domingo, 11 de diciembre de 2022

Samantha 3

Samantha estaba muy nerviosa en el parque, con un precioso vestido blanco muy ligero, un collar de oro y un bolso de marca, todas cosas que le había comprado su novio Leonardo, a quien por raro que parezca no iba a ver ese día, sino a su hijo Lucas.
-Hola...buenas tardes, tú debes ser Samantha, ¿Verdad?-
-Hola, sí, soy Samantha-
-¿Tú eres la novia de mi papá?-
Al oír esas palabras todo su cuerpo se estremeció, y apretando ambas manos en su bolso respondió.
-Así es, Lucas. Soy la novia de tu papá desde hace más de un mes, y lamento mucho que te guardáramos el secreto pero todo sucedió muy rápido entre los dos, no estábamos seguros de a qué llegaría nuestra relación y preferimos ser discretos para no incomodarte-
La respuesta de Samantha fue parcialmente honesta, pues aunque decía cosas reales, también estaba omitiendo muchos detalles. De momento.
-Ya veo...¿Qué edad tienes, Samantha?-
-Tengo 18 años, aunque estoy cerca de los 19-
-Vaya, no pensé que la novia de mi padre tuviera mi misma edad, ¿Cuándo cumples 19 años?-
En ese momento todo su cuerpo se estremeció nuevamente y tras pensarlo un poco, Samantha finalmente diría la verdad.
-Mi cumpleaños es el mismo día que el de tu desaparecido amigo Samuel-
Lucas la miró con confusión pues él nunca había mencionado a su amigo Samuel, parecía apuntó de decir algo pero Samantha se le adelantó y habló.
-Lamento mucho que te enteres de esta manera amigo pero yo soy Samuel, o al menos lo era. Hace más de un mes desperté de esta forma y traté de ir a tu casa pedirte ayuda pero, no se que pasó, tu padre fue muy amable conmigo y yo no me pude controlar...ese mismo día que desperté como mujer empecé a salir con tu papá-
-Debes estar bromeando, Samantha, ¿Cómo quieres que te crea eso? Tú no puedes ser Samuel. Para con esto que es de muy mal gusto-
-Adelante, pregunta lo que quieras, estoy segura de que te puedo dar las respuestas que solo Samuel conoce-
Obviamente, el chico incrédulo y hasta algo molesto por la situación que estaba viviendo, comenzó a hacer preguntas, cuestionando con firmeza a una tensa Samantha que respondía correctamente a cada pregunta que se le era lanzaba vez tras vez hasta que el cambio de posiciones fue inevitable, viéndose ahora bastante tenso a un Lucas que le costaba creer la verdad ante sus ojos.
-Solo tengo un par de preguntas más, Samuel, ¿Por qué me estas diciendo todo esto ahora? ¿No era más fácil guárdate el secreto para siempre?-
Samantha nuevamente suspiró y sacó de su bolso un estudio para dárselo a Lucas, quien mientras leía los papeles, oía la explicación de Samantha.
-Honestamente me da vergüenza decir todo esto, y sí que pensé llevar la relación con tu padre en secreto como hasta ahora pero debido a mi embarazo todo va a cambiar-
-¿Embarazo?-
-Sí, todavía es muy pequeño y ni siquiera se nota mi barriga pero es un hecho que estoy embarazada, le conté esto a tu padre y él va tomar la responsabilidad; vamos a casarnos y empezar a vivir juntos muy pronto. Si vamos a vivir juntos obviamente no podíamos seguir ocultando nuestra relación, y yo como tu antiguo amigo, no podría verte a la cara ni tratarte como mi hijo sin que supieras la verdad-
-Espera, ¿En serio crees que te tratare como si fueras mi madre?-
Preguntó con desagrado Lucas al devolver el documentó pero recibiendo más papeles en su lugar después de más palabras de Samantha.
-No realmente, conocí a tu madre y hasta a mi me cuidó, no quiero ni voy a reemplazarla. Sin embargo, sí que estoy enamorada de tu padre, quiero estar con él y voy a volverme su mujer, por lo que legalmente serás mi hijo pero como dije, y agregando mi edad y que era tu amigo, tampoco espero que me trates como una madre, solo pediría el mínimo de respeto y que no cuentes este secreto-
-¿Y cómo por que no debería contarlo? Además de la parte obvia de que nadie me creería-
-Porque quiero dejarte todo lo de Samuel. No me malentiendas, no lo hago como una "compensación" o soborno pero mis juegos, mi ropa, mis cosas y hasta el departamento no lo podré utilizar ahora que seré ama de casa, así que estoy bastante segura de que a Samuel le gustaría que su mejor amigo, se quedara con todo lo que alguna vez fue importante para él, incluso para mí. Con esos documentos queda toda la parte legal arreglada y sobre el resto no debería haber problema. Sé muy bien que esto no soluciona tus sentimientos pero, confesarte todo esto y darte lo que queda de mi antigua vida, sin duda me hace feliz-
La pareja de antiguos amigos caminaron un poco más hasta llegar a una banca del parque, donde Lucas seguía procesando la enorme carga de información que de un momento a otro había recibido.
Samantha tampoco quería presionarlo, solo cuidaba de él pues también era consciente que: saber que su antiguo mejor amigo que desapareció todo un mes, todo este tiempo ha estado como la novia de su papá y ahora dejaba todo a su nombre, no sería nada sencillo.
Los minutos en silencio pasaron, con un extraño ambiente entre ambos que no parecía ir a ningún lado, al menos hasta que Lucas dio un enorme suspiro y guardó los documentos que Samantha le había entregado.
-Si todavía fueras un hombre, o al menos no estuvieras embarazada, te daría un golpe en la cabeza como siempre-
Dijo Lucas soltando un suspiro que se convirtió en risa, y que fue correspondido con una nerviosa sonrisa por parte de Samantha, quien intentó hablar sin éxito al ser interrumpida por su antiguo amigo.
-Gracias, por esto, por todo y por ser honesto. Yo tengo mucho que pensar todavía, ¿De acuerdo? Pero no te preocupes, no le diré nada a nadie y supongo que espero seas feliz con papá, él siempre quiso a Samuel como otro hijo así que tampoco será sencillo para él, hazle compañía como hasta ahora y por favor no cojan cuando esté en casa, necesitaré ir a terapia si los descubro haciendo eso-
Aunque las palabras de Lucas se sentían como una broma pesada, Samantha no pudo evitar sentirse apenada y sonrojarse un poco, puesto que si que sería incómodo para todos si algo así pasará.
-De acuerdo, Lucas, daré lo mejor para ser feliz con tu papá-
-Vaya, esa mierda si que será rara de oír, necesitaré más tiempo del que pensé para acostumbrarme a esto, así que no presionen-
El chico se levantó de la banca, viendo como el sol empezaba a ocultarse, volteando la mirada hacia atrás para ver a su nueva madrastra, o al menos en proceso de serlo, y preguntarle.
-¿Vienes a casa? Lo menos que puedo hacer es acompañarte-
-Sí, muchas gracias-
Respondiendo con torpeza y sorpresa el amable gesto de su hijastro, la rubia Samantha apresuró el paso para caminar en compañía de su antiguo amigo a casa. Eso era algo que siempre hacían desde pequeños pero que esta vez, caminaban juntos como madrastra e hijastro, un cambio bastante significativo para ambos pero que Lucas intentaba aceptar, y Samantha estaba feliz de esa posibilidad, ya que de esa forma una vida feliz con su novio Leonardo, cada vez estaba más cerca de volverse una realidad.


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