serás la esposa de mi marido, pero aún tienes la oportunidad de ser un buen hermano menor-
Diego intentó abrir la boca para protestar pero Yuridia no le iba a dar ese gusto, interrumpiendo su intento de hablar para seguir hablando ella.
-Como te dije, también ha sido raro y complicado para mi, pero tras salir de la clinicswap yo sabía que no había vuelta atrás, y me he esforzado cada día por ser una buena madre y esposa. Al principio ser llamada "mamá" y tener que cuidar de 4 niñas fue muy complicado pero amo a cada una de mis hijas, y ellas me aman a mi. Y a pesar de que fue raro tener de marido a mi hermano mayor, las muestras de amor y cariño que da para mi en cada momento, han hecho que me enamore de él y de la idea de ser su esposa. No hay sensación más satisfactorio para mi que después de un largo día preparando de comer, lavando la ropa, limpiando la casa y cuidando de mi bebé, sus hermanas mayores y mi marido lleguen a casa para estar juntos y que me hablen de su día-
Podía verse, sentirse y escucharse e amor qué Yuridia ponía en cada palabra al hablar de su vida como mujer mientras que la antigua Yuridia se veía cada vez más acorralada y celosa de la situación; ni siquiera sabía que le daba más rabia, si el hecho de que Diego sí disfruta de su nueva vida, o que ella misma y todo lo que quería con un cuerpo joven y masculino, no se hizo realidad.
-Diego, ¿no hay nada que pueda hacer para volver a la normalidad? Puedo pagarte, o presentarte a alguien o-
-No insistas, por favor. No cambiaría mi vida por nada, mucho menos si pongo de por medio a mi familia. Es maravillosa, y aunque sea una simple ama de casa, voy a proteger a mi familia-
Decía con una serenidad abrumadora y una cálida sonrisa que dejaba desconcertada a la antigua mujer, quien solo podía sentir envidia ante esos sentimientos desconocidos y que su capricho no iba a ser cumplido.
-Yuridia, te juro por dios que más te vale devolverme mi cuerpo, o de ser necesario te llevaré arrastras a la clínica-
-Muy bien, por fin me llamas por mi verdadero nombre. Que no se te olvide que yo soy Yuridia, y tú eres Diego, no voy a exigirte qué me respetes demasiado por ser mayor o ser la esposa de tu hermano, con el respeto mínimo para cualquiera persona me doy por satisfecha-
Yuridia ignoró por completo la amenaza de Diego, quien estaba echando humo por ser sermoneado y tratado de esa forma por alguien que tenía una edad bastante más pequeña que ella, antes ella tenía 35 años y su cuerpo actual tiene 21 años pero toda la conversación se sentía de una adulta nueva Yuridia a un mocos Diego de 5 años que no puede cumplir su capricho más reciente.
-Hablo en serio, ahora eres pequeña y débil, no podrás detenerme si uso la fuerza-
-En eso tienes razón, supongo que una ligera desventaja como chica es ser más débil y pequeña por naturaleza... Pero soy más astuta-
Dijo con una sonrisa maliciosa mientras oía a su esposo llegar y lo saludaba por la ventana de la habitación, algo que dejo helada a la antigua Yuridia.
-¿Crees que tu hermano no sabía que ibas a venir? Tengo una muy buena relación con él, hace semanas le dije que me estabas molestando pero que yo quería hablar a solas contigo. Y que si la cosa se complicaba, le pediría ayuda. Por eso llegó antes de lo esperado, como todo un príncipe acudiendo al rescate de su princesa-
Las cínicas y arrogantes palabras de Yuridia dejaban sin palabras a Diego, quien no sabía que hacer en esos momentos, pues había caído por completo en todos los retorcidos planes que había ideado la nueva mujer que se paseaba en lencería sugerente, algo que podía acabar muy mal para él si su hermano lo encontraba.
-¿Y bien? ¿Aún piensas arrastrarme a la clinicswap? Si tu hermano me ve así, yo le diré que tu ibas a forzarme y nunca más volverás a ver a mi familia. Puedes intentar solucionarlo a tu manera o pasarme mi vestido y diré que solo tuvimos una conversación, qué no hay nada que perdonar y que solo eran malentendidos qué podemos dejar en el pasado. Después de todo, dejar las cosas en el pasado es lo que hace una familia, ¿no es verdad?-
Pase lo que pase, la victoria estaba decidida. En la cabeza del antiguo Diego, simplemente no cabía la idea de perder su adorable vida como esposa y ama de casa de una adorable familia. Incluso antes de hablar, la cosa ya estaba decidida, la decisión había sido tomada y Yuridia nunca dejaría su vida, lo único que puede cambiar y decidir Diego, la antigua Yuridia, es como va a vivir su nueva vida; como un estudiante universitario qué se lleva bien con la familia de su hermano mayor, o como un depravado qué intento forzar a la esposa de su hermano mayor, metiéndolo en problemas legales y perdiendo el contacto con la que alguna vez fue su familia, misma familia que esta mejor que nunca desde hace unos meses cuando la clinicswap les devolvió una auténtica madre y esposa, qué está haciendo todo lo posible para cuidar de su familia. Lo cual, hasta en este momento tan problemático ha solucionado desde la comodidad de su nuevo cuerpo y nuevo hogar.
Créditos a quien correspondan. |
Soy el que pidió la historia, me encanto aunque me hubiera gustado una escena entre los hermanos ya con sus nuevos cuerpos pero igual así fue muy buena ♥️
ResponderBorrarPuede que para la otra, valga la pena mencione cada detalle de su petición. Aún así, gracias por comentar y espero le gustará aunque sea un poco.
Borrar-Nero.
Crees que se pudiera una parte 2, igual con algo de apoyo económico y claro sin ofender jeje
BorrarNo me ofende para nada pero debo reconocer que me sorprende y halaga por igual, es algo que nunca me había sucedido, así que se lo agradezco de todo corazón.
Borrar-Nero.
Por donde te pudiera contactar para decirte como quisiera la segunda parte y que me dijeras tu precio?
BorrarYa veo, así que va en serio. En ese caso, ¿le parece si hablamos los detalles por gmail? Nunca pensé que lo usaría pero tengo un correo para este tipo de asuntos.
Borrar-Nero.
Si pásamelo porfa y te contacto
Borrarhaneyamanero@gmail.com, estaré al pendiente.
Borrar-Nero.
Buena elección de imagenes, me gustó mucho.
ResponderBorrarPor cierto, ¿tienes alguna especie de tag con acuerdo de intercambio mutuo o algo por el estilo? O si podrías decirme que historias de tu blog son así. Bueno, si quieres jeje.
Gracias por comentar, Adita.
BorrarSobre el tag, temo decirle que no tengo uno así, todo se va a cambio de cuerpos pero me ha hecho notar un cambio más que puedo hacer a futuro.
-Nero.